Colosenses Capítulo 2

Introducción

INTRODUCCIÓN GENERAL

Autor de la epístola

En cuanto al autor de la epístola de Colosenses, se ha determinado que tiene un carácter pseudográfico paulino, esto quiere decir que no fue Pablo el escritor original, sino alguien que toma el nombre de Pablo para la elaboración del escrito; sin embargo, se ha establecido que el origen de la carta es dentro de los círculos paulinos en la región de Asia Menor, esto por la mención de ciudades como: Colosas, Laodicea e Hierápolis. Algunos estudiosos creen que el redactor final puede ser Timoteo o algún otro seguidor íntimo de Pablo, esto explicaría la continuidad y discontinuidad de algunos temas presentados en Colosenses. Aunque, cabe la posibilidad de que sean dos autores, ya que el escrito se termina de editar a finales del siglo I e inicios del siglo II.

“La posibilidad de que ambos escritos, en caso de ser inauténticos, sean debidos a autores distintos.”

El parecido con Filemón y su relación en cuanto al lugar

Aparte de las similitudes que tienen Colosenses y Efesios, hay otro libro que pareciera ser fuente de inspiración para Colosenses, este texto es la carta a Filemón. Algunos autores como: Eduard Schweizer, señalaban que la carta a Filemón y la epístola a Colosenses se habían escrito de manera simultánea en un mismo lugar, en Éfeso y ambas cartas iban dirigidas a Laodicea. No obstante, actualmente se ha dicho que el autor de Colosenses si puede haber tomado la carta a Filemón como una carta paulina y a la vez como referencia para establecer el pensamiento paulino. Esto por algunas razones; por ejemplo, los personajes, hay muchos personajes que aparecen en la carta a Filemón y que son mencionados en Colosenses: el hermano de Timoteo, Epafras, Onésimo, Aristarco, Marcos, Lucas, Demas, Arquipo.


Capítulo 2
 
2:1. Quiero que sepan lo mucho que estoy luchando por ustedes, y también por los que están en Laodicea, inclusive por los que no me conocen personalmente, también por ellos lucho;
2. con el propósito de que todos ustedes sean animados en sus corazones, unidos a través del amor sacrificial de Dios en Cristo, y disfruten de toda la riqueza que se refleja en la sabiduría, dispuesta para el conocimiento pleno del misterio salvífico de Dios que es Cristo,
3. en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
4. Todo esto les enseño para que nadie los engañe, con discursos falsos que suenan convincentes.
5. Aunque estoy ausente físicamente, estoy presente con ustedes en el espíritu, alegrándome al ver que ustedes mantienen sus vidas en orden y la solidez de la fe por identidad que tienen en Cristo Jesús.  
La libertad en Cristo

6. Así como recibieron a Cristo Jesús el Señor, sigan sus pasos, viviendo de acuerdo con su carácter constantemente;
7. fundamentados y reedificados en Él, consolidados en la fe por identidad en Cristo, como fueron enseñados, abundando en acción de gracias.
8. ¡Tengan cuidado! Que nadie los engañe o destruya su fe o su conocimiento de Cristo, por medio de falsas y vacías filosofías, que son limitadas por la manera de pensar de los hombres, y basadas en tradiciones humanas, que siguen las filosofías de este mundo y no van de acuerdo con la filosofía de Cristo.
9. Porque en Jesucristo habita en forma corporal toda la plenitud de la divinidad, es decir, Cristo es Dios;
10. ustedes están completos en Él y no necesitan nada más, pues Cristo es la cabeza, tiene todo poder y autoridad.
11. En Cristo ustedes fueron circuncidados, no con una circuncisión física, realizada por manos humanas, sino con una circuncisión espiritual que consistió en renunciar a una vida de pecados;
12. en el bautismo, ustedes fueron sepultados con Él y también fueron resucitados con Él mediante la fe en el poder de Dios que lo levantó de entre los muertos.
13.  Ustedes, estaban muertos por sus delitos y no formaban parte del pacto que Dios había hecho con su pueblo242, a pesar de eso, Dios tuvo misericordia y les dio una vida de calidad junto con Cristo, perdonándolos de todos sus pecados,
14. anulando la deuda que teníamos por no haber cumplido con los requisitos de la ley, Dios nos libró de las consecuencias y de las maldiciones de nuestras faltas, clavando nuestras culpas en la cruz de Cristo,
15. quitando fuerza a los principados y potestades que generaban maldad, y exhibió en público en la cruz, el triunfo de Cristo sobre el pecado.
16. Por tanto, que nadie los critique o los juzgue en cuanto a la comida, a la bebida, con relación a la práctica de las fiestas y sobre todo por la observancia del sábado, ni cumplan con las fiestas de la luna nueva, ustedes ya no están obligados a cumplir con estos ritos religiosos;
17. todas estas ceremonias religiosas del pasado, ahora son simplemente sombras, de las cosas maravillosas que están viniendo constantemente a través de la presencia salvífica de Cristo.
18. Que ningún religioso les quite la alegría, de ser humildes y presentar culto a Dios de manera espiritual, que no se metan a interferir en este gozo, ya que están llenos de orgullo por su mente carnal,
19. estos religiosos realmente no están unidos a Cristo, quien es la cabeza que une todos los miembros y las articulaciones, y fomenta el crecimiento que Dios desea para todo el cuerpo.
20. Si con la muerte de Cristo, ustedes fueron liberados de las opresiones de este mundo, ¿por qué ahora se intimidan por preceptos establecidos por personas que viven en este mundo?
21. Por ejemplo, cuando les dan órdenes tales como: no agarres o no toquen esto, no coman aquello,
22. todas estas reglas basadas en la materialización de la fe, son relativas, y en poco tiempo dejan de tener sentido, porque no pasan de mandatos y enseñanzas de hombres.
23. Tales prácticas religiosas, presentan doctrinas que aparentan sabiduría, porque parecen fomentar la humildad, el sacrificio y el dominio severo del cuerpo de forma momentánea, pero de nada sirven frente a los apetitos de la naturaleza pecaminosa.  
  


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