4:1. Los jefes, practiquen siempre lo justo y la equidad con sus empleados, conscientes que ustedes tienen un patrón en el cielo, que es el Señor.
Instrucciones adicionales 2. Perseveren siempre en la
oración προσευχῇ (proseujé) sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, en caso dativo singular, traduce: en la oración, viene del nominativo προσευχή (proseujé), una nueva palabra que Jesucristo pronunció para hablar de la oración. Vocablo que no se encuentra en el léxico del griego clásico, porque es una de las palabras que conforman el 5% de términos propios del cristianismo y del Nuevo Testamento.
En su etimología προσευχή, tiene tres raíces: 1. πρός (pros) indica intimidad e identidad, cuando se usa esta partícula da a entender una unidad entre dos partes, por eso, cuando la persona ora se identifica con Dios en Cristo Jesús. La persona que ora va adquiriendo el carácter de Cristo en su vida. 2. εὑ (eu) viene de εὑρίσκω (eurisco), que significa encontrar la transformación de la existencia, es decir, que a medida que la persona ora, experimenta una transformación y renovación, es un proceso terapéutico. 3. χή (jé) viene de χάρις (járis) significa gracia, que era la máxima condecoración que el rey daba a un soldado que había sido héroe en la batalla, compartiendo la vida con él. La gracia es que Dios comparte su vida con el creyente en Cristo Jesús. En griego hay dos términos para vida, βίος (bíos) significa la vida fisiológica, y Ζωή (zoé) el desarrollo pleno de la vida biológica. El creyente por medio de la oración recibe esta vida plena compartida por Dios a través de la gracia. Por lo tanto, χή (jé) significa recibir la plenitud de vida en Dios. Con todo eso podemos concluir que, Jesús cuando habla de oración, hace referencia a un encuentro de intimidad con Dios en el que vamos adquiriendo la identidad de Cristo a través de un proceso terapéutico de renovación y transformación para vivir plenamente la vida en Cristo Jesús.
, practicando y manteniéndose firmes en ella con acción de gracias;
3. siempre oren por nosotros, con el propósito de que Dios nos abra puertas para predicar la palabra, que contiene el misterio de Cristo, por esta razón yo estoy preso,
4. intercedan por mí, para que yo pueda hablar correctamente y presentar inteligentemente la palabra.
5. Sepan relacionarse sabiamente con los que no son cristianos, con el objetivo de usar bien el tiempo y las oportunidades.
6. Siempre hablen de forma agradable, que lo que digan sea pertinente, y respondan con inteligencia.
Saludos finales 7. En cuanto a mí, Tíquico les dará noticias mías, él es un amado hermano, fiel ministro y un gran amigo en el Señor,
8. a quien envié a ustedes, con el propósito de que reciban información de primera mano acerca de cómo estamos, y también para animarlos en sus corazones,
9. juntamente con él, también va Onésimo, fiel y amado hermano, es uno de ustedes, ellos les harán saber todo sobre nosotros y de lo que pasa aquí.
10. Les manda saludos, Aristarco mi compañero de la prisión, y Marcos el primo de Bernabé, del cual ustedes ya recibieron instrucciones, si él va por allá, por favor, recíbanlo bien;
11. también les saluda Jesús, llamado Justo, él es un judío que se ha convertido en un colaborador para el reino de Dios, y es para mí un consuelo.
12. También les saluda Epafras, él es uno de ustedes, comprometido con Jesucristo, siempre intercediendo por ustedes en sus oraciones, para que estén firmes, perfectos, y asegurados completamente en el cumplimiento de la voluntad de Dios;
13. doy testimonio de él, ya que se preocupa mucho por ustedes, por los que están en Laodicea y también por los que están en Hierápolis.
14. También les manda saludos Lucas el médico amado, y Demas.
15. Saluden a los hermanos que están en Laodicea, extiendan también nuestro saludo a la hermana Ninfa, y a la Iglesia que está en la casa de ella.
16. Y cuando esta carta sea leída entre ustedes, que también sea leída por los laodicenses, en la Iglesia de ellos, y la carta que escribí para Laodicea, léanla ustedes también.
17. Díganle a Arquipo: que cumpla con el ministerio que recibió del Señor.
18. Bueno, yo Pablo, los saludo, de mi propio puño y letra, no se olviden de mis cadenas. Que la gracia sea con ustedes.