Juan Capítulo 12

Introducción

INTRODUCCIÓN GENERAL

V. Sobre la portada

Obra: Milagros, sacrificio y resurrección. Medio: Acuarela y bolígrafo
Medidas: 7” x 10”
2022

El contenido de este arte desarrolla lo más impactante del libro de Juan en lo doctrinal, escatológico y práctico. Lo primero que veremos es la tinaja de piedra, representando el primer milagro de Jesús.
La mano y sangre representan el verso que habla sobre el sacrificio mayor, de tal manera amó Dios al mundo, con el amor sacrificial que entregó a su Hijo. La paloma la aceptación del Padre, el ojo es el símbolo que representa el milagro de dar vista a los ciegos en representación también a nuestra vista espiritual.

La Silueta de Jesús es el motivo de nuestra fe, la resurrección, al otro extremo vemos unos puntos azules representando la escatología, en la parte de abajo vemos una corona con pie humano, son los pasos de Jesús en la tierra proclamando el Reino de Dios.


Capítulo 12

Jesús es ungido

1. Seis días antes de la Pascua, Jesús vino a Betania, donde estaba Lázaro, a quien resucitó de entre los muertos.
2. Por lo que le hicieron una cena para Jesús, Marta servía y Lázaro era uno de los que estaba con Jesús en la mesa.
3. Entonces María, tomando medio litro de perfume de nardo puro, de mucho valor, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
4. Y dijo Judas Iscariote, uno de los discípulos de Jesús, el que lo iba a entregar:
5. – ¿Por qué este perfume no fue vendido por 300 denarios, para repartirlo entre los pobres?
6. Pero dijo esto, no porque le importaran los pobres, sino que era ladrón, y él siendo el tesorero del grupo, se robaba la plata de la tesorería.
7. Jesús dijo: – Deja tranquila a María, ya que ella guardó este perfume para el día de mi sepultura.
8. Porque a los pobres siempre los tendrán, pero a mí, no siempre me tendrán.
9. Una multitud de judíos, se enteraron de que Jesús estaba en Betania, y vinieron a este lugar, no solamente por Jesús, sino también motivados por la curiosidad de ver a Lázaro, a quien Jesús resucitó de entre los muertos.
10. Pero los sacerdotes jefes decidieron asesinar también a Lázaro,
11. porque muchos de los judíos, creyeron en Él por causa de esta señal.
La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén

12. Al día siguiente, la multitud que vino a la fiesta, al escuchar que Jesús venía a Jerusalén,
13. tomaron ramas de las palmeras, salieron a recibirlo, y gritaban diciendo: – ¡Hosanna, bendito el que viene en el nombre del Señor, Tú eres el rey de Israel!
14. Jesús halló un asno y se montó sobre él, como ha sido escrito:
15. “No temas, hija de Sión, mira, tu rey viene, montado sobre un pollino de asna.”
16. Estas cosas no las entendieron sus discípulos, pero cuando Jesús fue glorificado, ellos comprendieron todas las señales que hizo Jesús y también recordaron que estaban escritas, y que la Escritura siempre habló sobre Él.
17. La gente testificaba de cuando presenciaron la señal que hizo Jesús, que fue la resurrección de Lázaro;
18. por este milagro de Jesús la gente llegó a recibirlo.
19. Por esta razón, los fariseos se dijeron entre sí: – Miren, no vamos a poder enjuiciarlo ante el sanedrín, ya que todo el mundo lo sigue.
Jesús habla sobre su glorificación a través de la muerte y resurrección

20. Algunos de los que habían subido a Jerusalén para adorar y celebrar la fiesta eran griegos.
21. Estos se acercaron a Felipe que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron diciendo: – Señor, queremos ver a Jesús.
22. Vino Felipe y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
23. y Jesús les respondió: – Ha llegado la hora para que sea glorificado el Hijo del hombre a través de la muerte y resurrección.
24. En verdad, en verdad les digo, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, va a dar muchos frutos.
25. El que ama su vida, la perderá, pero el que odia la vida de este mundo, ganará la vida eterna.
26. Si alguno me sigue, tiene que servirme, y donde estoy yo, ahí también estará mi servidor; y si alguno me sirve, mi padre lo honrará.
27. Ahora mi alma está asustada, ¿y qué diré? ¡Oh, Papá! ¿Sálvame de este momento de angustia?; pero me pongo a pensar que para este momento vine a la tierra.
28. ¡Oh, Papá! Glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo y dijo: – Ya lo glorifiqué y lo glorificaré de nuevo.
29. Entonces, la gente que estaba allí y escuchó la voz, decía: – Fue un trueno; Otros decían: – Un ángel le ha hablado.
30. Jesús respondió: – Esta voz no vino por causa mía, sino por ustedes.
31. En este momento el mundo está en crisis, Satanás, el gobernante de este mundo será echado.
32. Si yo fuera levantado de la tierra para el cielo, en este mismo momento, muchos vendrían hacia mí.
33. Y decía esto, dando a entender de cómo iba a morir.
34. La gente contestó: – Hemos escuchado por la ley, que el Mesías permanece para siempre, y ¿por qué dices que es necesario que el Hijo del hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del hombre?
35. Dijo Jesús: – Por breve tiempo la luz está con ustedes; anden correctamente mientras que tengan la luz, con el propósito de que la oscuridad no les sorprenda; el que anda en la oscuridad no sabe por dónde va.
36. Mientras que tengan la luz, crean en ella, para que sean hijos de la luz. Luego de hablar estas cosas, se fue y se ocultó de ellos.
Los judíos se niegan a creer en Jesús

37. Aunque hizo grandes señales delante de ellos, no creían en Él;
38. con el propósito de que se cumpliera la profecía de Isaías, que decía: “Señor, ¿quién creyó nuestro anuncio? ¿y a quién fue revelada la fuerza del Señor?”
39. Por eso no creían, para que se cumpliera esta profecía, pues Isaías también había dicho que:
40. “Los ojos de ellos están cegados, los corazones de ellos están endurecidos, De modo que no pueden ver con los ojos, ni entender con el corazón, Por eso se volverán a Dios, para que se conviertan y sanen.”
41. Estas cosas dijo Isaías cuando vio la gloria de Dios, y testificó acerca de Él.
42. Sin embargo, muchos de los líderes judíos creyeron en Jesús, pero por causa de los fariseos, no lo confesaron abiertamente, para no ser expulsados de las sinagogas;
43. porque ellos amaban más la gloria de los hombres, que la gloria de Dios.
Las palabras de Jesús juzgarán a la gente

44. Jesús clamó con voz fuerte: – El que cree en mí, no es que cree solo en mí, en el fondo cree en mi Padre que me envió;
45. y el que me ve, ve al que me envió.
46. Yo soy la luz que he venido al mundo, con el propósito de que todo aquel que crea en mí, no permanezca en la oscuridad;
47. y si alguno escucha mis palabras y no las guarda y tampoco las practica, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.
48. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene a alguien que lo juzga; y es la misma palabra que hablé, ella misma lo juzgará en el último día.
49. Porque yo no hablé por mi propia cuenta, sino que el Padre que me envió me enseñó el mandamiento que tenía que hablar;
50. y sé que el mandamiento del Padre es vida eterna. Lo que yo hablo, lo hablo exactamente como el Padre me lo enseñó.
 


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