Marcos Capítulo 16

Introducción

INTRODUCCIÓN GENERAL

Propósito del libro

La comunidad de Marcos está amenazada por las persecuciones. Son cristianos que habían sido paganos y viven en la tensión que genera tanto la persecución y muerte, como la espera por el regreso de Cristo. Entonces Marcos propone una fe que no es tranquila, fácil o suave, sino una fe militante que enfrenta contradicciones y muchos riesgos. Esto tiene razón al ver la situación de la iglesia cristiana en Roma ante el imperio.13

Sin embargo, el propósito de Marcos es más que presentar una fe militante. Para Theodore Weeden, Marcos escribe en reacción a una herejía en dos momentos: primero, el rechazo de los discípulos a la idea de mesías de Jesús, precisamente por el rechazo al sufrimiento. Los discípulos en labios de Pedro reconocen que Jesús es el Cristo, pero lo abandonan en su sufrimiento. Es decir, no entienden que el mesías sufre.

10 Leif Vaage, “El evangelio de Marcos: una interpretación ideológica particular dentro de los cristianismo originarios de Siria-Palestina” Revista de interpretación bíblica latinoamericana #29 (Quito, Ecuador: Editorial Verbo Divino, 1997), 13.
11David Rhoads, Joanna Dewey y Donald Michie, Marcos como relato (Salamanca, España: Sígueme, 2002), 15.

12Leif Vaage, 16-23. 13Etienne Charpentier, 77.

Así, su fe en Jesús solo tiene sentido si el mesías refleja gloria y no sufrimiento. Esa es la razón del abandono de los discípulos y la negación de Pedro; y segundo, debido al retraso de la parusía, se corría el riesgo que cualquiera se proclamara el cristo por performar milagros o algo similar: mirad que nadie os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos (13:5-6).1 Finalmente, el propósito de Marcos es doble: afirmar una teología de la cruz, del sufrimiento. Jesús no es el Cristo sin sufrimiento, por tanto el cristiano no es cristiano sin sufrimiento; y afirmar que solo Jesús es el Cristo y que su venida genera esperanza, un seguimiento que se afirma por el Espíritu Santo.


Capítulo 16

La resurrección de Jesús

1. Cuando terminó el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé, compraron hierbas aromáticas perfumadas para ir a ungir el cuerpo de Jesús.
2. Muy temprano en la mañana del domingo, apenas salió el sol, ellas se fueron a la tumba.
3. Ellas decían entre sí: – ¿Quién nos ayudará a remover la piedra que está en la entrada de la tumba?
4. Es una piedra muy grande. Cuando llegaron, se dieron cuenta de que ya habían quitado la piedra.
5. Cuando entraron a la tumba, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una ropa blanca; y ellas se asustaron.
6. Pero él les dijo: – No se asusten; sé que ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado, ¡Él resucitó! ¡No está aquí!, miren el lugar donde lo colocaron, está vacío.
7. Pero vayan, a decirles a sus discípulos y en especial a Pedro, que Jesús ya se adelantó para ir a Galilea, allí lo verán Resucitado, como Él ya se los había dicho.
8. Ellas huyeron de la tumba, espantadas, temblando de temor, y no dijeron nada a nadie; porque tenían miedo.
Las apariciones del Resucitado

9. Jesús resucitó el domingo temprano, y se apareció primero a María Magdalena, a quién había liberado de siete demonios.
10. Ella se fue y comunicó esta gran noticia a los discípulos de Jesús, que estaban muy tristes y sufriendo por la muerte del maestro.
11. Cuando ellos escucharon el testimonio de que Jesús había resucitado y fue visto por ella, no le creyeron.
12. Después Jesús se apareció con un aspecto diferente a dos de sus discípulos, que caminaban hacia al campo,
13. ellos comunicaron lo que vieron a los otros discípulos, pero no les creyeron a ellos tampoco.
14. Por último, cuando estaban sentados a la mesa, se les apareció a los once discípulos, y Jesús les regañó por la incredulidad y la dureza de sus corazones, porque no les creyeron a los que habían testificado de su Resurrección.
La gran comisión

15. Y les dijo: – Vayan por todo el mundo, viviendo constantemente el evangelio, proclamando este mensaje de transformación a toda criatura.
16. El que cree y se bautice, será salvo, pero el que no cree, está condenado.
17. Estas señales seguirán a los que han creído: en mi nombre expulsarán demonios y hablarán en nuevas lenguas;
18. tomarán en sus manos serpientes, y beberán veneno, y no les pasará nada; impondrán las manos sobre los enfermos y sanarán.
La ascensión de Jesús

19. Cuando Jesús terminó de hablar, fue llevado hacia el cielo y se sentó a la derecha de Dios.
20. Los discípulos salieron a todas partes anunciando el evangelio que transforma toda la existencia humana, y Jesús los respaldó en sus palabras y señales.
 


Volver arriba
Comparte la bendición: