Hechos Capítulo 1

INTRODUCCIÓN GENERAL

El libro de Hechos es la segunda parte de la fascinante obra lucana, compuesta de dos libros: Lucas y Hechos. En la cual el autor diseña un plan de salvación integral, con una actuación trinitaria muy marcada, donde el Dios Padre envía a Jesús para cumplir su obra objetiva de la salvación (Lucas), que es completada ahora por la obra subjetiva del Espíritu Santo (Hechos) en el interior de cada creyente, formando así una comunidad de testigos del Jesús Resucitado llenos del Espíritu, para transformar la realidad de este mundo injusto y expandir la ética del Reino de Dios hasta los confines de la tierra.

Lucas sigue con su teología narrativa muy detallista, Hechos no es un simple recuento del pasado, es un modelo, un paradigma, un horizonte, de qué y cómo es ser cristiano, de cómo se manifiesta el reino de Dios, y qué es vivir la experiencia de tener vida plena en el Espíritu Santo.

Un libro fenomenal, con muchas particularidades y riqueza redaccional, una estrategia literaria entretejida de discursos, diálogos e historias, con una fuerte motivación teológica, es decir, es muy intencional en cada palabra, es un proyecto de anuncio del mensaje que transforma toda la existencia humana. Por eso, les invitamos, a que, como destinatarios actuales, se dejen interpelar por su lectura; para potencializar esta experiencia, profundicemos un poco más sobre las características de la obra, y sus contextos.  

I. Características Generales de Hechos«

Es un libro pneumático, donde definitivamente el protagonista de la obra es el Espíritu Santo, incluso algunos eruditos lo llaman de “Hechos del Espíritu Santo”, es el cumplimiento de la promesa del derramamiento del Espíritu sobre toda carne, y narra la acción y manifestación de este Espíritu que se mueve, que transforma las mentes y corazones y obra poderosamente en la iglesia y a través de la iglesia, es el dinamismo de Dios, constantemente interviniendo en la historia, haciendo maravillas, sanando, consolando, guiando, exhortando, enseñando y capacitando. 

Es un libro pentecostal, y no necesariamente relacionado al movimiento o la corriente teológica pentecostal, que tiene su ethos y hermenéutica muy  fundamentada en el libro Hechos, pero es más profundo que eso, es una obra que nos explica esta pentecostalidad como principal característica de un cristiano, los movimientos carismáticos son como señales, pero la pentecostalidad logra la unidad gigantesca de todas las memorias de Cristo, y aquí en Hechos tenemos un tipo de narrativización que nos brinda un modelo de ser Iglesia en el mundo. Es la fuerza, el soplo del Espíritu que mueve a hombres y mujeres como señales de que otro mundo es posible, de otra propuesta de existencia factible, una señal del reino de la justicia de Dios. La pentecostalidad en Hechos es resaltada como un rescate de memorias preciosas, tesoros, a través de imágenes, de narrativas y de teología, nos enseña principios que, en poco más de treinta años de historia, esta comunidad aprendió, experimentó y vivenció; la Pentecostalidad es traducción de lo celestial a la realidad humana, la transcendencia que se hace posible en la vida inmanente.

La pentecostalidad de la iglesia no es huir de la realidad, es la capacidad de ser tomados por el Espíritu de forma personal y comunitaria, para que seamos ejemplo y probar que es posible un mundo transformado por la gloria de Dios, es esa casa en común, varias etnias distintas unidas por el poder de Dios, como expresa el texto es vislumbrar “μεγαλεῖα τοῦ θεοῦ”, es decir, “las maravillas de Dios” y Hechos trata de enseñarnos todo eso.

Es un libro discursivo, gran parte de su contenido teológico más profundo está plasmado es discursos (de Pedro, de Esteban, de Pablo, etc.), mediante discursos que transmiten fe, se recuerdan tradiciones, se formula cristología y soteriología, no se puede ignorar o leer a la ligera los discursos en Hechos porque ellos son muy pertinentes en la construcción dibujada por el autor.

Es un libro eclesial, que cuenta el nacimiento de la Iglesia, establece una tradición canónica para la iglesia primitiva, evidenciando el ideal eclesiológico lucano, que es tener un mismo sentir, estar unidos por un propósito, ser llenos del Espíritu, compartir, perseverar en la doctrina, en las oraciones, en la comunión y en el partir del pan. Presenta la eclesiología perfecta como fruto de la acción del Espíritu Santo.

Es un libro apostólico, en el sentido de dar a los apóstoles un papel protagónico, pero entendiendo el apostolado como una vocación para servir, más que solo un cargo jerárquico. Es una tradición apostólica petrina-paulina, o sea, resalta la figura de Pedro en la primera parte de la obra, como apóstol de los judíos, y luego la figura de Pablo como apóstol de los no judíos, sin dejar de lado la mención de otros apóstoles también.

Es un libro historiográfico, que el mismo autor afirma que estudió las cosas que sucedieron entre ellos, e hizo una teología de la historia, usó la narratividad con gran habilidad para transmitir un profundo paradigma de qué es ser testigo de Jesucristo Resucitado, ser parte del pueblo “del camino”, participar del plan salvífico de Dios en la historia humana, que tenemos que cambiar nuestra mirada frente a la historia y resignificar las memorias.

Es un libro intencional, el autor pensó muy minuciosamente cómo escribir su libro, seleccionó cuidadosamente el contenido, hizo una investigación seria, para que cada personaje, cada lugar, cada memoria, cada cita, cada detalle contribuya para su propósito evangelístico principal; el orden de los relatos y las repeticiones también es un factor peculiar de Hechos. Todo el libro es como una bella obra de arte. 

Es un libro geográfico, en toda la obra el autor dibuja todo el plan de salvación como un camino, la vida de fe como una trayectoria, dinámica, comprometida con la realidad y cada lugar geográfico es sumamente pensado, cada lugar mencionado tiene su trasfondo teológico, en Hechos hay un hermoso mapa evangelístico, iniciando en Jerusalén y alcanzando muchos pueblos y naciones y llegando hasta Roma, que representaba los confines de la tierra en ese entonces, por la centralidad política y geográfica. Es un libro que te conduce a un tremendo viaje, con muchas aventuras.

Es un libro continuado, por eso es importante leer la obra completa que inicia en el Evangelio de Lucas, para tener una apreciación global.

Es un libro poderoso, donde el “poder sobrenatural” está presente del inicio al fin, y sigue disponible para la Iglesia hoy.

 

II.  Teorías de Formación

Siempre dejando claro que las teorías de formación son sólo aproximaciones, no se trata de verdades absolutas, pero que dentro del ejercicio académico y basándose en la historia y en la tradición, se asume posturas de lo que se cree más acertado, dentro de diálogos que aún siguen abiertos.

Autor

Según la tradición, y no hay motivos contundentes para dudar, que se trata de Lucas, el Médico amado; inclusive algunos estudiosos hacen la observación de que él es más técnico para describir las enfermedades y que es muy interesado en la sanidad integral como característica fundamental del Reino de Dios. De acuerdo con la patrística, como por ejemplo Eusebio de Cesarea, defendía que su origen era de Antioquía, es decir, un gentil, de origen pagano convertido al judaísmo y al cristianismo.

Mucho de lo que se conoce sobre este personaje es de fuentes extrabíblicas y sujetas a poca historicidad, como la teoría de que era pintor, o las distintas versiones de su causa de muerte, no obstante, el texto en sí, habla mucho de la personalidad de su autor, el vocabulario, la forma que las memorias son usadas, y que a pesar de la posibilidad de ser de origen gentil, refleja su amplio conocimiento de la tradición judía, un manejo espectacular de la hermenéutica judía y de la literatura rabínica, un dominio excelente de la Septuaginta Griega, la fraseología, la manera como los términos aparecen, la construcción sintáctica de Hechos, las expresiones fonéticas, que nos va dibujando un perfil de este autor, dando paso a la posibilidad de hacer una relación con la teología paulina, o sea, no se descarta la teoría de que fue Lucas que anduvo con Pablo, y fue su compañero en algunos de sus viajes misioneros.

El Nuevo Testamento hace tres posibles menciones a este personaje: En Colosenses 4:14, que lo caracteriza como el médico amado; en 2 Timoteo 4:11, donde Lucas es presentado como el único amigo que está con Pablo en Roma y en Filemón 1:23-24, que incluye a Lucas como cooperador de Pablo.

 Fecha y Lugar

 La fecha siempre es una cuestión compleja y fluctuante, pero en esta versión se prefiere las teorías de una escritura más tardía, que la obra lucana fue escrita alrededor del 80 d.C.; el lugar también es bastante discutido, algunas teorías defienden que fue en Roma, otras en Éfeso, en la región de Asia Menor, todavía hay quien sostiene que fue en Macedonia, pero optaremos por la teoría que probablemente fue escrito en Antioquía, una ciudad cosmopolita que fue muy significativa en el cristianismo apostólico primitivo.

Lo que se sabe es que Hechos no tuvo muchos problemas en cuanto a su canonización y aceptación litúrgica y eclesiástica, las listas más antiguas, como el Códice Muratorio (170 d.C.) ya incluye la obra lucana; también en los escritos de los Padres de la Iglesia, Hechos goza de una gran autoridad y legitimidad canónica.

Destinatarios

En su prólogo, especifica que está destinado al excelentísimo Teófilo, un nombre de origen griego que significa alguien que ama a Dios, o amado por Dios debido a que se compone de dos raíces: 1. θεός (Teós), que traduce Dios y 2. φίλος (fílos) deriva del verbo φιλέω (fileo), significa amor sentimental o afectivo.

Sin embargo, no se sabe con certeza a quien exactamente se refería el autor con Teófilo, hay algunas teorías con respecto a este personaje, las más aceptadas es que era un funcionario romano de alto prestigio, ya que Lucas se refiere a él con la expresión formal “κράτιστε (krátiste), palabra griega que significa: excelentísimo, honorable, estimado. Es posible que Teófilo era un simpatizante del cristianismo por eso Lucas le dirige su obra con motivos apologéticos para que Teófilo conozca la historia de la fe cristiana; otra teoría muy conocida es que Teófilo era creyente y gozaba de mucha influencia romana. Lucas le escribe para que conozca más sobre los fundamentos de la fe cristiana y pueda defender el cristianismo ante la corte romana, además de ser un posible auspiciador de la investigación lucana; también hay la teoría de que Teófilo no necesariamente se refiere a una sola persona, sino a toda la comunidad amada por Dios o que ama a Dios, o sea, la comunidad cristiana; aquí nos inclinamos más a esta última, que el libro fue escrito a toda la comunidad cristiana, con énfasis gentil, que amaba a Dios.

Género literario

El género literario es un tema complejo en relación este libro, porque a pesar de que la tradición lo considera como el único libro “histórico” del Nuevo Testamento, no obstante, no podemos ignorar que los parámetros historiográficos del autor, en este tiempo antiguo no son pautados por la historicidad moderna, es más una teología de la historia, o una historia teológica muy significativa y pensada.

Algunas teorías, algo más atrevidas, pero no dejan de ser interesantes, presentan a Hechos como el “Evangelio del Espíritu Santo”, que obra en la vida de la iglesia, pero principalmente de los apóstoles, especialmente en Pedro y Pablo, pero que tiene muchas características literarias del género de Evangelio, considerando que Jesús sigue haciendo y estando a través del Espíritu y mediante sus testigos.

Propósito del Libro

El propósito es presentado luego en el prefacio de la obra, en los primeros versículos, el autor especifica cómo y porqué continúa escribiendo y que esta es una continuación. Además, tiene un objetivo de reafirmación de las verdades pedagógicas del cristianismo, para que los discípulos de Jesús tengan claro el testimonio por lo cual deben estar dispuestos hasta sacrificar sus propias vidas. Sin embargo, se considera como versículo clave Hechos 1:8 que resume todo el diseño y objetivo del libro y se complementa con Hechos 8:1 de las persecuciones y el cumplimiento de esta misión de la Iglesia de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura.

 

III. Bosquejo teológico del libro de Hechos

El bosquejo de Hechos presenta el cumplimiento del plan de salvación, posibilitado por la obra objetiva de Jesucristo, y activado por la obra subjetiva del Espíritu Santo, sigue con la idea de un camino, un mapa de evangelización, por eso su bosquejo es una progresión geográfica:

 1. Introducción (1:1-14)

Comienza con el prólogo, haciendo la conexión con Lucas, luego se narra un poco de la experiencia de los discípulos pasando un tiempo con el Jesús Resucitado, que sigue enseñando sobre el reino de Dios; Jesús les deja una instrucción muy clara que se queden en Jerusalén donde recibirán poder para ser testigos y su misión iniciaría en Jerusalén, Judea y hasta los confines de la tierra. Después Jesús es llevado al cielo en gloria, en una nube y los discípulos regresan a Jerusalén.

2. En Jerusalén (1:15-7)

Luego ocurre Pentecostés, el corazón del libro, algo extraordinario sucede, desde muchas dimensiones. Hechos hace un contraste entre los dos templos, el templo de Jerusalén y la Iglesia como templo de Dios. Con una importante exhortación sobre la santidad para ser templo de Dios, expresado por la trágica historia de Ananías y Safira. Surgen nuevos líderes en la Iglesia, que están dispuestos a testificar con su propia vida al Resucitado, como es el caso de Esteban, que fue arrestado, pero hace un poderoso discurso, rescatando toda la historia del Antiguo Testamento, sin embargo, los judíos no lo aceptaron e hicieron de Esteban el primer mártir del movimiento de Jesús (conocidos como los “Del Camino”), que demostró hasta la muerte qué significa tener la fe por identidad. Se empieza una fuerte persecución de los judíos hacia los cristianos, a tal punto que muchos empiezan a salir de Jerusalén, cumpliendo así, aunque indirectamente, la expansión del evangelio a otras partes del mundo, tal cual Jesús les había profetizado.

3. Judea y Samaria (8-12)

Motivados por la primera ola de persecución, la comunidad de los testigos del Resucitado se convierte en un movimiento multiétnico e internacional, tenemos la misión de Felipe en Samaria, que eran enemigos de los judíos, pero muchos aceptaron el Evangelio de Jesús; a continuación se presenta la experiencia radical de metanoia de Pablo de Tarso, que era un perseguidor obstinado del cristianismo, pero cuando tiene un encuentro personal con el Resucitado, resignifica toda su vida y se vuelve el más grande militante del kerigma apostólico de la resurrección de Cristo; tenemos también la visión de Pedro, abriendo el evangelio al mundo pagano, y la Iglesia de Antioquía.

4. Hasta los confines de la tierra (13-28)

En esta amplia sección acompañamos la gran aventura de los viajes misioneros de Pablo, como ejecución de la evangelización global, el Concilio de Jerusalén, las múltiples persecuciones judías, el nacimiento de varias iglesias, las dificultades enfrentadas por los apóstoles y discípulos, pero la resiliencia y la fuerza que el Espíritu brinda a los creyentes para seguir avanzando en victoria y creciendo en gracia, en conocimiento y en fe.

Estructura según la TCB

Prólogo (1:1-2)

Promesa del Espíritu Santo (1:3-5)

Ascensión de Jesús (1:6-11)

Regresando a Jerusalén (1:12-14)

Reemplazo de Judas (1:15- 26)

Pentecostés (2:1-13)

Primer discurso apostólico (2:14- 40)

La comunidad de los creyentes (2:41- 47)

Sanidad de un paralítico (3:1-11)

El discurso de Pedro (3:12- 26)

Pedro y Juan ante el Sanedrín (4:1-22)

La oración de la comunidad (4:23- 31)

Vida en comunidad (4:32-37)

Ananías y Safira (5:1-11)

Dios hace señales a través de los apóstoles (5:12-16)

Persecución (5:17- 42)

Elección de los siete servidores (6:1-7)

Arresto de Esteban (6:8-14)

El discurso de Esteban (7:1-53)

Muerte de Esteban (7:54- 8:1a)

La iglesia perseguida y dispersa (8:1b-4)

Felipe en Samaria (8:5-13)

Pedro y Juan viajan a Samaria (8:14-25)

Felipe y el etíope (8:26-40)

Experiencia de Saulo (9:1-19)

Saulo predica en Damasco (9:20-22)

Saulo es perseguido por los judíos (9:23-25)

Saulo en Jerusalén (9:26-31)

La sanidad Eneas (9:31-35)

La resurrección de Dorcas (9:36-43)

Pedro y Cornelio (10:1-8)

La visión de Pedro (10:9-23)

Pedro en casa de Cornelio (10:24-48)

Informe de Pedro a la iglesia de Jerusalén (11:1-19)

La Iglesia en Antioquía (11:19-30)

Santiago asesinado y Pedro encarcelado (12:1-5)

Pedro es liberado de la cárcel (12:6-19)

Muerte de Herodes (12:20- 25)

Misión de Bernabé y Saulo: su primer viaje misionero (13:1-3)

Bernabé y Saulo en Chipre (13:4-12)

Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia (13:13-52)

Pablo y Bernabé en Iconio (14:1-7)

Problemas en Listra y evangelización en Derbe (14:8-23)

El regreso a Antioquía de Siria (14:24-28)

Concilio de Jerusalén (15:1-21)

La carta (15:22-35)

Pablo y Bernabé se separan: Segundo viaje misionero (15:36-41)

Timoteo acompaña a Pablo y a Silas (16:1-8)

Visión de Pablo (16:9-10)

Conversión de Lidia (16:11- 15)

Pablo y Silas en la cárcel (16:16-40)

Alboroto en Tesalónica (17:1-9)

Pablo y Silas en Berea (17:10-15)

Pablo en Atenas (17:16-34)

Pablo en Corinto (18:1-17)

Pablo regresa a Antioquía y luego emprende su tercer viaje misionero (18:18-23)

Priscila, Áquila y Apolos (18:24-28)

Pablo en Éfeso (19:1-10)

Los exorcistas y los hechiceros (19:11-22)

Problemas en Éfeso (19:23-40)

Pablo en Macedonia y Grecia (20:1-6)

Visita de Pablo a Troas (20:7-12)

Viaje desde Troas a Mileto (20:13-16)

Discurso de despedida de Pablo en Mileto (20:17-38)

Viaje de Pablo a Jerusalén (21:1-16)

Llegada de Pablo a Jerusalén (21:17-26)

Arresto de Pablo (21:27- 39)

Discurso de Pablo en Jerusalén y su testimonio (21:40- 22:21)

Pablo apela a la ciudadanía romana (22:22- 30)

Pablo ante el Sanedrín (23:1-11)

Plan para matar a Pablo (23:12-22)

Trasladan a Pablo a Cesarea (23:23-35)

Defensa de Pablo ante el gobernador (24:1-27)

Pablo apela al emperador (25:1-12)

Pablo ante el rey Agripa (25:13-27)

Discurso de defensa de Pablo ante el rey Agripa (26:1-32)

Pablo es enviado a Roma (27:1-12)

La tempestad (27:13-38)

El naufragio (27:39-44)

Pablo en la isla de Malta (28:1-10)

Pablo viaja a Roma (28:11-14)

Pablo en Roma (28:15-31)

Sobre la portada

Obra: Columnas de la fe 

Medidas: 8” x 10” 

Material: Dibujo a bolígrafo y lápiz de colores 

Pensado y dibujado en base a Hechos 2: 1-3 “En Pentecostés, cuando se cumplió el día que el Espíritu Santo iba a llenar el interior de los creyentes con la obra de Cristo, toda la Iglesia estaba reunida en un mismo lugar. 2. De repente, llegó del cielo un gran ruido, como un soplo fuerte, que llenó toda la casa donde estaban sentados; 3. y experimentaron lenguas como de fuego, que fueron distribuidas y reposaron sobre cada uno de ellos.”

Los puntos representados en el dibujo significan las multitudes de personas a través de los siglos llevadas de esa misma experiencia, la espera de esas personas por la promesa se convierte en baluartes de nuestra fe, las líneas entrecruzadas en un mismo patrón representan los obstáculos y el centro el momento de recibir la experiencia de hablar nuevas lenguas y sentimiento de sentir el

fuego del Espíritu de Dios. La Biblia en la parte de abajo se abre dando a entender que la lectura resalta ese momento para que quede como evidencia a las nuevas generaciones. Páginas abiertas y mostrando el momento especial que es la columna de la iglesia, el poder de Dios. 


Capítulo 1
 
Prólogo

1:1. ¡Oh, querido Teófilo
Θεόφιλε (Teófile) sustantivo masculino, segunda declinación, primera sección, caso vocativo singular, traduce: Oh, ¡Teófilo! viene del nominativo Θεόφιλος (Teófilos) y significa alguien que ama a Dios o amado de Dios. El nombre Θεόφιλος se compone de dos términos griegos, 1. θεός (Teós) traduce Dios, y 2. φίλος (fílos) deriva del verbo Φιλέω (fileo) que significa amar sentimentalmente o afectivamente. No hay certeza quién fue Teófilo, pero algunas teorías indicarían quién habría sido este personaje: 1. Podría ser un funcionario romano de alto prestigio, ya que Lucas se refiere a él con la expresión formal κράτιστε (krátiste), palabra que traduce excelentísimo, honorable, es decir, el término alude a un personaje importante. Es posible que Teófilo fuera un simpatizante del cristianismo y Lucas dirige su evangelio con motivos apologéticos para que él conozca la historia de la fe cristiana. 2. Teófilo sería un creyente, gozaba de mucha influencia romana y Lucas le escribe para que él conozca sobre los fundamentos de la fe cristiana y así pueda defender el cristianismo ante la corte romana; 3. Nombre simbólico, Teófilo indicaría un término simbólico que hace referencia a toda la comunidad cristiana, es decir a toda la Iglesia amada por Dios y no indica un personaje concreto.
! En el primer libro escribí acerca de todas las cosas que Jesús empezó hacer y a enseñar,
2. hasta el día que fue recibido arriba, pero antes de irse, Jesús dio órdenes con el poder del Espíritu Santo, a los apóstoles que escogió.  
Promesa del Espíritu Santo

3. Después de morir, Jesús se dejó ver por sus discípulos, durante cuarenta días, les demostró con muchas pruebas de que estaba vivo y les hablaba del reino de Dios. 
4. Estando reunidos, mientras comía con ellos, les ordenó: – No salgan de Jerusalén, quédense aquí para recibir la promesa del Padre, de la cual les he hablado.
5. Juan, bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.  
Ascensión de Jesús

6. Los que estaban reunidos, le preguntaron a Jesús:  – Señor ¿Es ahora cuando restaurarás el reino
βασιλείαν (basileían) sustantivo femenino, primera declinación, primera sección, en caso acusativo singular, traduce, al reino. El reino, es el mensaje central en la enseñanza de Jesús, e inclusive es el contenido del Evangelio. El término reino tiene antecedentes en el Antiguo Testamento y en la literatura rabínica. En el Antiguo Testamento se usa la expresión hebrea מלכוּת “malkut”, significa reino. Las Escrituras judías concebían a Dios como rey, y su reinado se fundamentaba en la soberanía y autoridad, estaba por encima de un territorio o lugar geográfico. El reinado político de Israel a través de los reyes era una expresión del reinado total de Dios, es por eso, que en el Antiguo Testamento se concebía al rey humano como un embajador o representante de Dios en la tierra, y eso mantuvo viva la teocracia judía, el rey gobierna en nombre de Dios. Varias líneas teológicas se aprecian en el Antiguo Testamento que reflejan el reinado de Dios como la paternidad de Dios con el pueblo, en su poder, Dios libera al pueblo de la esclavitud, posterior a la libertad, se establece un marco jurídico legal que contiene las promesas de su reinado escatológico. En el período intertestamentario, la literatura rabínica con el tema del reinado de Dios se fue perfeccionando en la figura del Mesías. No era Dios, sino un Ungido por Dios, él gobernaría en nombre de Dios. La misión del Mesías en la literatura rabínica dice, que él va a asegurar una estabilidad política, económica y militar en Israel. El Ungido debía venir de la descendencia de David, rey que simboliza el mejor gobierno y un buen rey que había tenido Israel. Con esta concepción mesiánica, en los tiempos de Jesús, se levantaron varios grupos religiosos, entre ellos, los “zelotes” que concebían un reino netamente político y militar, ellos aspiraban destruir el imperio romano a través del Mesías. Cuando surge Jesús en la historia, una parte del pueblo lo asoció con la figura política mesiánica.  Una de las formas de identificarlo es a través de señales que haría, eso permitió que Jesús fuera identificado como el Mesías, por las señales que realizó. Jesús presentó un mensaje muy diferente del reino al que ya tenían los judíos. El mensaje de Jesús y la mejor definición del reino la encontramos en Lucas 17:20-21, presenta el reino como “un don, regalo que viene de Dios y se encarna en el interior de cada persona de buen corazón, transformando a esta persona, acción que permite adquirir un compromiso social y comunitario, en unidad con los demás que han sido transformados por el reino y proyectar una regeneración social.” En esta cita, para Jesús el lugar original del reino es el interior del creyente y se evidencia en el exterior. La persona adquiere compromiso social a favor de la justicia. En esta definición, Jesús habla de las dos dimensiones del reino, la primera es de carácter individual y personal se vive en el interior, en el corazón; la segunda es comunitaria, en relación con los demás, ya que el verdadero creyente es parte de una comunidad llamada Iglesia, ella adquiere un compromiso de transformación a favor de la sociedad.  
en Israel? ¿Llegó el momento?
7. Jesús les contestó:   – No les compete a ustedes conocer el tiempo de Dios
καιροὺς (kairoús), sustantivo masculino, segunda declinación, primera sección, en caso acusativo plural, traduce los tiempos. Deriva del nominativo καιρός (kairós), palabra que significa tiempo, atribuido a Dios. En el Nuevo Testamento en los pasajes donde se usa καιρός, resalta que el tiempo de Dios es distinto al tiempo de los hombres. El significado de καιρός se origina en el pensamiento filosófico griego, encierra la idea de eternidad o un acto puro; entonces el significado semántico de kairós se refiere al tiempo de Dios. Desde esta conceptualización griega, el tiempo de Dios indica un presente eterno, donde no hay una separación de tiempo, es decir, no hay pasado, ni futuro, es un tiempo constante. Cuando se alude al tiempo natural o al tiempo del ser humano, se utiliza el término χρόνος (jrónos), esta palabra indica un tiempo dividido en eras y sí especifica un pasado, un presente y un futuro, además el concepto incorpora la idea que la materia se deteriora.
, que el Padre dispuso con su propia autoridad;
8. pero recibirán poder sobrenatural
δύναμιν (dúnamin) sustantivo femenino, tercera declinación, caso acusativo singular, traduce: al poder sobrenatural. Viene del nominativo δύναμις (dúnamis) que significa poder, pero indica el poder divino, milagroso, poder sobrenatural. Hay dos palabras griegas que se traducen al español como poder; una de ellas, se utiliza en el Nuevo Testamento, exclusivamente para indicar el poder de Dios, es el sustantivo δύναμις (dúnamis), mencionado en este texto; en cambio ἐνέργεια (energeia) también traduce poder, pero hace referencia a un poder natural, no sobrenatural, el sustantivo además traduce: fuerza, poder, actividad, y por lo general se usa para indicar el poder humano.
cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, y serán mis testigos con sus propias vidas
μάρτυρες (mártures) sustantivo masculino, tercera declinación, caso nominativo plural, traduce: testigos, del nominativo μάρτυς (mártus), que a su vez viene del verbo μαρτυρέω (marturéo) que significa testificar con la propia vida, incluyendo el martirio, si es necesario; a partir de este verbo se deriva el término mártir en español. Existen varios verbos en griego que significan testificar, uno tiene sentido de testificar con la boca, otro testificar en un juicio, otro significa testificar con el testimonio de vida, pero este verbo en particular tiene una connotación más fuerte, más profunda, porque se refiere a dar un testimonio radical que conlleva en ofrendar la vida a causa de este testimonio, asumiendo el riesgo hasta de soportar un martirio por fidelidad a este testimonio.
, no solo en Jerusalén, sino en toda Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra.
9. Habiendo dicho esto, ellos vieron como Jesús fue llevado, y una nube
νεφέλη (neféle) sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, en caso nominativo singular, traduce: nube. El significado simbólico indica un lugar, el lugar de la presencia de Dios, las nubes. Este elemento natural, es un elemento teológico teofánico citado en el Antiguo Testamento, fenómenos naturales que se relacionaban con un aspecto divino, ejemplos: la montaña resaltaba la entrega de la ley de parte de Dios, las estrellas significaban la luz de Dios, los ríos por el agua, significaba la limpieza y la transformación, y las nubes significaban el lugar donde Dios siempre está presente en relación con el cielo. Algunos versículos bíblicos relatan las teofanías mostrando los elementos naturales: Génesis 9:13, Daniel 7:13, Éxodo 14:19, Apocalipsis 1:7. Una clara aplicación del significado teológico de las nubes se encuentra en 1 Reyes 8:10-11, ahí se menciona la palabra hebrea shekinná, traducida como nube, indica la presencia de Dios, y hace referencia al lugar donde Dios se manifestaba, el lugar donde Dios siempre estaba presente. En las culturas antiguas circunvecinas al pueblo de Israel, las nubes también estaban relacionadas con una característica divina.
lo tapó y lo ocultó de los ojos de los que estaban allí. 
10. Mientras que Jesús se iba, ellos miraban fijamente hacia el cielo, entonces dos hombres vestidos de blanco se pusieron junto a ellos,
11. y dijeron:  – Galileos ¿Por qué están de pie mirando hacia el cielo? Este mismo Jesús, que fue llevado de entre ustedes a las alturas, vendrá de la misma manera que lo vieron subir al cielo.  
Regresando a Jerusalén

12. Entonces regresaron a Jerusalén, desde el monte de los Olivos, que quedaba más o menos a un kilómetro
El versículo dice textualmente “camino de un día de descanso”. Había 38 prescripciones que no se podían realizar en el día de descanso, una de ellas, la prohibición de caminar largas distancias, lo máximo permitido era un kilómetro, una distancia corta.
de Jerusalén.
13. Cuando llegaron a Jerusalén, subieron al segundo piso, donde se estaban quedando. Se reunieron allí: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el zelote y Judas el hijo de Santiago.
14. Todos ellos estaban unidos en un mismo sentir y dedicados intensamente a la práctica de la oración, incluyendo las mujeres, entre ellas estaba María la madre de Jesús, junto con sus hermanos.  
Reemplazo de Judas

15. El grupo de personas reunidas era como ciento veinte
La expresión “ciento veinte” no hay que entenderla literalmente, sino en su significado simbólico, la cifra es un múltiplo de diez por doce y significa “la totalidad de la comunidad.” En el Antiguo Testamento el número doce se refiere a las doce tribus, pero, es posible que pudo haber más tribus, la indicación doce significaba la totalidad del pueblo de Israel. En el Nuevo Testamento el número se aplica a la Iglesia, la cantidad fundamenta la totalidad de la Iglesia en la figura de los doce apóstoles, la cifra representa la perfección del Cuerpo de Cristo; por eso los discípulos sienten la necesidad de nombrar el remplazo de Judas para completar nuevamente el número doce. El número 10, significaba totalidad, por eso, la multiplicación 12 que indica al pueblo de Dios por el 10 que subraya una totalidad general resulta el significado de la totalidad del pueblo de Dios. Con respecto al “aposento alto”, investigaciones arqueológicas dicen que era un lugar ubicado en el segundo piso de los lugares de reunión, ya que en la parte baja no cabían más de 30 personas. En la reforma religiosa que hizo Josías, en el año 622 a.C., uno de los propósitos era centralizar la liturgia dentro de la ciudad, es decir en Jerusalén. En las fiestas de peregrinación donde acudían los judíos de la diáspora y no tenían un lugar para festejar, la construcción de estos lugares ayudó para que ahí se reunieran y celebraran las fiestas judías, pero, en realidad eran espacios pequeños. Por lo cual, el número 120 que menciona el versículo tiene la connotación de que se refiere a toda la Iglesia, a todo el pueblo de Dios, todos ellos recibirían la promesa del Espíritu Santo.
; en esos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos, y dijo:
16. – Hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura, que el Espíritu Santo profetizó a través de la boca de David, sobre Judas, el que llegó a ser guía para los que llevaron preso a Jesús,
17. e inclusive fue parte de nosotros y ejerció el ministerio.
18. Ustedes saben que este compró un terreno, con el salario de su traición, pero tuvo un final trágico: cayó de cabeza y se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.
19. Este acontecimiento fue famoso para todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que este lugar se llamó en arameo “Acéldama”, que significa “campo de sangre”.
20. Porque está escrito en el libro de los Salmos: “Que su lugar quede desierto y que nadie lo habite”
Cita a Salmo 69:25
También está escrito: “Que su puesto lo ocupe otro.”
Cita a Salmo 109:8.

21. Pedro continuó: – Es necesario, que elijamos a uno que haya estado con nosotros durante todo el tiempo que estuvimos con el Señor Jesús,
22. desde que Él fue bautizado por Juan, hasta el día de su ascensión, para que reemplace a Judas y se una a nosotros como testigo de la resurrección.
23. Y presentaron a dos: a José llamado Barsabás, apodado el Justo, y a Matías.
24. Empezaron a orar, y decían: – Tú Señor, que conoces íntimamente nuestros corazones, muéstranos a quien de estos dos escogiste,
25. para hacerse cargo del ministerio apostólico del cual Judas se desvió para seguir su propio camino. 
26. Hicieron un sorteo, ganó Matías, y él fue reconocido junto con los once apóstoles.
  


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