administrar οἰκονόμους (oikonómous) sustantivo masculino, segunda declinación, primera sección, en caso acusativo plural, traduce: a los administradores. Viene del nominativo οἰκονόμος (oikonómos) literalmente traduce: ley administrativa aplicada a la casa, organización administrativa. El sustantivo se compone de dos palabras οἶκος (oíkos), significa casa, y de νόμος (nómos) traduce ley. En la literatura antigua, algunos manuscritos del Nuevo Testamento y escritos de los Padres de la Iglesia, se utiliza la palabra para hacer referencia al plan salvífico organizado por Dios en favor de la humanidad. Se habla de una «economía de la salvación creativa de Dios», con esta idea, en la teología cristiana antigua y medieval los medios de salvación se fueron deduciendo de forma contextual, de acuerdo con este plan económico de Dios. Por ejemplo, los sacramentos u ordenanzas, cursos para catecúmenos, la oficialización del sacramento del matrimonio, entre otros temas que surgen como producto de entender la economía de la salvación. Los líderes cristianos fueron creativos para interpretar la oikonomia de acuerdo con el contexto histórico en el que se encontraban, mostrando las múltiples maneras en que Dios puede salvar de manera integral a la humanidad.
los misterios salvíficos de Dios. tutores παιδαγωγοὺς (paidagogoús) sustantivo masculino, segunda declinación, primera sección, en caso acusativo plural, traduce: a los maestros, a los pedagogos, a los tutores, a los niñeros, a los guardianes. El nominativo παιδαγωγός, se compone de las palabras παιδός (paidos) significa niño, infante, esclavo, y de ἀγωγός (agogos) traduce: el que conduce, guía, acompañante. Así el término se refiere a la función de los maestros griegos, ellos eran los encargados de guiar, orientar, a los niños en la educación y el conocimiento de las verdades.
, pero no tienen muchos padres. Me convertí en su padre espiritual cuando les anuncié el mensaje que transforma toda la existencia humana, y ustedes creyeron en Cristo; reino de Dios βασιλεία (basileía) sustantivo femenino, primera declinación, primera sección, en caso nominativo singular, traduce, el reino. El reino, es el mensaje central en la enseñanza de Jesús, e inclusive es el contenido del Evangelio. El término reino tiene antecedentes en el Antiguo Testamento y en la literatura rabínica. En el Antiguo Testamento se usa la expresión hebrea מלכוּת «malkut», significa reino. Las Escrituras judías concebían a Dios como rey, y su reinado se fundamentaba en la soberanía y autoridad, estaba por encima de un territorio o lugar geográfico. El reinado político de Israel a través de los reyes era una expresión del reinado total de Dios, es por eso, que en el Antiguo Testamento se concebía al rey humano como un embajador o representante de Dios en la tierra, y eso mantuvo viva la teocracia judía, el rey gobierna en nombre de Dios. Varias líneas teológicas se aprecian en el Antiguo Testamento que reflejan el reinado de Dios como la paternidad de Dios con el pueblo, en su poder, Dios libera al pueblo de la esclavitud, posterior a la libertad, se establece un marco jurídico legal que contiene las promesas de su reinado escatológico. En el período intertestamentario, la literatura rabínica con el tema del reinado de Dios se fue perfeccionando en la figura del Mesías. No era Dios, sino un Ungido por Dios, él gobernaría en nombre de Dios. La misión del Mesías en la literatura rabínica dice, que él va a asegurar una estabilidad política, económica y militar en Israel. El Ungido debía venir de la descendencia de David, rey que simboliza el mejor gobierno y un buen rey que había tenido Israel. Con esta concepción mesiánica, en los tiempos de Jesús, se levantaron varios grupos religiosos, entre ellos, los «zelotes» que concebían un reino netamente político y militar, ellos aspiraban destruir el imperio romano a través del Mesías. Cuando surge Jesús en la historia, una parte del pueblo lo asoció con la figura política mesiánica. Una de las formas de identificarlo es a través de señales que haría, eso permitió que Jesús fuera identificado como el Mesías, por las señales que realizó. Jesús presentó un mensaje muy diferente del reino al que ya tenían los judíos. El mensaje de Jesús y la mejor definición del reino la encontramos en Lucas 17:20-21, presenta el reino como «un don, regalo que viene de Dios y se encarna en el interior de cada persona de buen corazón, transformando a esta persona, acción que permite adquirir un compromiso social y comunitario, en unidad con los demás que han sido transformados por el reino y proyectar una regeneración social.» En esta cita, para Jesús el lugar original del reino es el interior del creyente y se evidencia en el exterior. La persona adquiere compromiso social a favor de la justicia. En esta definición, Jesús habla de las dos dimensiones del reino, la primera es de carácter individual y personal se vive en el interior, en el corazón; la segunda es comunitaria, en relación con los demás, ya que el verdadero creyente es parte de una comunidad llamada Iglesia, ella adquiere un compromiso de transformación a favor de la sociedad.
no consiste en palabrerías, sino en poder sobrenatural de Dios.