Juan Capítulo 6

Capítulos: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
Versículos:

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71
Títulos:
Jesús alimenta a más de cinco mil
Jesús camina sobre el mar
La gente busca a Jesús
Jesús, el pan de vida
Palabras de vida eterna
Escúchalo:
Descargarlo 

Introducción

INTRODUCCIÓN GENERAL

Sobre la portada

Obra: Milagros, sacrificio y resurrección. Medio: Acuarela y bolígrafo
Medidas: 7” x 10”
2022

El contenido de este arte desarrolla lo más impactante del libro de Juan en lo doctrinal, escatológico y práctico. Lo primero que veremos es la tinaja de piedra, representando el primer milagro de Jesús.
La mano y sangre representan el verso que habla sobre el sacrificio mayor, de tal manera amó Dios al mundo, con el amor sacrificial que entregó a su Hijo. La paloma la aceptación del Padre, el ojo es el símbolo que representa el milagro de dar vista a los ciegos en representación también a nuestra vista espiritual.

La Silueta de Jesús es el motivo de nuestra fe, la resurrección, al otro extremo vemos unos puntos azules representando la escatología, en la parte de abajo vemos una corona con pie humano, son los pasos de Jesús en la tierra proclamando el Reino de Dios.


Capítulo 6

Jesús alimenta a más de cinco mil

1. Después de esto, Jesús se fue al otro lado del mar de Galilea, también llamado Tiberias.
2. Le seguía una multitud, pues veían las señales que hacía con los enfermos.
3. Jesús subió a la montaña, y se sentó con sus discípulos.
4. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.
5. Levantando Jesús su mirada, vio a una multitud que venía hacia Él y le preguntó a Felipe: – ¿Dónde compraremos pan para que ellos coman?
6. Pero le preguntaba esto para saber qué opinaba Felipe; porque Jesús ya sabía lo que iba a hacer.
7. Felipe le respondió: – Necesitamos doscientos días de trabajo para alimentar a toda esta gente, para que cada uno coma un poco.
8. Andrés, el hermano de Simón Pedro, que era uno de sus discípulos, le dijo a Jesús:
9. – Hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces. Esto no es suficiente para todos.
10. Jesús dijo: – Que estas personas se recuesten. Había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron, pues estaban como cinco mil varones.
11. Entonces, Jesús tomó los panes, y dando gracias, los repartió a los que estaban recostados, igualmente hizo con los pescados. Todos tomaron cuanto querían.
12. Cuando se saciaron, Jesús dijo a sus discípulos: – Recojan lo que sobró, para que no se pierda nada.
13. Recogieron doce canastas con los pedazos de pan de cebada que sobraron.
14. Las personas que vieron la señal que Jesús hizo, decían: – Este es verdaderamente el profeta que viene al mundo.
15. Sabiendo Jesús que iban a venir a apoderarse de Él, para hacerlo rey, se retiró de nuevo solo a la montaña.
Jesús camina sobre el mar

16. En la noche, descendieron sus discípulos al mar,
17. entraron a una barca, y fueron al otro lado, hacia Cafarnaúm; ya era de noche y Jesús no había venido con ellos.
18. Soplaba un gran viento que levantaba las olas en el mar.
19. Cuando habían remado cinco a seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre el mar, y estaba acercándose a la barca; y tuvieron miedo.
20. Él dijo: – Soy yo; no tengan miedo.
21. Ellos le recibieron en la barca, y enseguida llegaron a tierra firme.
La gente busca a Jesús

22. Al día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar sabía que había una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que solo los discípulos entraron en la barca.
23. Llegaron otras barcas de Tiberias, cerca del lugar donde comieron el pan y dieron gracias al Señor.
24. Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, entraron a sus barcas y vinieron a Cafarnaúm buscando a Jesús.
Jesús, el pan de vida

25. Cuando encontraron a Jesús al otro lado del mar, le dijeron: – Maestro ¿Cuándo llegaste a este lugar?
26. Jesús respondió: – En verdad, en verdad les digo, me buscan no porque vieron las señales en el milagro que hice, sino porque comieron y se saciaron.
27. Trabajen no por la comida que perece, y sí por la comida que permanece hasta la vida eterna, ese el alimento que el Hijo del hombre les dará; porque el Padre Dios lo escogió para esta tarea.
28. Entonces, le preguntaron a Jesús: – ¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?
29. Jesús respondió:- Esta es la obra de Dios: Que crean en el enviado del Padre.
30. Le contestaron: – ¿Tú, qué señal haces para que creamos en ti? ¿Qué obra haces?
31. Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como se ha dicho en las Escrituras “Pan del cielo les dio a comer”.
32. Dijo Jesús: – En verdad, en verdad les digo, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, sino mi Padre que les da a ustedes el verdadero pan del cielo.
33. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida plena al mundo.
34. Ellos dijeron: – Señor, danos siempre ese pan.
35. Declaró Jesús: – Yo soy el pan de vida; el que viene a mí de ninguna forma tendrá hambre, y el que cree en mí, nunca más tendrá sed.
36. Pero, como ya les dije, lo que ustedes han visto no han creído.
37. Todo lo que el Padre me da, a mí vendrá, y al que viene a mí, de ninguna manera lo echo fuera.
38. Pues he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió;
39. y esta es la voluntad del que me envió, para que todos los que me ha dado, no se pierda ninguno de ello, sino que lo resucite en el último día.
40. Porque esta es la voluntad de mi Padre, con el propósito de que todo aquel que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
41. Entonces murmuraban los judíos por lo que Él dijo: “Yo soy el pan que bajó del cielo”.
42. Y decían: – ¿No es este Jesús el hijo de José, a quien nosotros conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo nos dice que ha bajado del cielo?
43. Jesús les contestó: – No sean chismosos.
44. Nadie puede venir a mí, a no ser por mi Padre, Él lo traerá y yo lo resucitaré en el último día.
45. Está escrito en los profetas: “Y todos serán enseñados por Dios”; en efecto, todo el que escuchó y aprendió de parte del Padre, viene a mí.
46. No es que alguien haya visto al Padre, sino el que vino de parte de Dios, este sí ha visto y experimentado al Padre.
47. De cierto, de cierto les digo: El que cree, tiene vida eterna.
48. Yo soy el pan de vida.
49. Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron.
50. Aquí está el pan que baja del cielo, para que todo aquel que lo coma, no muera.
51. Yo soy el pan vivo que bajó del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; el pan que yo daré es mi carne, servirá para darle vida plena al mundo.
52. Los judíos discutían entre ellos, diciendo: – ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
53. Jesús dijo: – En verdad, en verdad les digo, a no ser que coman la carne del Hijo del hombre, y beban su sangre, no tendrán vida plena en ustedes mismos.
54. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día.
55. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en Él.
57. Así como el Padre de la vida plena me envió y yo vivo a través de Él, entonces, el que come mi carne y bebe mi sangre, vivirá a través de mí.
58. Este es el pan que bajó del cielo, no el pan que comieron sus padres y murieron, el que come este pan, vivirá para siempre.
59. Estas cosas las enseñó Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm.
Palabras de vida eterna

60. Muchos de sus discípulos, escuchando esta enseñanza dijeron: – Esta enseñanza es lo suficientemente exigente para cumplir; ¿Quién la puede aceptar?
61. Sabiendo Jesús en su interior, que sus discípulos estaban criticando su enseñanza, les dijo: – ¿Esto que he enseñado es motivo de escándalo?
62. ¿Qué pasará cuando vean al Hijo del hombre subir de nuevo al cielo?
63. El Espíritu siempre da vida, la carne no beneficia en nada; estas palabras que yo he hablado son espirituales y dan vida plena.
64. Pero hay algunos de ustedes que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que creían y quién era el que lo entregaría.
65. Jesús siguió diciendo: – Por esto les he dicho que nadie puede venir a mí, a no ser que el Padre lo permita.
66. Desde entonces, muchos de sus discípulos lo abandonaron y ya no andaban con Él.
67. Entonces, Jesús dijo a los doce: – ¿Acaso ustedes también quieren irse?
68. Y respondió Simón Pedro: – Señor, ¿a quién seguiremos? Porque Tú tienes palabras de vida eterna.
69. Y nosotros hemos creído y hemos conocido íntimamente que Tú eres el santo de Dios.
70. Jesús respondió: – ¿Acaso yo no he escogido a los doce? Y uno de ustedes es el opositor.
71. Se refería a Judas Iscariote, hijo de Simón, pues este lo iba a entregar, y era uno de los doce.
 


Volver arriba
Comparte la bendición: