Devocional

Lugar armonioso

1 Corintios 1:10

“Hermanos, les pido en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se pongan de acuerdo unos con otros para que no haya divisiones entre ustedes; les pido que se unan en torno a las mismas ideas y los mismos propósitos, tengan armonía en el pensar, en el hablar y en el sentir.”

Saber que vives en una casa que ha sido construida con los mejores materiales y por los mejores trabajadores, te da seguridad. Y si a eso le añades el tiempo que ha permanecido intacta contra huracanes y tempestades, sabes que vives en un lugar estable. Pero el tiempo no se detiene, y aunque la estructura esté bien formada, lo que lleva por dentro se va deteriorando. Entonces la armonía entre lo que se presenta afuera y lo de adentro no es la misma. Así también es nuestra vida espiritual.

El fundamento del creyente es Cristo, una vida que se identifica con Él. Y puede ser muy armoniosa, pero si no ponemos atención a lo interior, a esos detalles que a veces se van deteriorando, hace que se pierda toda esa armonía. Muchas veces lo que se ve por fuera, no necesariamente es lo que está adentro. Pablo le dijo a los corintios que se pusieran de acuerdo unos con otros para que no hubiese divisiones y estuviesen en armonía. Cuando nuestro interior no está a la par con lo que somos como hijos de Dios, se levanta una gran división entre nosotros mismos y no puede existir la armonía que nos debe identificar como servidores de Cristo.  

Necesitamos examinar la estructura de nuestro corazón (creyente o no creyente), y si hay algo que no está en armonía en nuestra vida espiritual, hay tiempo para hacer de esa casa, un lugar seguro, estable y sin divisiones. Construyamos cada día ese lugar armonioso, seguro y estable donde muchos desean estar y donde Dios quiere habitar.

Créditos:

Por: Zoraida Aponte Garay

Nacionalidad: Puerto Rico

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