Marcos Capítulo 3

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Títulos:
Jesús sana y hace el bien en sábado
Jesús enseña y sana a la multitud
Jesús llama a los doce
La blasfemia contra el Espíritu Santo
La madre y los hermanos de Jesús
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Introducción

INTRODUCCIÓN GENERAL

Propósito del libro

La comunidad de Marcos está amenazada por las persecuciones. Son cristianos que habían sido paganos y viven en la tensión que genera tanto la persecución y muerte, como la espera por el regreso de Cristo. Entonces Marcos propone una fe que no es tranquila, fácil o suave, sino una fe militante que enfrenta contradicciones y muchos riesgos. Esto tiene razón al ver la situación de la iglesia cristiana en Roma ante el imperio.13

Sin embargo, el propósito de Marcos es más que presentar una fe militante. Para Theodore Weeden, Marcos escribe en reacción a una herejía en dos momentos: primero, el rechazo de los discípulos a la idea de mesías de Jesús, precisamente por el rechazo al sufrimiento. Los discípulos en labios de Pedro reconocen que Jesús es el Cristo, pero lo abandonan en su sufrimiento. Es decir, no entienden que el mesías sufre.

Así, su fe en Jesús solo tiene sentido si el mesías refleja gloria y no sufrimiento. Esa es la razón del abandono de los discípulos y la negación de Pedro; y segundo, debido al retraso de la parusía, se corría el riesgo que cualquiera se proclamara el cristo por performar milagros o algo similar: mirad que nadie os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos (13:5-6).1 Finalmente, el propósito de Marcos es doble: afirmar una teología de la cruz, del sufrimiento. Jesús no es el Cristo sin sufrimiento, por tanto el cristiano no es cristiano sin sufrimiento; y afirmar que solo Jesús es el Cristo y que su venida genera esperanza, un seguimiento que se afirma por el Espíritu Santo.


Capítulo 3

Jesús sana y hace el bien en sábado

1. Jesús entró nuevamente en la sinagoga, allí había un hombre que tenía la mano paralizada.
2. A Jesús lo vigilaban atentamente, para ver si sanaba a alguien el sábado, y poder acusarlo.
3.. Jesús le dijo al hombre que tenía la mano paralizada: – ¡Levántate y ponte en medio!
4. Jesús se dirigió a ellos y les preguntó: – ¿Qué es permitido hacer en sábado: hacer el bien o hacer el mal; salvar una vida o matar? Pero ellos escuchaban calladitos.
5. Entonces, Jesús miró alrededor con indignación por causa de la dureza del corazón de esta gente, por motivos religiosos, y le dijo al hombre: – Extiende tu mano; Él la extendió, y la mano quedó sana.
6. Entonces salieron los fariseos con los herodianos y empezaron a diseñar un plan contra Jesús, para matarlo.
Jesús enseña y sana a la multitud

7. Jesús y sus discípulos se retiraron al lago, y una gran multitud le seguía, gente de Galilea, de Judea,
8. de Jerusalén, de Idumea, de más allá del Jordán, de la región de Tiro y de Sidón, y todos ellos formaban una gran multitud, personas que vinieron hacia Él por haber escuchado de las grandes cosas que hacía.
9. Como había tanta gente, Jesús dijo a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca, para que la multitud no lo apretujara.
10. Ya que Él sanó a muchos, y los que tenían dolencias, caían sobre Él, con el objetivo de tocarlo y quedar sanos.
11. Los espíritus malignos, cuando veían a Jesús, se postraban ante Él y gritaban: – Tú eres el Hijo de Dios.
12. Y Jesús los reprendía severamente, para que no dijeran quién era Él.
Jesús llama a los doce

13. Jesús subió a la montaña, y llamó a quien Él quería, y fueron junto con Él.
14. Él escogió a doce para que le acompañaran siempre, con el propósito de enviarlos a predicar,
15. y que tuvieran autoridad para sanar enfermos y expulsar demonios.
16. Y los doce designados fueron: Simón (a quién llamó Pedro);
17. Santiago y Juan, hijos de Zebedeo (a quienes llamó Boanerges, que significa hijos del trueno);
18. Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el zelote,
19. Judas Iscariote (quien después lo entregó).
La blasfemia contra el Espíritu Santo

20. Jesús fue a la casa, y nuevamente una multitud se reunió alrededor, eran tantas las personas que Jesús y sus discípulos ni siquiera podían comer.
21. Cuando lo escucharon sus parientes, salieron para arrestarlo, porque decían: – Se volvió loco.
22. Los maestros de la ley que bajaron desde Jerusalén, dijeron: – Está poseído por Beelzebú, por eso expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.
22. Entonces, Jesús los llamó y les dijo usando comparaciones: – ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
24. Si un reino está dividido contra sí mismo, no puede permanecer por mucho tiempo;
25. si una casa está dividida contra sí misma, tampoco podrá permanecer.
26. Si Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no podrá permanecer en pie por mucho tiempo, sino que llegaría a su fin.
27. Nadie puede entrar a la casa de un hombre fuerte, robarle sus bienes, si primero no ata al hombre, y ahí sí puede robarle.
28. En verdad, en verdad les digo, que todo pecado les será perdonado a los seres humanos, incluyendo también las blasfemias;
29. pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, nunca tendrá perdón, sino que está sentenciado al pecado eterno.
30. Jesús dijo todo eso porque ellos le decían: – Tiene un espíritu maligno.
La madre y los hermanos de Jesús

31. Luego, llegó la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron afuera, y enviaron un recado para que viniera donde ellos.
32. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús, le dijo: – Mira, tu madre y tus hermanos están afuera buscándote.
33. Y Él respondió: – ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
34. Y mirando a su alrededor, ya que ellos estaban sentados en círculo, les dijo: – ¡Aquí están mi madre y mis hermanos!
35. Cualquiera que hace la voluntad de Dios, este es mi hermano, mi hermana y mi madre.
 


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