Εε (épsilon)
ἐθεασάμεθα (eteasameta) verbo en voz media, modo indicativo, tiempo aoristo, primera persona del plural, viene del verbo θεάομαι (teáomai) que significa contemplar, observar, mirar un espectáculo poderoso públicamente, de ahí viene la palabra del castellano “teatro” donde se puede observar una obra llamativa públicamente. Según la concordancia Handkonkordanz zum Griechischen Neuen Testament, de Alfred Schmoller, p.224. y el diccionario del Nuevo Testamento Nestle Aland p. 82.
εἰρήνη (eirene), es un sustantivo en caso nominativo, femenino, singular que tiene su trasfondo en las palabras hebreas “שָׁלוֹם :shalom” y “שָׁלַם:shalem”, la primera traduce paz, la segunda justicia e integridad.
ἐκπορνεύσασαι (ekporneusasai) es un verbo sustantivado en voz activa, tiempo aoristo, modo participio, caso nominativo, femenino, plural, que viene del griego ἐκπορνεύω (ekporneúo) que se deriva de dos raíces griegas: 1. ἐκ (ek) que es una preposición primitiva denotando origen, que hace referencia al punto de donde procede el movimiento o acción, también se puede traducir como fuera de su lugar, de su tiempo o causa, y no se trata solo de una conducta practicada como también algo que es enseñado o transmitido a otros. 2. πορνεύω (porneúo) que significa prostituirse y vivir inmoralmente, según el diccionario del Nuevo Testamento Nestle Aland p.56, es decir, hace referencia a una acción o conducta inmoral sexual que se practica y se enseña a otros.
εὐαγγελίου (euaggeliou), viene de dos raíces εὐ (eu): que viene del verbo εὐρώισκω (eurisco) que significa encontrar la transformación integral, y ἄγγελος (angelos) que significa dar un mensaje, ser mensajero. Por eso esta palabra debe ser traducida como comunicar un mensaje que transforma toda la existencia humana (física, emocional, psicológica, espiritual, etc.).
ἑωράκαμεν (eurakamen) es un verbo que está en la voz activa, modo indicativo, tiempo perfecto, primera persona del plural, y viene del verbo ὁράω (joráo) que tiene varias traducciones, puede significar ver, mirar, entender, darse cuenta o también experimentar desde nuestro interior, tiene una connotación de experiencia de vida. Para los griegos, había dos formas de ver, el βλέπω (blepo) que fundamenta el ver físicamente, mientras que el ὁράω (joráo) habla de formas de ver más plenas, que no se reducen al sentido de la vista. Según el diccionario del Nuevo Testamento Nestle Aland p. 125-126.