Hebreos Capítulo 3

INTRODUCCIÓN GENERAL

PAUTAS INTRODUCTORIAS

 I.    PAUTAS INTRODUCTORIAS

Habiendo tantas versiones de la Biblia, nos hacemos la pregunta ¿amerita un trabajo más de traducción? y en este caso concreto sobre la carta a los hebreos. Nuestra respuesta es un rotundo, sí. Hay muchas razones que justifican, pero nos limitaremos solo a dos:

1. Todo idioma es formado por palabras que nacen, crecen se multiplican y mueren, por lo tanto, un trabajo de “traducción contemporánea” lo que hace es, actualizar las ideas bíblicas escritas en tiempos remotos (A.T. en hebreo y N.T. en griego) a la usanza de los tiempos actuales.

2. Todo trabajo de traducción bíblica se tiene que hacer usando herramientas científicas sobre los idiomas originales (hermenéutica, exégesis, otros) solo para descubrir el carácter polisémico de la palabra de Dios (Heb. 4:12), es decir, ninguna traducción, o interpretación agota el sentido fontanal de las Sagradas Escrituras.

Ahora bien, en el siglo primero de la era cristiana circulaba mucha literatura anónima con el ánimo de fortalecer la fe de los nuevos creyentes en los caminos del cristianismo, así en las iglesias, posiblemente también era leída esta carta que le dieron el nombre de “carta a los hebreos” y además en algunos círculos se la tuvo que relacionar con el apóstol Pablo (como posible autor) para facilitar su proceso de canonización. Es un escrito que tiene pretensiones de ser una carta, pero no reúne en sí, las características de una carta formal de aquella época. Siendo más bien un manual de exhortación para la vida cristiana pero muy bien fundamentada con principios bíblicos y teológicos teniendo como fondo, para ello, el Antiguo Testamento, la tradición primitiva, el paulinismo, incluso algunas ideas de la filosofía de Filón. Según criterio de muchos expertos, el autor de esta carta, era un profundo conocedor del idioma y la filosofía griega, usó un griego elegante para escribir e hizo algunos alcances de palabras técnicas y elaboradas de la filosofía griega sobre todo la de Filón.

II.             Características del libro, con sus inclinaciones teológicas

 La epístola a los hebreos empieza como un sermón y termina como una carta, tampoco es como las típicas cartas paulinas donde primero tiene una parte doctrinal y en lo que sigue las enseñanzas prácticas, sino que entremezcla la instrucción y la exhortación de manera continua.  Usa la palabra MEJOR para hacer notar el contraste entre todas las cosas buenas del judaísmo y todo lo mejor llegado con Jesús de Nazaret (de hecho, también es la carta que más datos aporta sobre el Jesús histórico).  Así, Jesús es mejor que los ángeles, que Moisés, Josué, Aaron, el Nuevo Pacto es mejor que el Antiguo, Jesús realiza un mejor sacrifico, etc. 

Y en cuanto a su intención teológica hace una presentación de una cristología enfatizando la vida encarnada de Jesús de Nazareth, muestra a un hombre entre los hombres, participando de la misma naturaleza (2:14) hecho igual al hombre en todo (2:17) sujeto a tentaciones, ofreciendo ruegos y suplicas a Dios (5:7), pero sin defecto y sin pecado, llegando a ser “autor de eterna salvación” (5:9) para los hombres.

Otra línea teológica que desarrolla a profundidad es la obra salvífica de Cristo, pues contrasta las debilidades del orden anterior para ofrecer salvación perfecta y completa con el sacrificio único y perfecto de Cristo.

Otras ideas teológicas que recorren el libro son sobre la fe y la salvación, aunque no explica con claridad cuál es el significado de la fe, sí describe los resultados de la fe y en cuanto a la salvación nos dice que Dios nos salva de todos los poderes que nos esclavizan como el pecado, el diablo, etc. Y la salvación es un verdadero reposo que Dios otorga al creyente.

III.           Extensión

La Epístola a los Hebreos, comparado con las otras cartas del N. T. diremos que es de extensión promedio pues consta de 13 capítulos repartidos en 303 versos, es útil hacer notar que los libros de la Biblia al comienzo no tenían capítulos ni versículos, fue en el año de 1560 d.C. que se publicó por primera vez con los mismos y se le llamó la Biblia de Ginebra.  Siendo el trabajo de Stephen Langton dividir por capítulos y el de Robert Estienne en versículos.

IV.           Formación del libro

En cuanto a la formación del libro, el autor utilizó como técnica literaria el denominado quiasmo, consistente en desarrollar las ideas en forma concéntrica de modo que la parte más importante se encuentra en el centro del escrito, es así que la parte inicial se relaciona con la final y las partes medias entre sí, destacando la idea central que desea exponer.  Y en cuanto al género literario, ya se mencionó que no es una carta en el sentido estricto pues no tiene las partes que la caracterizan como tal, esto es:  un saludo inicial, presentación del autor, destinatarios, acción de gracias, bendición, despedida, saludos finales, etc. Se la considera más como un escrito de exhortación. Al final tiene un añadido donde se menciona a Timoteo, y por ello han tratado de relacionarlo con el apóstol Pablo como posible autor. 

Autor y fecha

Propósito del libro

2.     Propósito del libro

Hay una discusión polarizada por precisar quiénes fueron los destinatarios de la carta, hay quienes defienden que fueron judeocristianos y otros sostienen que la carta iba dirigida a paganos cristianos, la verdad, los argumentos que presentan cada uno, son convincentes para cualquiera de los bandos.  Por el tenor de la carta, se puede deducir, que cualesquiera que hayan sido los destinatarios, eran personas que estaban pasando momentos de gran dificultad, (quizá una persecución), y esta situación hacía que la fe de ellos, se iba enfriando a niveles de provocar una deserción de la vida cristiana, volviendo al judaísmo, o a las antiguas prácticas paganas, por lo que el autor recurre a la exhortación para infundirles aliento. Les dice entre otras cosas: “¿cómo escaparemos del castigo si despreciamos o descuidamos la salvación tan magnífica que hemos recibido?” (2:3), les pide no dejar de congregarse (10:25) y sobre todo les pone como ejemplo de sufrimiento y capacidad de aguante a Cristo. “Si alguna vez se sienten sin fuerzas, cansados y desanimados en sus caminos de fe, piensen en el ejemplo Jesús, quien soportó con resiliencia el maltrato contra Él mismo de parte de los pecadores. (12:3) y les pide vivir focalizados en Jesús, autor y perfeccionador de la fe. “Fijando la mirada en el autor y perfeccionador de nuestra fe, Jesús, el mejor ejemplo de fe, que miró el dolor con los ojos de fe para redención, soportando la cruz, el maltrato, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. (12:2).

Bosquejo

Portada


Capítulo 3

Jesús el centro de nuestra fe: Es superior a Moisés

3:1. Por lo tanto, hermanos, ustedes que han sido santificados y que tienen parte en el mismo llamamiento celestial, consideren a Jesús, apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos; Jesús es el centro de nuestra fe.
2. Jesús fue fiel a Dios, en la misión que Dios le asignó, de ayudarnos, así como Moisés también fue fiel en su misión cuando Dios le asignó para ayudar a todo su pueblo.
3. De hecho, Jesús ha sido estimado digno de mayor honor que Moisés, así como el constructor de una casa recibe mayor honor que la casa misma, es decir, Jesús es superior a Moisés.
4. Porque toda casa tiene un constructor, pero el arquitecto y constructor de todo el universo es Dios.
5. Moisés fue respetado como siervo fiel en toda la familia de Dios y su trabajo era testificar lo que Dios iba a anunciar;
6. pero Cristo, como un Hijo superior en la familia de Dios, se responsabiliza de la casa, nosotros somos esta casa; somos la familia de Dios siempre y cuando nos mantengamos seguros y confiados de testificar la esperanza que tenemos. 
Permanezcan firmes y obedientes a Dios

7. Por eso, como dice el Espíritu Santo: “Si ustedes oyen hoy la voz de Dios,
8. no endurezcan el corazón, no sean tercos, como lo fueron los israelitas en la rebelión, en el periodo de prueba en el desierto. Ellos se rehusaron a obedecer a Dios.
9. Allí sus antepasados pusieron a prueba mi paciencia, a pesar de haber visto mis obras cuarenta años.
10. Por eso me indigné con aquella generación, y dije:  Siempre se extravían en sus corazones, y no han reconocido mis caminos.
11. Así que, en mi enojo, hice este juramento: “Ellos nunca llegarán a su destino, pues si confiaran en mi promesa, lograrían descansar”
Cita a Salmos 95:7-11.

12. Miren hermanos, ¡Cuídense!  Que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo;
13. al contrario, mientras aún queda tiempo, mientras todavía exista ese «hoy», anímense los unos a los otros constantemente, para que ninguno de ustedes permita que el pecado le engañe y lo vuelva tan terco que le impida seguir transformándose.
14. Porque nosotros hemos llegado a tener identidad en Cristo, con tal que permanezcamos firmes y obedientes a Dios hasta el final como lo hicimos desde el comienzo.
15. Por eso les repito: “Si ustedes oyen hoy la voz de Dios, no endurezcan el corazón, no sean tercos, como lo fueron los israelitas en la rebelión, en el periodo de prueba en el desierto.
16. ¿Y quiénes fueron los que escucharon la voz de Dios y aun así se rebelaron contra él? ¿No fueron acaso todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés?
17. ¿Con quiénes Dios se irritó durante 40 años? ¿No fue acaso con los que pecaron, y se volvieron cadáveres caídos en el desierto?
18. ¿A quiénes les estaba hablando Dios cuando dijo que nunca llegarían a su destino para descansar, sino a los que desobedecieron?
19. Entonces vemos que, por su falta de fe, ellos no pudieron entrar, por no confiar en la promesa de Dios.  
  


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