Hechos Capítulo 7

INTRODUCCIÓN GENERAL

El libro de Hechos es la segunda parte de la fascinante obra lucana, compuesta de dos libros: Lucas y Hechos. En la cual el autor diseña un plan de salvación integral, con una actuación trinitaria muy marcada, donde el Dios Padre envía a Jesús para cumplir su obra objetiva de la salvación (Lucas), que es completada ahora por la obra subjetiva del Espíritu Santo (Hechos) en el interior de cada creyente, formando así una comunidad de testigos del Jesús Resucitado llenos del Espíritu, para transformar la realidad de este mundo injusto y expandir la ética del Reino de Dios hasta los confines de la tierra.

Lucas sigue con su teología narrativa muy detallista, Hechos no es un simple recuento del pasado, es un modelo, un paradigma, un horizonte, de qué y cómo es ser cristiano, de cómo se manifiesta el reino de Dios, y qué es vivir la experiencia de tener vida plena en el Espíritu Santo.

Un libro fenomenal, con muchas particularidades y riqueza redaccional, una estrategia literaria entretejida de discursos, diálogos e historias, con una fuerte motivación teológica, es decir, es muy intencional en cada palabra, es un proyecto de anuncio del mensaje que transforma toda la existencia humana. Por eso, les invitamos, a que, como destinatarios actuales, se dejen interpelar por su lectura; para potencializar esta experiencia, profundicemos un poco más sobre las características de la obra, y sus contextos.  

I. Características Generales de Hechos«

Es un libro pneumático, donde definitivamente el protagonista de la obra es el Espíritu Santo, incluso algunos eruditos lo llaman de “Hechos del Espíritu Santo”, es el cumplimiento de la promesa del derramamiento del Espíritu sobre toda carne, y narra la acción y manifestación de este Espíritu que se mueve, que transforma las mentes y corazones y obra poderosamente en la iglesia y a través de la iglesia, es el dinamismo de Dios, constantemente interviniendo en la historia, haciendo maravillas, sanando, consolando, guiando, exhortando, enseñando y capacitando. 

Es un libro pentecostal, y no necesariamente relacionado al movimiento o la corriente teológica pentecostal, que tiene su ethos y hermenéutica muy  fundamentada en el libro Hechos, pero es más profundo que eso, es una obra que nos explica esta pentecostalidad como principal característica de un cristiano, los movimientos carismáticos son como señales, pero la pentecostalidad logra la unidad gigantesca de todas las memorias de Cristo, y aquí en Hechos tenemos un tipo de narrativización que nos brinda un modelo de ser Iglesia en el mundo. Es la fuerza, el soplo del Espíritu que mueve a hombres y mujeres como señales de que otro mundo es posible, de otra propuesta de existencia factible, una señal del reino de la justicia de Dios. La pentecostalidad en Hechos es resaltada como un rescate de memorias preciosas, tesoros, a través de imágenes, de narrativas y de teología, nos enseña principios que, en poco más de treinta años de historia, esta comunidad aprendió, experimentó y vivenció; la Pentecostalidad es traducción de lo celestial a la realidad humana, la transcendencia que se hace posible en la vida inmanente.

La pentecostalidad de la iglesia no es huir de la realidad, es la capacidad de ser tomados por el Espíritu de forma personal y comunitaria, para que seamos ejemplo y probar que es posible un mundo transformado por la gloria de Dios, es esa casa en común, varias etnias distintas unidas por el poder de Dios, como expresa el texto es vislumbrar “μεγαλεῖα τοῦ θεοῦ”, es decir, “las maravillas de Dios” y Hechos trata de enseñarnos todo eso.

Es un libro discursivo, gran parte de su contenido teológico más profundo está plasmado es discursos (de Pedro, de Esteban, de Pablo, etc.), mediante discursos que transmiten fe, se recuerdan tradiciones, se formula cristología y soteriología, no se puede ignorar o leer a la ligera los discursos en Hechos porque ellos son muy pertinentes en la construcción dibujada por el autor.

Es un libro eclesial, que cuenta el nacimiento de la Iglesia, establece una tradición canónica para la iglesia primitiva, evidenciando el ideal eclesiológico lucano, que es tener un mismo sentir, estar unidos por un propósito, ser llenos del Espíritu, compartir, perseverar en la doctrina, en las oraciones, en la comunión y en el partir del pan. Presenta la eclesiología perfecta como fruto de la acción del Espíritu Santo.

Es un libro apostólico, en el sentido de dar a los apóstoles un papel protagónico, pero entendiendo el apostolado como una vocación para servir, más que solo un cargo jerárquico. Es una tradición apostólica petrina-paulina, o sea, resalta la figura de Pedro en la primera parte de la obra, como apóstol de los judíos, y luego la figura de Pablo como apóstol de los no judíos, sin dejar de lado la mención de otros apóstoles también.

Es un libro historiográfico, que el mismo autor afirma que estudió las cosas que sucedieron entre ellos, e hizo una teología de la historia, usó la narratividad con gran habilidad para transmitir un profundo paradigma de qué es ser testigo de Jesucristo Resucitado, ser parte del pueblo “del camino”, participar del plan salvífico de Dios en la historia humana, que tenemos que cambiar nuestra mirada frente a la historia y resignificar las memorias.

Es un libro intencional, el autor pensó muy minuciosamente cómo escribir su libro, seleccionó cuidadosamente el contenido, hizo una investigación seria, para que cada personaje, cada lugar, cada memoria, cada cita, cada detalle contribuya para su propósito evangelístico principal; el orden de los relatos y las repeticiones también es un factor peculiar de Hechos. Todo el libro es como una bella obra de arte. 

Es un libro geográfico, en toda la obra el autor dibuja todo el plan de salvación como un camino, la vida de fe como una trayectoria, dinámica, comprometida con la realidad y cada lugar geográfico es sumamente pensado, cada lugar mencionado tiene su trasfondo teológico, en Hechos hay un hermoso mapa evangelístico, iniciando en Jerusalén y alcanzando muchos pueblos y naciones y llegando hasta Roma, que representaba los confines de la tierra en ese entonces, por la centralidad política y geográfica. Es un libro que te conduce a un tremendo viaje, con muchas aventuras.

Es un libro continuado, por eso es importante leer la obra completa que inicia en el Evangelio de Lucas, para tener una apreciación global.

Es un libro poderoso, donde el “poder sobrenatural” está presente del inicio al fin, y sigue disponible para la Iglesia hoy.

 

II.  Teorías de Formación

Siempre dejando claro que las teorías de formación son sólo aproximaciones, no se trata de verdades absolutas, pero que dentro del ejercicio académico y basándose en la historia y en la tradición, se asume posturas de lo que se cree más acertado, dentro de diálogos que aún siguen abiertos.

Autor

Según la tradición, y no hay motivos contundentes para dudar, que se trata de Lucas, el Médico amado; inclusive algunos estudiosos hacen la observación de que él es más técnico para describir las enfermedades y que es muy interesado en la sanidad integral como característica fundamental del Reino de Dios. De acuerdo con la patrística, como por ejemplo Eusebio de Cesarea, defendía que su origen era de Antioquía, es decir, un gentil, de origen pagano convertido al judaísmo y al cristianismo.

Mucho de lo que se conoce sobre este personaje es de fuentes extrabíblicas y sujetas a poca historicidad, como la teoría de que era pintor, o las distintas versiones de su causa de muerte, no obstante, el texto en sí, habla mucho de la personalidad de su autor, el vocabulario, la forma que las memorias son usadas, y que a pesar de la posibilidad de ser de origen gentil, refleja su amplio conocimiento de la tradición judía, un manejo espectacular de la hermenéutica judía y de la literatura rabínica, un dominio excelente de la Septuaginta Griega, la fraseología, la manera como los términos aparecen, la construcción sintáctica de Hechos, las expresiones fonéticas, que nos va dibujando un perfil de este autor, dando paso a la posibilidad de hacer una relación con la teología paulina, o sea, no se descarta la teoría de que fue Lucas que anduvo con Pablo, y fue su compañero en algunos de sus viajes misioneros.

El Nuevo Testamento hace tres posibles menciones a este personaje: En Colosenses 4:14, que lo caracteriza como el médico amado; en 2 Timoteo 4:11, donde Lucas es presentado como el único amigo que está con Pablo en Roma y en Filemón 1:23-24, que incluye a Lucas como cooperador de Pablo.

 Fecha y Lugar

 La fecha siempre es una cuestión compleja y fluctuante, pero en esta versión se prefiere las teorías de una escritura más tardía, que la obra lucana fue escrita alrededor del 80 d.C.; el lugar también es bastante discutido, algunas teorías defienden que fue en Roma, otras en Éfeso, en la región de Asia Menor, todavía hay quien sostiene que fue en Macedonia, pero optaremos por la teoría que probablemente fue escrito en Antioquía, una ciudad cosmopolita que fue muy significativa en el cristianismo apostólico primitivo.

Lo que se sabe es que Hechos no tuvo muchos problemas en cuanto a su canonización y aceptación litúrgica y eclesiástica, las listas más antiguas, como el Códice Muratorio (170 d.C.) ya incluye la obra lucana; también en los escritos de los Padres de la Iglesia, Hechos goza de una gran autoridad y legitimidad canónica.

Destinatarios

En su prólogo, especifica que está destinado al excelentísimo Teófilo, un nombre de origen griego que significa alguien que ama a Dios, o amado por Dios debido a que se compone de dos raíces: 1. θεός (Teós), que traduce Dios y 2. φίλος (fílos) deriva del verbo φιλέω (fileo), significa amor sentimental o afectivo.

Sin embargo, no se sabe con certeza a quien exactamente se refería el autor con Teófilo, hay algunas teorías con respecto a este personaje, las más aceptadas es que era un funcionario romano de alto prestigio, ya que Lucas se refiere a él con la expresión formal “κράτιστε (krátiste), palabra griega que significa: excelentísimo, honorable, estimado. Es posible que Teófilo era un simpatizante del cristianismo por eso Lucas le dirige su obra con motivos apologéticos para que Teófilo conozca la historia de la fe cristiana; otra teoría muy conocida es que Teófilo era creyente y gozaba de mucha influencia romana. Lucas le escribe para que conozca más sobre los fundamentos de la fe cristiana y pueda defender el cristianismo ante la corte romana, además de ser un posible auspiciador de la investigación lucana; también hay la teoría de que Teófilo no necesariamente se refiere a una sola persona, sino a toda la comunidad amada por Dios o que ama a Dios, o sea, la comunidad cristiana; aquí nos inclinamos más a esta última, que el libro fue escrito a toda la comunidad cristiana, con énfasis gentil, que amaba a Dios.

Género literario

El género literario es un tema complejo en relación este libro, porque a pesar de que la tradición lo considera como el único libro “histórico” del Nuevo Testamento, no obstante, no podemos ignorar que los parámetros historiográficos del autor, en este tiempo antiguo no son pautados por la historicidad moderna, es más una teología de la historia, o una historia teológica muy significativa y pensada.

Algunas teorías, algo más atrevidas, pero no dejan de ser interesantes, presentan a Hechos como el “Evangelio del Espíritu Santo”, que obra en la vida de la iglesia, pero principalmente de los apóstoles, especialmente en Pedro y Pablo, pero que tiene muchas características literarias del género de Evangelio, considerando que Jesús sigue haciendo y estando a través del Espíritu y mediante sus testigos.

Propósito del Libro

El propósito es presentado luego en el prefacio de la obra, en los primeros versículos, el autor especifica cómo y porqué continúa escribiendo y que esta es una continuación. Además, tiene un objetivo de reafirmación de las verdades pedagógicas del cristianismo, para que los discípulos de Jesús tengan claro el testimonio por lo cual deben estar dispuestos hasta sacrificar sus propias vidas. Sin embargo, se considera como versículo clave Hechos 1:8 que resume todo el diseño y objetivo del libro y se complementa con Hechos 8:1 de las persecuciones y el cumplimiento de esta misión de la Iglesia de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura.

 

III. Bosquejo teológico del libro de Hechos

El bosquejo de Hechos presenta el cumplimiento del plan de salvación, posibilitado por la obra objetiva de Jesucristo, y activado por la obra subjetiva del Espíritu Santo, sigue con la idea de un camino, un mapa de evangelización, por eso su bosquejo es una progresión geográfica:

 1. Introducción (1:1-14)

Comienza con el prólogo, haciendo la conexión con Lucas, luego se narra un poco de la experiencia de los discípulos pasando un tiempo con el Jesús Resucitado, que sigue enseñando sobre el reino de Dios; Jesús les deja una instrucción muy clara que se queden en Jerusalén donde recibirán poder para ser testigos y su misión iniciaría en Jerusalén, Judea y hasta los confines de la tierra. Después Jesús es llevado al cielo en gloria, en una nube y los discípulos regresan a Jerusalén.

2. En Jerusalén (1:15-7)

Luego ocurre Pentecostés, el corazón del libro, algo extraordinario sucede, desde muchas dimensiones. Hechos hace un contraste entre los dos templos, el templo de Jerusalén y la Iglesia como templo de Dios. Con una importante exhortación sobre la santidad para ser templo de Dios, expresado por la trágica historia de Ananías y Safira. Surgen nuevos líderes en la Iglesia, que están dispuestos a testificar con su propia vida al Resucitado, como es el caso de Esteban, que fue arrestado, pero hace un poderoso discurso, rescatando toda la historia del Antiguo Testamento, sin embargo, los judíos no lo aceptaron e hicieron de Esteban el primer mártir del movimiento de Jesús (conocidos como los “Del Camino”), que demostró hasta la muerte qué significa tener la fe por identidad. Se empieza una fuerte persecución de los judíos hacia los cristianos, a tal punto que muchos empiezan a salir de Jerusalén, cumpliendo así, aunque indirectamente, la expansión del evangelio a otras partes del mundo, tal cual Jesús les había profetizado.

3. Judea y Samaria (8-12)

Motivados por la primera ola de persecución, la comunidad de los testigos del Resucitado se convierte en un movimiento multiétnico e internacional, tenemos la misión de Felipe en Samaria, que eran enemigos de los judíos, pero muchos aceptaron el Evangelio de Jesús; a continuación se presenta la experiencia radical de metanoia de Pablo de Tarso, que era un perseguidor obstinado del cristianismo, pero cuando tiene un encuentro personal con el Resucitado, resignifica toda su vida y se vuelve el más grande militante del kerigma apostólico de la resurrección de Cristo; tenemos también la visión de Pedro, abriendo el evangelio al mundo pagano, y la Iglesia de Antioquía.

4. Hasta los confines de la tierra (13-28)

En esta amplia sección acompañamos la gran aventura de los viajes misioneros de Pablo, como ejecución de la evangelización global, el Concilio de Jerusalén, las múltiples persecuciones judías, el nacimiento de varias iglesias, las dificultades enfrentadas por los apóstoles y discípulos, pero la resiliencia y la fuerza que el Espíritu brinda a los creyentes para seguir avanzando en victoria y creciendo en gracia, en conocimiento y en fe.

Estructura según la TCB

Prólogo (1:1-2)

Promesa del Espíritu Santo (1:3-5)

Ascensión de Jesús (1:6-11)

Regresando a Jerusalén (1:12-14)

Reemplazo de Judas (1:15- 26)

Pentecostés (2:1-13)

Primer discurso apostólico (2:14- 40)

La comunidad de los creyentes (2:41- 47)

Sanidad de un paralítico (3:1-11)

El discurso de Pedro (3:12- 26)

Pedro y Juan ante el Sanedrín (4:1-22)

La oración de la comunidad (4:23- 31)

Vida en comunidad (4:32-37)

Ananías y Safira (5:1-11)

Dios hace señales a través de los apóstoles (5:12-16)

Persecución (5:17- 42)

Elección de los siete servidores (6:1-7)

Arresto de Esteban (6:8-14)

El discurso de Esteban (7:1-53)

Muerte de Esteban (7:54- 8:1a)

La iglesia perseguida y dispersa (8:1b-4)

Felipe en Samaria (8:5-13)

Pedro y Juan viajan a Samaria (8:14-25)

Felipe y el etíope (8:26-40)

Experiencia de Saulo (9:1-19)

Saulo predica en Damasco (9:20-22)

Saulo es perseguido por los judíos (9:23-25)

Saulo en Jerusalén (9:26-31)

La sanidad Eneas (9:31-35)

La resurrección de Dorcas (9:36-43)

Pedro y Cornelio (10:1-8)

La visión de Pedro (10:9-23)

Pedro en casa de Cornelio (10:24-48)

Informe de Pedro a la iglesia de Jerusalén (11:1-19)

La Iglesia en Antioquía (11:19-30)

Santiago asesinado y Pedro encarcelado (12:1-5)

Pedro es liberado de la cárcel (12:6-19)

Muerte de Herodes (12:20- 25)

Misión de Bernabé y Saulo: su primer viaje misionero (13:1-3)

Bernabé y Saulo en Chipre (13:4-12)

Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia (13:13-52)

Pablo y Bernabé en Iconio (14:1-7)

Problemas en Listra y evangelización en Derbe (14:8-23)

El regreso a Antioquía de Siria (14:24-28)

Concilio de Jerusalén (15:1-21)

La carta (15:22-35)

Pablo y Bernabé se separan: Segundo viaje misionero (15:36-41)

Timoteo acompaña a Pablo y a Silas (16:1-8)

Visión de Pablo (16:9-10)

Conversión de Lidia (16:11- 15)

Pablo y Silas en la cárcel (16:16-40)

Alboroto en Tesalónica (17:1-9)

Pablo y Silas en Berea (17:10-15)

Pablo en Atenas (17:16-34)

Pablo en Corinto (18:1-17)

Pablo regresa a Antioquía y luego emprende su tercer viaje misionero (18:18-23)

Priscila, Áquila y Apolos (18:24-28)

Pablo en Éfeso (19:1-10)

Los exorcistas y los hechiceros (19:11-22)

Problemas en Éfeso (19:23-40)

Pablo en Macedonia y Grecia (20:1-6)

Visita de Pablo a Troas (20:7-12)

Viaje desde Troas a Mileto (20:13-16)

Discurso de despedida de Pablo en Mileto (20:17-38)

Viaje de Pablo a Jerusalén (21:1-16)

Llegada de Pablo a Jerusalén (21:17-26)

Arresto de Pablo (21:27- 39)

Discurso de Pablo en Jerusalén y su testimonio (21:40- 22:21)

Pablo apela a la ciudadanía romana (22:22- 30)

Pablo ante el Sanedrín (23:1-11)

Plan para matar a Pablo (23:12-22)

Trasladan a Pablo a Cesarea (23:23-35)

Defensa de Pablo ante el gobernador (24:1-27)

Pablo apela al emperador (25:1-12)

Pablo ante el rey Agripa (25:13-27)

Discurso de defensa de Pablo ante el rey Agripa (26:1-32)

Pablo es enviado a Roma (27:1-12)

La tempestad (27:13-38)

El naufragio (27:39-44)

Pablo en la isla de Malta (28:1-10)

Pablo viaja a Roma (28:11-14)

Pablo en Roma (28:15-31)

Sobre la portada

Obra: Columnas de la fe 

Medidas: 8” x 10” 

Material: Dibujo a bolígrafo y lápiz de colores 

Pensado y dibujado en base a Hechos 2: 1-3 “En Pentecostés, cuando se cumplió el día que el Espíritu Santo iba a llenar el interior de los creyentes con la obra de Cristo, toda la Iglesia estaba reunida en un mismo lugar. 2. De repente, llegó del cielo un gran ruido, como un soplo fuerte, que llenó toda la casa donde estaban sentados; 3. y experimentaron lenguas como de fuego, que fueron distribuidas y reposaron sobre cada uno de ellos.”

Los puntos representados en el dibujo significan las multitudes de personas a través de los siglos llevadas de esa misma experiencia, la espera de esas personas por la promesa se convierte en baluartes de nuestra fe, las líneas entrecruzadas en un mismo patrón representan los obstáculos y el centro el momento de recibir la experiencia de hablar nuevas lenguas y sentimiento de sentir el

fuego del Espíritu de Dios. La Biblia en la parte de abajo se abre dando a entender que la lectura resalta ese momento para que quede como evidencia a las nuevas generaciones. Páginas abiertas y mostrando el momento especial que es la columna de la iglesia, el poder de Dios. 


Capítulo 7

El discurso de Esteban

7:1. Entonces, el sumo sacerdote dijo: – ¿Son ciertas todas estas acusaciones contra ti?
2. Esteban contestó:  – Hombres, hermanos y padres, escuchen: El Dios de la gloria se manifestó a nuestro Padre Abraham, cuando todavía vivía en Mesopotamia, antes que habitase en Harán,
3. y le dijo a Abraham: “Deja a tu tierra y a tu familia, y ve la tierra que te mostraré”
Cita a Génesis 12:1.

4. Entonces, salió de la tierra de los caldeos y habitó en Harán, allí murió su padre, y Dios lo trasladó a esta tierra en la que ustedes ahora viven;
5. Pero Dios no le dio como herencia ni siquiera un metro de esta tierra. Sin embargo, Dios le prometió que les daría toda esta tierra como posesión a sus descendientes. Esto pasó antes de que Abraham tuviera hijos.
6. Y Dios le dijo: “tu descendencia será emigrante en tierra ajena, será esclavizada y maltratada por 400 años;
Cita a Génesis 15:13-14.

7. y la nación a la cual servirán como esclavos, yo la juzgaré”
Cita a Génesis 15:13-14.
y también le dijo: “Después de eso, serán liberados y me rendirán culto en este lugar”
Cita a Éxodo 3:12.

8.  Dios hizo un pacto con Abraham y la señal de ese pacto fue la circuncisión. Así, cuando Abraham engendró a su hijo Isaac, lo circuncidó a los ocho días de nacido, e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.
9. Los patriarcas tuvieron envidia y se pusieron celosos de José, lo vendieron como esclavo y fue llevado a Egipto, pero Dios siempre estuvo con él;
10. y lo libró de todas las dificultades, le dio gracia y sabiduría delante del Faraón, rey de Egipto, que lo nombró gobernador de Egipto y le encargó la administración de su palacio.
11. Pero vino una gran hambruna en todo Egipto, que se extendió hasta Canaán, y esto desencadenó mucha miseria, y nuestros padres no tenían que comer.
12. Cuando Jacob se enteró que había alimento en Egipto, envió a nuestros padres para comprar comida; este fue el primer viaje de ellos a Egipto.
13. Y en el segundo viaje, José se dio a conocer a sus hermanos; así el faraón también se enteró cuál era el origen familiar de José.
14. Después de eso, José mandó a traer a su padre Jacob y a toda su familia; los que fueron a Egipto eran en total 75 personas.
15. Jacob descendió a Egipto, y allí murieron él y nuestros antepasados;
16. sus restos fueron trasladados a Siquén, y fueron puestos en la misma tumba que Abraham había comprado, a buen precio, a los hijos de Hamor.
17. Conforme se acercó el tiempo de la promesa que Dios le había hecho a Abraham, nuestro pueblo ya había crecido y multiplicado en Egipto.
18. Entonces, se levantó otro Faraón en Egipto que no sabía nada de José.
19. Este rey, obró astuta y despiadadamente contra nuestro pueblo, maltrató a nuestros antepasados e inclusive mandó a matar a niños recién nacidos, para que el pueblo no siguiera creciendo.
20. En aquel tiempo nació Moisés, y era hermoso para Dios; él fue criado por 3 meses en la casa de sus padres,
21. pero cuando tuvieron que abandonarlo y Moisés fue expuesto a la muerte, la hija del faraón lo salvó, y ella misma lo crió como si fuera su hijo,
22. y fue educado con toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en conocimiento y en obras.
23. Cuando cumplió 40 años de edad, sintió en su corazón visitar a sus hermanos israelitas;
24. Moisés vio como un egipcio maltrataba a un judío, y él lo defendió hiriendo al egipcio.
25.  Pero Moisés pensó que sus hermanos judíos entenderían que Dios lo eligió para guiarlos a la salvación a través de su liderazgo, pero ellos no lo entendían así. 
26. Al día siguiente, vio a dos israelitas peleando y trató de reconciliarlos, invitándolos a la paz, y les dijo: “Oigan, ustedes son hermanos. ¿Por qué se están haciendo daño?” 
27. Pero el más violento empujó a Moisés y le dijo: “¿Quién te nombró gobernante y juez sobre nosotros?
28. ¿Acaso me quieres matar de la misma manera que mataste al egipcio ayer?”
Cita a Éxodo 2:14.

29. Al escuchar estas palabras, Moisés huyó, y se hizo extranjero en la tierra de Madián, donde engendró a dos hijos.
30. Cuando pasaron 40 años, un ángel se le apareció a Moisés en el desierto del monte Sinaí, en las llamas de un arbusto que ardía.
31. Pero Moisés se asombró de lo que estaba viendo, y se acercó para observar más atentamente, entonces se oyó la voz del Señor:
32. “Yo soy el Dios de tus padres, el Dios a Abraham, de Isaac y de Jacob”
Cita a Éxodo 3:6
; Moisés tenía tanto miedo que temblaba, y no se atrevió a mirar.
33. El Señor le dijo a Moisés: “Quítate el calzado de tus pies, porque estás pisando tierra santa;
34. Yo sé muy bien como mi pueblo está sufriendo y siendo maltratado en Egipto, he escuchado sus gemidos, y he bajado para liberarlos, ahora prepárate porque te enviaré de regreso a Egipto.”
Cita a Éxodo 3:5, 7-8, 10.

35. A este Moisés, a quien rechazaron diciéndole: “¿Quién te nombró gobernante y juez?”, pero el mismo Dios lo constituyó a Moisés como gobernante y libertador, y lo mandó de vuelta guiado por la mano del ángel que se apareció en el arbusto ardiente.
36. Moisés sacó al pueblo de la opresión egipcia, por medio de prodigios y señales milagrosas en Egipto, en el mar Rojo y luego en el desierto durante 40 años.
37. Este es el mismo Moisés que les dijo a los israelitas: “Dios les levantará un profeta que saldrá de entre ustedes; será como yo”
Cita a Deuteronomio 18:15.
.
38. Este mismo Moisés estuvo en la congregación en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicarlas a nosotros;
39. palabras de vida que nuestros antepasados rechazaron y no quisieron obedecerlas, y sus corazones deseaban estar en Egipto nuevamente,
40.  y ellos le reclamaron a Aaron: “Haznos ídolos que vayan delante de nosotros, para guiarnos y protegernos, porque Moisés, que nos liberó de la tierra de Egipto no aparece, no sabemos qué le sucedió”
Cita a Éxodo 32:1.
.
41. Entonces hicieron un ídolo en forma de becerro; le ofrecieron sacrificios e hicieron fiestas por la obra que crearon con sus propias manos.
42. Pero Dios se apartó de ellos, y les dejó vivir según sus propios términos, pues se pusieron a adorar a los astros y estrellas del cielo, como ha sido escrito en el libro de los profetas: “Casa de Israel, ¿acaso me ofrecieron ustedes sacrificios y ofrendas durante los cuarenta años en el desierto?
43. Por el contrario, ustedes se hicieron cargo del tabernáculo de Moloc y de la estrella del dios Refán, y también de las imágenes de ídolos que ustedes mismos hicieron para adorar, y como consecuencia los enviaré al exilio más allá de Babilonia.”
Cita a Amós 5:25-27.

44. Nuestros antepasados tuvieron el Tabernáculo
σκηνὴ (skené) sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, caso nominativo singular, traduce: tienda, cabaña, choza, enramada o tabernáculo. El sentido del sustantivo da la idea de relación, pues el tabernáculo o la tienda que se menciona en el libro de Éxodo, indica el lugar donde se daba el encuentro de Dios con el pueblo de Israel durante su peregrinación por el desierto (Éxodo 33:7-10). El tabernáculo era la casa, la morada de Dios. La perspectiva teológica de la tienda movible, es la de un Dios caminante, un Dios peregrino que acompaña al pueblo en la dinámica de su historia, ante esta idea, el profeta Natán no permitió que David construyera un templo formal para Dios, porque para el profeta Dios es dinámico, habita en un tabernáculo (2 Samuel 7:1-6), como símbolo de acompañamiento al pueblo; en caso de guerra, si los enemigos atacaban las tiendas, también se afectaba la tienda de Dios, lo cual indica que el tabernáculo como presencia de Dios al ser afectada, mostraba la solidaridad de Dios con su pueblo.
del Pacto en el desierto, hecho como Dios le había ordenado a Moisés, según el modelo que este había visto.
45. Este tabernáculo los acompañaba bajo el liderazgo de Josué, y lo introdujeron en la conquista de la tierra prometida, Dios expulsó a los habitantes de esta tierra y mantuvo este tabernáculo hasta los días de David;
46. David halló gracia delante de Dios, y le solicitó el permiso para construirle una morada permanente
σκήνωμα (skénoma) sustantivo neutro, tercera declinación, caso acusativo, singular, traduce: a la casa permanente, a la morada permanente, al tabernáculo permanente. El nominativo σκήνωμα (skénoma), revela el estado intermedio entre el tabernáculo y el templo; en otras palabras, el tabernáculo era transitorio y el templo se convierte en algo permanente. David en su época de rey quería construir una morada para Dios en forma estable y permanente, esto implicaba afectar el sentido teológico del Tabernáculo o tienda, Dios caminando con el pueblo.
para que los descendientes de Jacob le adorasen;
47. pero fue Salomón el que construyó el templo;
48. sin embargo, el Altísimo no habita en lugares hechos por manos humanas, como lo dijo el profeta:
49. “Dijo el Señor: El cielo es mi trono, y la tierra es donde descansan mis pies, ¿qué clase de casa edificarán para mí? ¿cómo podrán construirme un lugar de descanso?
50. ¿Acaso no fue mi mano la que construyó todas las cosas?”
Cita a Isaías 66:1-2.

51. ¡Ustedes son tercos e incircuncisos de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo!
52. ¿A quién de los profetas no persiguieron sus antepasados? Ellos mataron a los que anunciaron previamente la venida del Justo, el mismo al que ahora ustedes traicionaron y mataron;
53. ustedes recibieron la ley de Dios a través de mensajeros, y no la cumplieron.  
Muerte de Esteban

54. Cuando escucharon este discurso, se enfurecieron en sus corazones, y se les veía en la cara lo enojados que estaban contra Esteban,
55. pero él, estaba lleno del Espíritu Santo, y fijando sus ojos al cielo, vio y experimentó la gloria de Dios, y también a Jesús que estaba de pie a la derecha de Dios,
56. y exclamó: – ¡Miren! ¡Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está de pie a la derecha de Dios!
57. Entonces, los integrantes del sanedrín gritaron fuertemente, taparon sus oídos, y se lanzaron todos contra Esteban.
58. Lo sacaron con violencia de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los que lo habían acusado falsamente le quitaron sus ropas, y las dejaron a los pies de un joven llamado Saulo.
59. Mientras que lo apedreaban, Esteban oraba diciendo:  – Señor Jesús, recibe mi espíritu;
60. Y arrodillándose, gritaba diciendo:  – ¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!  Y habiendo dicho esto, murió.
  


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