1 TIMOTEO
Introducción
INTRODUCCIÓN GENERAL
4. Propósito y personajes del libro
Cuando Pablo escribió la carta a Timoteo, los judíos todavía estaban bajo el yugo Romano y Jerusalén aún no había sido destruida. Comenzando su trabajo con los gentiles, Pablo funda varias iglesias en Asia. Entre ellas, está la de Éfeso, en la región de Asia Menor. Las circunstancias en las que se escribió la carta nos ayudan a comprender el contenido de esta. Pablo viajaba a Macedonia y al pasar por Éfeso, se ve forzado a dejar allí a Timoteo para que se ocupara de algunos problemas en la iglesia. Al escribir la carta, Pablo es muy consciente de estos problemas, razón por la cual es tan específico en describirlos. El apóstol busca hacer consciente a Timoteo de su obra, alentando, instruyendo y preocupándose por él. Era trabajo de Timoteo tratar de la adoración (I Timoteo 2:1-8), del proceder de varios grupos de la iglesia (2:9 – 3:13; 5:1 – 6:2) y doctrinas falsas (específicamente 4:1-5). Combinado con todo esto, se hicieron recomendaciones directas al ministerio de Timoteo y cómo debería lidiar con todos estos asuntos.
Los problemas abordados por Pablo tenían que ver con las falsas doctrinas difundidas por los herejes que promovían disensión y vivían con una moral cuestionable.
Pablo también dio pautas para ayudar a Timoteo a identificar
Estas doctrinas, también predicadas por un Alejandro e Himeneo, hombres citados y rechazados por Pablo (I Timoteo 1:20), quienes aparentemente mezclaron elementos judíos y gnósticos en sus doctrinas.
A pesar de ganar expresión a partir del siglo II en adelante, el gnosticismo se manifestó antes de eso. Pudiéndose llamar “pre- gnosticismo”, esta corriente ya se sentía en el primer siglo y representaba más una forma de pensar que una religión. Se mezclaba fácilmente a cualquier religión, adaptándose también a la filosofía. Para los gnósticos, la materialidad es constantemente mala, y lo que se relaciona sólo con el espíritu es bueno. La salvación, según ellos, vino a través del conocimiento – Gnosis.
El ascetismo fue una fuerte característica de esta corriente, que practicaba penitencia buscando la perfección. Abstenerse de alimentos, relaciones sexuales y bebidas alcohólicas buscando la purificación. Según ellos, tales prácticas comprometían el recibimiento de gnosis. Tales amenazas promovieron la abstinencia de alimentos y el rechazo del matrimonio, siendo tratado por Pablo como herejía.
Pablo también dio pautas para ayudar a Timoteo a identificar candidatos dignos de servir como obispos o diáconos (I Timoteo 3). Estas pautas ayudaron a resaltar la responsabilidad de los líderes de la Iglesia de proveer para las necesidades temporales y espirituales de los miembros (I Timoteo 5).
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