Camarón que se duerme …

Juan 5: 1-17 

Una canción popular dice “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, y muchas veces es esto lo que nos sucede cuando sólo estamos de espectadores. Nos quedamos esperando paralizados en nuestra zona de “confort”. 

Como lo podemos apreciar en esta porción bíblica, tenemos a un hombre que se quedó esperando 38 años, paralítico, sin poder caminar, sin sueños, sin esperanzas y sin la capacidad de disfrutar la vida. El tiempo no tiene sentido si no logramos conectar con nuestro propósito y nos quedamos esperando que alguien pase por nuestra vida y nos diga como lo hizo el Señor, se nos dé el milagrito. 

El versículo 7, nos invita a reflexionar en esta frase “no tengo a ninguna persona que me ayude…” 

Nos cuesta darnos cuenta que somos nosotros los que debemos buscar ayuda, y no estar esperando siempre que los demás se acerquen. Algunas veces nos sentimos en una posición de estar mendigando o generando lástima. 

No te duermas como el camarón, no esperes que las cosas se den por alguien. Espera en el Señor, pero entiende que debes activarte, debes ser proactivo… cambia tu actitud, pero por sobre todas las cosas, cuando te levantes del lugar donde estuviste por años paralítico, recuerda que tu actitud debe ser la de un ganador/a. Esto implica dejar atrás todo aquello que no fue de bendición para tu vida, tu familia y tu entorno. Además, esto implica un claro compromiso de no mirar atrás ni añorar volver a lo mismo. Recuerda que caminar y andar, es activar lo que estaba dormido, y necesitarás de tu mejor versión y una muy buena actitud. 

Camina y corre por tus sueños, por tus proyectos y por una vida diferente. No te olvides que el que te rescató, pagó a precio de sangre tu restauración. 

¡No te duermas, no te quedes atrás y aprovecha la oportunidad! 

Créditos: 

Por: Brenda Pacheco 

Nacionalidad: Argentina.