Hechos Capítulo 5

INTRODUCCIÓN GENERAL

El libro de Hechos es la segunda parte de la fascinante obra lucana, compuesta de dos libros: Lucas y Hechos. En la cual el autor diseña un plan de salvación integral, con una actuación trinitaria muy marcada, donde el Dios Padre envía a Jesús para cumplir su obra objetiva de la salvación (Lucas), que es completada ahora por la obra subjetiva del Espíritu Santo (Hechos) en el interior de cada creyente, formando así una comunidad de testigos del Jesús Resucitado llenos del Espíritu, para transformar la realidad de este mundo injusto y expandir la ética del Reino de Dios hasta los confines de la tierra.

Lucas sigue con su teología narrativa muy detallista, Hechos no es un simple recuento del pasado, es un modelo, un paradigma, un horizonte, de qué y cómo es ser cristiano, de cómo se manifiesta el reino de Dios, y qué es vivir la experiencia de tener vida plena en el Espíritu Santo.

Un libro fenomenal, con muchas particularidades y riqueza redaccional, una estrategia literaria entretejida de discursos, diálogos e historias, con una fuerte motivación teológica, es decir, es muy intencional en cada palabra, es un proyecto de anuncio del mensaje que transforma toda la existencia humana. Por eso, les invitamos, a que, como destinatarios actuales, se dejen interpelar por su lectura; para potencializar esta experiencia, profundicemos un poco más sobre las características de la obra, y sus contextos.  

I. Características Generales de Hechos«

Es un libro pneumático, donde definitivamente el protagonista de la obra es el Espíritu Santo, incluso algunos eruditos lo llaman de “Hechos del Espíritu Santo”, es el cumplimiento de la promesa del derramamiento del Espíritu sobre toda carne, y narra la acción y manifestación de este Espíritu que se mueve, que transforma las mentes y corazones y obra poderosamente en la iglesia y a través de la iglesia, es el dinamismo de Dios, constantemente interviniendo en la historia, haciendo maravillas, sanando, consolando, guiando, exhortando, enseñando y capacitando. 

Es un libro pentecostal, y no necesariamente relacionado al movimiento o la corriente teológica pentecostal, que tiene su ethos y hermenéutica muy  fundamentada en el libro Hechos, pero es más profundo que eso, es una obra que nos explica esta pentecostalidad como principal característica de un cristiano, los movimientos carismáticos son como señales, pero la pentecostalidad logra la unidad gigantesca de todas las memorias de Cristo, y aquí en Hechos tenemos un tipo de narrativización que nos brinda un modelo de ser Iglesia en el mundo. Es la fuerza, el soplo del Espíritu que mueve a hombres y mujeres como señales de que otro mundo es posible, de otra propuesta de existencia factible, una señal del reino de la justicia de Dios. La pentecostalidad en Hechos es resaltada como un rescate de memorias preciosas, tesoros, a través de imágenes, de narrativas y de teología, nos enseña principios que, en poco más de treinta años de historia, esta comunidad aprendió, experimentó y vivenció; la Pentecostalidad es traducción de lo celestial a la realidad humana, la transcendencia que se hace posible en la vida inmanente.

La pentecostalidad de la iglesia no es huir de la realidad, es la capacidad de ser tomados por el Espíritu de forma personal y comunitaria, para que seamos ejemplo y probar que es posible un mundo transformado por la gloria de Dios, es esa casa en común, varias etnias distintas unidas por el poder de Dios, como expresa el texto es vislumbrar “μεγαλεῖα τοῦ θεοῦ”, es decir, “las maravillas de Dios” y Hechos trata de enseñarnos todo eso.

Es un libro discursivo, gran parte de su contenido teológico más profundo está plasmado es discursos (de Pedro, de Esteban, de Pablo, etc.), mediante discursos que transmiten fe, se recuerdan tradiciones, se formula cristología y soteriología, no se puede ignorar o leer a la ligera los discursos en Hechos porque ellos son muy pertinentes en la construcción dibujada por el autor.

Es un libro eclesial, que cuenta el nacimiento de la Iglesia, establece una tradición canónica para la iglesia primitiva, evidenciando el ideal eclesiológico lucano, que es tener un mismo sentir, estar unidos por un propósito, ser llenos del Espíritu, compartir, perseverar en la doctrina, en las oraciones, en la comunión y en el partir del pan. Presenta la eclesiología perfecta como fruto de la acción del Espíritu Santo.

Es un libro apostólico, en el sentido de dar a los apóstoles un papel protagónico, pero entendiendo el apostolado como una vocación para servir, más que solo un cargo jerárquico. Es una tradición apostólica petrina-paulina, o sea, resalta la figura de Pedro en la primera parte de la obra, como apóstol de los judíos, y luego la figura de Pablo como apóstol de los no judíos, sin dejar de lado la mención de otros apóstoles también.

Es un libro historiográfico, que el mismo autor afirma que estudió las cosas que sucedieron entre ellos, e hizo una teología de la historia, usó la narratividad con gran habilidad para transmitir un profundo paradigma de qué es ser testigo de Jesucristo Resucitado, ser parte del pueblo “del camino”, participar del plan salvífico de Dios en la historia humana, que tenemos que cambiar nuestra mirada frente a la historia y resignificar las memorias.

Es un libro intencional, el autor pensó muy minuciosamente cómo escribir su libro, seleccionó cuidadosamente el contenido, hizo una investigación seria, para que cada personaje, cada lugar, cada memoria, cada cita, cada detalle contribuya para su propósito evangelístico principal; el orden de los relatos y las repeticiones también es un factor peculiar de Hechos. Todo el libro es como una bella obra de arte. 

Es un libro geográfico, en toda la obra el autor dibuja todo el plan de salvación como un camino, la vida de fe como una trayectoria, dinámica, comprometida con la realidad y cada lugar geográfico es sumamente pensado, cada lugar mencionado tiene su trasfondo teológico, en Hechos hay un hermoso mapa evangelístico, iniciando en Jerusalén y alcanzando muchos pueblos y naciones y llegando hasta Roma, que representaba los confines de la tierra en ese entonces, por la centralidad política y geográfica. Es un libro que te conduce a un tremendo viaje, con muchas aventuras.

Es un libro continuado, por eso es importante leer la obra completa que inicia en el Evangelio de Lucas, para tener una apreciación global.

Es un libro poderoso, donde el “poder sobrenatural” está presente del inicio al fin, y sigue disponible para la Iglesia hoy.

 

II.  Teorías de Formación

Siempre dejando claro que las teorías de formación son sólo aproximaciones, no se trata de verdades absolutas, pero que dentro del ejercicio académico y basándose en la historia y en la tradición, se asume posturas de lo que se cree más acertado, dentro de diálogos que aún siguen abiertos.

Autor

Según la tradición, y no hay motivos contundentes para dudar, que se trata de Lucas, el Médico amado; inclusive algunos estudiosos hacen la observación de que él es más técnico para describir las enfermedades y que es muy interesado en la sanidad integral como característica fundamental del Reino de Dios. De acuerdo con la patrística, como por ejemplo Eusebio de Cesarea, defendía que su origen era de Antioquía, es decir, un gentil, de origen pagano convertido al judaísmo y al cristianismo.

Mucho de lo que se conoce sobre este personaje es de fuentes extrabíblicas y sujetas a poca historicidad, como la teoría de que era pintor, o las distintas versiones de su causa de muerte, no obstante, el texto en sí, habla mucho de la personalidad de su autor, el vocabulario, la forma que las memorias son usadas, y que a pesar de la posibilidad de ser de origen gentil, refleja su amplio conocimiento de la tradición judía, un manejo espectacular de la hermenéutica judía y de la literatura rabínica, un dominio excelente de la Septuaginta Griega, la fraseología, la manera como los términos aparecen, la construcción sintáctica de Hechos, las expresiones fonéticas, que nos va dibujando un perfil de este autor, dando paso a la posibilidad de hacer una relación con la teología paulina, o sea, no se descarta la teoría de que fue Lucas que anduvo con Pablo, y fue su compañero en algunos de sus viajes misioneros.

El Nuevo Testamento hace tres posibles menciones a este personaje: En Colosenses 4:14, que lo caracteriza como el médico amado; en 2 Timoteo 4:11, donde Lucas es presentado como el único amigo que está con Pablo en Roma y en Filemón 1:23-24, que incluye a Lucas como cooperador de Pablo.

 Fecha y Lugar

 La fecha siempre es una cuestión compleja y fluctuante, pero en esta versión se prefiere las teorías de una escritura más tardía, que la obra lucana fue escrita alrededor del 80 d.C.; el lugar también es bastante discutido, algunas teorías defienden que fue en Roma, otras en Éfeso, en la región de Asia Menor, todavía hay quien sostiene que fue en Macedonia, pero optaremos por la teoría que probablemente fue escrito en Antioquía, una ciudad cosmopolita que fue muy significativa en el cristianismo apostólico primitivo.

Lo que se sabe es que Hechos no tuvo muchos problemas en cuanto a su canonización y aceptación litúrgica y eclesiástica, las listas más antiguas, como el Códice Muratorio (170 d.C.) ya incluye la obra lucana; también en los escritos de los Padres de la Iglesia, Hechos goza de una gran autoridad y legitimidad canónica.

Destinatarios

En su prólogo, especifica que está destinado al excelentísimo Teófilo, un nombre de origen griego que significa alguien que ama a Dios, o amado por Dios debido a que se compone de dos raíces: 1. θεός (Teós), que traduce Dios y 2. φίλος (fílos) deriva del verbo φιλέω (fileo), significa amor sentimental o afectivo.

Sin embargo, no se sabe con certeza a quien exactamente se refería el autor con Teófilo, hay algunas teorías con respecto a este personaje, las más aceptadas es que era un funcionario romano de alto prestigio, ya que Lucas se refiere a él con la expresión formal “κράτιστε (krátiste), palabra griega que significa: excelentísimo, honorable, estimado. Es posible que Teófilo era un simpatizante del cristianismo por eso Lucas le dirige su obra con motivos apologéticos para que Teófilo conozca la historia de la fe cristiana; otra teoría muy conocida es que Teófilo era creyente y gozaba de mucha influencia romana. Lucas le escribe para que conozca más sobre los fundamentos de la fe cristiana y pueda defender el cristianismo ante la corte romana, además de ser un posible auspiciador de la investigación lucana; también hay la teoría de que Teófilo no necesariamente se refiere a una sola persona, sino a toda la comunidad amada por Dios o que ama a Dios, o sea, la comunidad cristiana; aquí nos inclinamos más a esta última, que el libro fue escrito a toda la comunidad cristiana, con énfasis gentil, que amaba a Dios.

Género literario

El género literario es un tema complejo en relación este libro, porque a pesar de que la tradición lo considera como el único libro “histórico” del Nuevo Testamento, no obstante, no podemos ignorar que los parámetros historiográficos del autor, en este tiempo antiguo no son pautados por la historicidad moderna, es más una teología de la historia, o una historia teológica muy significativa y pensada.

Algunas teorías, algo más atrevidas, pero no dejan de ser interesantes, presentan a Hechos como el “Evangelio del Espíritu Santo”, que obra en la vida de la iglesia, pero principalmente de los apóstoles, especialmente en Pedro y Pablo, pero que tiene muchas características literarias del género de Evangelio, considerando que Jesús sigue haciendo y estando a través del Espíritu y mediante sus testigos.

Propósito del Libro

El propósito es presentado luego en el prefacio de la obra, en los primeros versículos, el autor especifica cómo y porqué continúa escribiendo y que esta es una continuación. Además, tiene un objetivo de reafirmación de las verdades pedagógicas del cristianismo, para que los discípulos de Jesús tengan claro el testimonio por lo cual deben estar dispuestos hasta sacrificar sus propias vidas. Sin embargo, se considera como versículo clave Hechos 1:8 que resume todo el diseño y objetivo del libro y se complementa con Hechos 8:1 de las persecuciones y el cumplimiento de esta misión de la Iglesia de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura.

 

III. Bosquejo teológico del libro de Hechos

El bosquejo de Hechos presenta el cumplimiento del plan de salvación, posibilitado por la obra objetiva de Jesucristo, y activado por la obra subjetiva del Espíritu Santo, sigue con la idea de un camino, un mapa de evangelización, por eso su bosquejo es una progresión geográfica:

 1. Introducción (1:1-14)

Comienza con el prólogo, haciendo la conexión con Lucas, luego se narra un poco de la experiencia de los discípulos pasando un tiempo con el Jesús Resucitado, que sigue enseñando sobre el reino de Dios; Jesús les deja una instrucción muy clara que se queden en Jerusalén donde recibirán poder para ser testigos y su misión iniciaría en Jerusalén, Judea y hasta los confines de la tierra. Después Jesús es llevado al cielo en gloria, en una nube y los discípulos regresan a Jerusalén.

2. En Jerusalén (1:15-7)

Luego ocurre Pentecostés, el corazón del libro, algo extraordinario sucede, desde muchas dimensiones. Hechos hace un contraste entre los dos templos, el templo de Jerusalén y la Iglesia como templo de Dios. Con una importante exhortación sobre la santidad para ser templo de Dios, expresado por la trágica historia de Ananías y Safira. Surgen nuevos líderes en la Iglesia, que están dispuestos a testificar con su propia vida al Resucitado, como es el caso de Esteban, que fue arrestado, pero hace un poderoso discurso, rescatando toda la historia del Antiguo Testamento, sin embargo, los judíos no lo aceptaron e hicieron de Esteban el primer mártir del movimiento de Jesús (conocidos como los “Del Camino”), que demostró hasta la muerte qué significa tener la fe por identidad. Se empieza una fuerte persecución de los judíos hacia los cristianos, a tal punto que muchos empiezan a salir de Jerusalén, cumpliendo así, aunque indirectamente, la expansión del evangelio a otras partes del mundo, tal cual Jesús les había profetizado.

3. Judea y Samaria (8-12)

Motivados por la primera ola de persecución, la comunidad de los testigos del Resucitado se convierte en un movimiento multiétnico e internacional, tenemos la misión de Felipe en Samaria, que eran enemigos de los judíos, pero muchos aceptaron el Evangelio de Jesús; a continuación se presenta la experiencia radical de metanoia de Pablo de Tarso, que era un perseguidor obstinado del cristianismo, pero cuando tiene un encuentro personal con el Resucitado, resignifica toda su vida y se vuelve el más grande militante del kerigma apostólico de la resurrección de Cristo; tenemos también la visión de Pedro, abriendo el evangelio al mundo pagano, y la Iglesia de Antioquía.

4. Hasta los confines de la tierra (13-28)

En esta amplia sección acompañamos la gran aventura de los viajes misioneros de Pablo, como ejecución de la evangelización global, el Concilio de Jerusalén, las múltiples persecuciones judías, el nacimiento de varias iglesias, las dificultades enfrentadas por los apóstoles y discípulos, pero la resiliencia y la fuerza que el Espíritu brinda a los creyentes para seguir avanzando en victoria y creciendo en gracia, en conocimiento y en fe.

Estructura según la TCB

Prólogo (1:1-2)

Promesa del Espíritu Santo (1:3-5)

Ascensión de Jesús (1:6-11)

Regresando a Jerusalén (1:12-14)

Reemplazo de Judas (1:15- 26)

Pentecostés (2:1-13)

Primer discurso apostólico (2:14- 40)

La comunidad de los creyentes (2:41- 47)

Sanidad de un paralítico (3:1-11)

El discurso de Pedro (3:12- 26)

Pedro y Juan ante el Sanedrín (4:1-22)

La oración de la comunidad (4:23- 31)

Vida en comunidad (4:32-37)

Ananías y Safira (5:1-11)

Dios hace señales a través de los apóstoles (5:12-16)

Persecución (5:17- 42)

Elección de los siete servidores (6:1-7)

Arresto de Esteban (6:8-14)

El discurso de Esteban (7:1-53)

Muerte de Esteban (7:54- 8:1a)

La iglesia perseguida y dispersa (8:1b-4)

Felipe en Samaria (8:5-13)

Pedro y Juan viajan a Samaria (8:14-25)

Felipe y el etíope (8:26-40)

Experiencia de Saulo (9:1-19)

Saulo predica en Damasco (9:20-22)

Saulo es perseguido por los judíos (9:23-25)

Saulo en Jerusalén (9:26-31)

La sanidad Eneas (9:31-35)

La resurrección de Dorcas (9:36-43)

Pedro y Cornelio (10:1-8)

La visión de Pedro (10:9-23)

Pedro en casa de Cornelio (10:24-48)

Informe de Pedro a la iglesia de Jerusalén (11:1-19)

La Iglesia en Antioquía (11:19-30)

Santiago asesinado y Pedro encarcelado (12:1-5)

Pedro es liberado de la cárcel (12:6-19)

Muerte de Herodes (12:20- 25)

Misión de Bernabé y Saulo: su primer viaje misionero (13:1-3)

Bernabé y Saulo en Chipre (13:4-12)

Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia (13:13-52)

Pablo y Bernabé en Iconio (14:1-7)

Problemas en Listra y evangelización en Derbe (14:8-23)

El regreso a Antioquía de Siria (14:24-28)

Concilio de Jerusalén (15:1-21)

La carta (15:22-35)

Pablo y Bernabé se separan: Segundo viaje misionero (15:36-41)

Timoteo acompaña a Pablo y a Silas (16:1-8)

Visión de Pablo (16:9-10)

Conversión de Lidia (16:11- 15)

Pablo y Silas en la cárcel (16:16-40)

Alboroto en Tesalónica (17:1-9)

Pablo y Silas en Berea (17:10-15)

Pablo en Atenas (17:16-34)

Pablo en Corinto (18:1-17)

Pablo regresa a Antioquía y luego emprende su tercer viaje misionero (18:18-23)

Priscila, Áquila y Apolos (18:24-28)

Pablo en Éfeso (19:1-10)

Los exorcistas y los hechiceros (19:11-22)

Problemas en Éfeso (19:23-40)

Pablo en Macedonia y Grecia (20:1-6)

Visita de Pablo a Troas (20:7-12)

Viaje desde Troas a Mileto (20:13-16)

Discurso de despedida de Pablo en Mileto (20:17-38)

Viaje de Pablo a Jerusalén (21:1-16)

Llegada de Pablo a Jerusalén (21:17-26)

Arresto de Pablo (21:27- 39)

Discurso de Pablo en Jerusalén y su testimonio (21:40- 22:21)

Pablo apela a la ciudadanía romana (22:22- 30)

Pablo ante el Sanedrín (23:1-11)

Plan para matar a Pablo (23:12-22)

Trasladan a Pablo a Cesarea (23:23-35)

Defensa de Pablo ante el gobernador (24:1-27)

Pablo apela al emperador (25:1-12)

Pablo ante el rey Agripa (25:13-27)

Discurso de defensa de Pablo ante el rey Agripa (26:1-32)

Pablo es enviado a Roma (27:1-12)

La tempestad (27:13-38)

El naufragio (27:39-44)

Pablo en la isla de Malta (28:1-10)

Pablo viaja a Roma (28:11-14)

Pablo en Roma (28:15-31)

Sobre la portada

Obra: Columnas de la fe 

Medidas: 8” x 10” 

Material: Dibujo a bolígrafo y lápiz de colores 

Pensado y dibujado en base a Hechos 2: 1-3 “En Pentecostés, cuando se cumplió el día que el Espíritu Santo iba a llenar el interior de los creyentes con la obra de Cristo, toda la Iglesia estaba reunida en un mismo lugar. 2. De repente, llegó del cielo un gran ruido, como un soplo fuerte, que llenó toda la casa donde estaban sentados; 3. y experimentaron lenguas como de fuego, que fueron distribuidas y reposaron sobre cada uno de ellos.”

Los puntos representados en el dibujo significan las multitudes de personas a través de los siglos llevadas de esa misma experiencia, la espera de esas personas por la promesa se convierte en baluartes de nuestra fe, las líneas entrecruzadas en un mismo patrón representan los obstáculos y el centro el momento de recibir la experiencia de hablar nuevas lenguas y sentimiento de sentir el

fuego del Espíritu de Dios. La Biblia en la parte de abajo se abre dando a entender que la lectura resalta ese momento para que quede como evidencia a las nuevas generaciones. Páginas abiertas y mostrando el momento especial que es la columna de la iglesia, el poder de Dios. 


Capítulo 5

Ananías y Safira

5:1. Había un hombre llamado Ananías, que junto con su mujer Safira, vendieron una propiedad,
2. y se quedaron con una parte del dinero de la venta, y la otra se la entregaron a los apóstoles.
3. Pero Pedro le dijo: – Ananías ¿Por qué permitiste queSatanás
Σατανᾶς (Satanás), sustantivo masculino, primera declinación, cuarta sección, en caso nominativo singular, traduce: Satanás. El término tiene su trasfondo en el arameo antiguo y del hebreo arameizado, y del hebreo vocalizado, actividad que realizan los masoretas.  La raíz verbal es שטן (stn), significa oponerse, obstruir, poner sospecha, destruir, acusar, entre otras connotaciones. Después, esta raíz verbal se convirtió en sustantivo שָּׂטָ֖ן (satán), palabra que también realiza la función de un adjetivo calificativo. Como adjetivo señala cualidades o atributos negativos. Los atributos negativos se imponen a personas o seres espirituales, sean buenos o malos; así, el adjetivo traduce adversario, enemigo, opositor, aquel que pone sospechas. En cuanto a su uso, cuando al adjetivo שָּׂטָ֖ן le antecede un artículo, se escribe הַשָּׂטָ֖ן (jasatán), la palabra cumple la función de sustantivo, es decir, hace referencia a un personaje específico. Con esta idea, en tiempos antiguos el término usado indicaba la función de fiscal, la cual era un opositor o acusador. En el Antiguo Testamento, tenemos dos pasajes bíblicos: en Zacarías 3:1-2 y Job 1:6-7; 2:1-2 citas que mencionan Jasatán. El término indica a un personaje de la corte celestial que cumple con la función de ser fiscal de la corte, y su trabajo es buscar pruebas para acusar. En el Nuevo Testamento, la palabra Satanás, se usa no en sentido de un personaje maligno, sino que tiene la connotación de disciplina, prueba, juicio o de purificación, porque en el significado del Antiguo Testamento Jasatán, el fiscal, se encargaba de buscar pruebas para acusar a alguien y disciplinarlo. El apóstol Pablo en 1 Corintios 5:5 usó esta expresión con un sentido de disciplina para restauración. En el Antiguo Testamento, la palabra no se refiere en ningún momento al personaje diabólico que la tradición cristiana ha concebido, sino que en el contexto bíblico se refiere a una figura que es parte de la corte divina y cumple con una tarea. El término griego Σατανᾶς y latín Satanás influyen para que se transliteren y se usen en el idioma español.  
llenara tu corazón para mentirle al Espíritu Santo y quedarte con una parte del dinero, producto de la venta de la propiedad?
4. ¿Acaso tú no tenías la autoridad de quedarte con todo el dinero, porque era tu propiedad? ¿Cómo es posible que permitieras en tu corazón esta mentira? No le mentiste a los hombres, sino a Dios.
5. Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto; y todos los que se enteraron de esto se asustaron mucho.
6. Los jóvenes se levantaron, envolvieron el cadáver y lo sacaron para sepultarlo.
7. Unas tres horas más tarde entró su esposa Safira, sin saber lo que había ocurrido;
8. entonces Pedro le preguntó:  – Dime, ¿vendiste a este precio la propiedad? Y ella contestó: – Sí, la vendimos en este precio.
9. Y Pedro le respondió a Safira:  – ¿Por qué te pusiste de acuerdo con tu marido, para tentar al Espíritu del Señor? Los mismos que sepultaron a tu esposo, están a la puerta para sacarte y sepultarte.
10. Al instante, Safira cayó muerta a los pies de Pedro; los jóvenes entraron, la hallaron muerta y la sacaron para sepultarla al lado de su marido.
11. Y un gran temor se apoderó de toda la Iglesia y de todos los que escucharon esta historia.  
Dios hace señales a través de los apóstoles

12. Dios, a través de las manos de los apóstoles, hacía señales y maravillas entre el pueblo; y todos estaban juntos, en el pórtico de Salomón.
13. Los que no aceptaban la fe cristiana, no se atrevían a unirse a los nuevos creyentes, pero el pueblo estaba muy alegre con lo que estaba sucediendo y los apreciaba. 
14. Cada día, se aumentaba el número de los creyentes en el Señor, había multitudes, tanto hombres como mujeres;
15. sacaban a los enfermos a las calles, y los ponían en camas y camillas, para que cuando viniera Pedro, al menos su sombra los cubriese a algunos de ellos.
16. También venían muchas personas de las ciudades vecinas a Jerusalén, traían a sus enfermos y personas atormentadas por espíritus malignos, y todos eran sanados.  
Persecución

17. El sumo sacerdote, y todos los que estaban con él, que eran del partido de los saduceos, se llenaron de envidia;
18. e hicieron prisioneros a Pedro y a Juan, en una cárcel pública.
19. Pero durante la noche, un ángel del Señor, abrió las puertas de la cárcel, los liberó, y les dijo:
20. – Vayan al templo y hablen al pueblo sobre toda la acción salvífica deDios en la historia
ῥήματα (rémata) sustantivo neutro, tercera declinación, primera sección, caso nominativo plural, traduce: las palabras, los acontecimientos en la historia, viene del nominativo ῥῆμα (réma) que significa palabra, pero no en sentido de lo que Dios dice, sino en el actuar de Dios, como se manifiesta a través de acontecimientos, sucesos, acciones; forma que se entiende como el hablar de Dios. La literatura rabínica, en el periodo intertestamentario, se menciona la palabra réma, más que el término logos, su propósito es acentuar la revelación de Dios en la historia. Es por eso que el judaísmo llama a esta revelación histórica como “Historia de la salvación”, porque Dios actuó en la historia del pueblo para salvarlo.
, y de este nuevo modo de vivir.
21. Cuando escucharon esto, al amanecer, entraron al templo y enseñaban. Ajenos a esto, se reunieron el sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al Sanedrín y a todo el consejo de líderes religiosos de Israel, y enviaron a la prisión a la policía del templo, para que trajesen a los apóstoles.
22. Pero cuando llegaron los policías del templo, no encontraron a los apóstoles en la cárcel; regresaron ante el sanedrín e informaron lo sucedido,
23. diciendo: – Encontramos la prisión cerrada con toda seguridad, y a los guardias en pie custodiando las puertas, pero cuando abrimos, no había nadie adentro.
24. Cuando escucharon el informe, tanto el jefe de la policía del templo, como los principales sacerdotes, estaban sorprendidos sobre lo sucedido, no sabían cómo algo así pudiera haber pasado y en qué terminaría todo eso.
25. Mientras tanto, alguien se presentó e informó: – Los apóstoles que ustedes pusieron en la cárcel, están en el templo enseñando al pueblo.
26. Entonces, el jefe de la policía del templo fue con sus guardias, y trajeron a los apóstoles sin ninguna violencia, porque temían que el pueblo se enojara contra ellos.
27. Cuando los trajeron, los presentaron ante el sanedrín; y el sumo sacerdote les interrogó:
28. – Estrictamente les ordenamos que no enseñaran en el nombre de Jesús, y miren lo que han hecho, han llenado a Jerusalén con sus doctrinas, y encima nos quieren culpar a nosotros por la sangre de este hombre.
29. Respondiendo Pedro y los apóstoles dijeron:  – Es necesario obedecer a Dios más que a los seres humanos.
30. El Dios de nuestros antepasados, resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron colgándolo en la cruz;
31.a éste, Dios lo exaltó, lo sentó a su derecha, y lo estableció como nuestro Líder, para hacer cambiar la manera de pensar y de vivir de Israel; y como Salvador, para ofrecer el perdón por sus pecados.
32. Y nosotros somos testigos de estas cosas, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a todos los que lo obedecen.
33. Pero ellos, al oírlos, se enfurecieron y querían matarlos.
34. Entonces se levantó un fariseo muy importante, llamado Gamaliel, maestro de la ley, honrado por todo el pueblo, y ordenó que sacaran a los apóstoles de la reunión por un rato,
35. y dirigió la palabra a la asamblea: – Hombres israelitas, tengan cuidado con lo que pretenden hacer a estos hombres.
36. Recuerden que no hace mucho tiempo se levantó un tal Teudas, diciendo que era alguien muy importante, a quien se le unieron muchos hombres, hasta llegar a un número de cuatrocientos, pero él fue muerto, y sus seguidores fueron dispersados y acabaron en nada.
37. Después de eso, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y arrastró consigo un buen número del pueblo, él también murió, y sus seguidores terminaron dispersados y tampoco resultó en nada.
38. Y ahora les aconsejo: Mejor apártense de estos hombres y déjenlos tranquilos, porque si este plan es meramente humano, su obra fracasará.
39. Pero si es de Dios, ustedes no podrán destruirlos, y se encontrarán luchando contra Dios. El Sanedrín le hizo caso a Gamaliel.
40. Así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les ordenaron que no siguieran hablando en el nombre de Jesús. Luego los dejaron en libertad.
41. Ellos por su parte, se fueron de la reunión del Consejo contentos, por tener el honor de sufrir por causa del nombre de Jesús.
42. Ellos aprovechaban cada segundo, todos los días estaban en el templo y en las casas, enseñando y anunciando el evangelio que transforma toda la existencia humana, proclamando que Jesús es el Mesías.
  


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