Los mil años El milenio: La mística del milenio quizás sea una de las porciones más distorsionadas de el libro de Apocalipsis, se cree que incluso dificultó su entrada al canón, y ha lo largo de los siglos ha generado muchos problemas de interpretación, así como ha dividido los lectores en diferentes grupos escatológicos muy segmentados de acuerdo a sus interpretaciones del milenio, tenemos premilenistas, postmilenistas, amilenistas; que dentro de los mismos se van ramificando aún más. No obstante, en esta traducción el propósito no es respaldar o denunciar una línea doctrinaria, el objetivo principal es rescatar la mayor parte de la riqueza exegética del texto, que es cargado de profundo simbolismo, con abundancia de detalles, pero con un mensaje principal claro, Jesucristo es el rey verdadero, que reina y reinará en la totalidad de la historia (por eso los mil años, un múltiple potencializado de diez, significa de manera intensificada, plenitud, valor completo, totalidad). En la interesante narrativa simbólica el terrible dragón, llamado por muchos nombres, es encadenado y el Cordero, su ética y su autoridad como rey es predominante. El anuncio del milenio es evangelio, un mensaje que transforma toda la existencia humana, buenas nuevas, de la forma más concreta y específica; estamos llamados a vivir y actuar, hoy y ahora, conforme a esta visión del reino de Dios, así como la propuesta de Jesucristo, desde que nos enseñó a relacionarnos con Dios fue pidiéndole a Dios «venga tu reino, sea hecha tu voluntad». Como cristianos debemos estar empeñados en crear un anticipo del reino de Dios sobre la tierra, con la esperanza de un mundo sin bestias y prostitutas, con el Dragón atado y el amor sacrificial suelto. Esta esperanza, fundada en la resurrección del Señor y alimentada por la esperanza de su venida triunfante, nos inspira a un estilo de vida que podríamos llamar apocalíptico y milenarista. Para eso escribe el autor, para ayudar a que sus lectores y lectoras comprendan el momento presente que viven y afirmar, desde ya, la victoria y el reinado de Cristo.