Marcos Capítulo 14

Introducción

INTRODUCCIÓN GENERAL

 

El texto bíblico es producto de las condiciones culturales, históricas y religiosas que lo producen; no surge en un vacío cultural. Cuando se lee el texto bíblico no solo se lee un escrito, sino una práctica, una creencia, una fe, una forma de vida. Es sabido que entre el texto bíblico y el lector actual existe una brecha histórica, cultural y hermenéutica. Histórica, porque se sitúan en tiempos históricos diferentes; cultural, porque las prácticas y formas de pensar han cambiado; y hermenéutica, porque la forma de interpretar los tiempos y los eventos es distinta. Por tanto, para comprender mejor el mensaje del evangelio de Marcos, es necesaria una introducción general que aborde los aspectos esenciales de este texto.

El evangelio de Marcos es escrito en un dilecto del griego llamado Jónico. Comúnmente utilizado entre las colonias de campesinos, artesanos y gente del vulgo. Este tipo de griego es rústico, arcaico y práctico.1 Por ser un griego corriente, no es muy rico en estilo ni presentación, es práctico; es característico que su escritura no siga las reglas gramaticales de forma estricta, refleja una sintaxis libre. Esta escritura permite presentar a Jesús en constante movimiento, de aquí para allá, haciendo esto y aquello. Sin embargo, a pesar de sus incorrecciones gramaticales, el evangelio de Marcos presenta una viveza y realismo en su narrativa que capta al lector desde el primer momento de su encuentro con el texto.2

Literariamente, me gustaría describir algunas características del evangelio de Marcos. (1) la Fraseología, Marcos usa giros familiares propios del habla común como la combinación entre el verbo ser, estar y venir con el presente participio que permite reflejar mejor la acción: Jesús vino… predicando el evangelio del Reino diciendo (1:14-15, 39-40). (2) Semitismos y latinismos, Marcos emplea algunas frases semitas del arameo y las explica, como Boanerges (3:17), talita kumi (5:41), Abba (14:36), Eloí, Eloí lamma sabbakhtaní (15,34); también emplea transcripciones del latín como centurión (15:39, 44-45), legión (5:9, 15), cuadrante (12:42) y flajelar (15:15).

1 Yattenciy Bonilla, Descubriendo el misterio del texto bíblico (Quito, Ecuador: Clai, 2005), 15.
2 Rafael Aguirre Monasterio y Antonio Rodríguez Carmona, Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles (Navarra, España: Editorial Verbo Divino, 1992), 105.

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(3) Narrativas vivas, realistas y coloridas pues presenta detalles de lugares (1:38; 2:11), de personas como la niña que tenía 12 años (5:42), sentimientos como lástima y cólera en Jesús (1:41; 3:5), acciones como romper el techo por los amigos del paralítico (2:14). (4) Por último, la dramatización como es el caso de la pasión de Juan el Bautista que concuerda con la pasión de Jesús en momentos como el drama inicial o aprehensión, segundo momento o sentencia, y por último el desenlace que es la ejecución y sepultura.3 Por tanto, estamos ante un texto vivo, detallista y apasionante; muy bien construido.

Con relación al recibimiento y extensión del texto de Marcos, según la crítica textual, la versión primitiva del evangelio no ha llegado de forma completa y buena. Esto se atestigua en papiros como el 45 que contiene fragmentos y ubica a principios del siglo III, manuscritos como el Sinaítico y Vaticano que lo contienen completo y ambos son del siglo IV. Este evangelio consta de 16 capítulos (1:1-16:8). La crítica textual ha identificado el 16:9-20 como un apéndice que fue añadido en época temprana, hacia el 150 d.C.4 La razón del añadido es para darle un final acorde al texto. Sin embargo, se sabe que la intención de Marcos era dejar el relato del evangelio abierto a la experiencia del lector.5

Existen varias teorías que explican la formación del evangelio de Marcos. Hasta ahora las más aceptadas son la Teoría de las dos fuentes y la Teoría de Boismard. La teoría de las dos fuentes muestra que Marcos es el evangelio más antiguo, y que Mateo y Lucas lo utilizan independientemente como fuente, considerando que la materia común entre estos últimos que no está en Marcos, procede de una fuente hipotética llamada Q; Marcos no toma información de Q. Esta teoría encuentra inicios en Schleiermacher, luego se desarrollará en los trabajos de exégetas como Weisse, Wilke y Holtzmann. Por otro lado, la teoría de las múltiples fuentes de Claude Boismard quien dice que los evangelios eran producto de 4 fuentes: los documentos A, que contenía algunos dichos y relatos de origen palestino y judeocristiano, el documento B, reinterpretación de A para iglesias cristianas griegas, y el documento C, tradición arcaica de origen palestino; y por último Q.6

3 J. Auneau, F. Bovon, E. Charpentier, M. Gourgues y J. Radermakers, Evangelios Sinópticos Y Hechos De Los Apóstoles (Madrid, España: Ediciones Cristiandad, 1982), 88-93.
4 Rafael Aguirre y Antonio Rodríguez, 103.
5 J. Auneau, F. Bovon, E. Charpentier, M. Gourgues y J. Radermakers, 141.

6 Yattenciy Bonilla, 44-51; Rafael Aguirre y Antonio Rodríguez, 67-72.

Lo que se busca al explicar estas teorías es que el lector sea consciente del proceso de escritura y fuentes de los evangelios que permiten comprender las similitudes y disimilitudes en los escritos evangélicos.

 


Capítulo 14

Un plan para matar a Jesús

1. La fiesta de la Pascua y de los panes sin levadura empezaría en dos días, los sacerdotes jefes y los maestros de la ley buscaban la forma de engañar a Jesús, para encarcelarlo y asesinarlo.
2. Pero ellos decían: – No podemos encarcelarlo y tampoco asesinarlo en plena fiesta, porque puede ser que el pueblo haga una revuelta en favor de Jesús.
Jesús es ungido en Betania

3. Jesús estaba en Betania, en la casa de Simón el leproso, sentado a la mesa junto con el anfitrión, y entró una mujer que tenía un frasco de alabastro, de perfume de nardo puro, muy caro. Ella quebró el frasco de alabastro y derramó todo el perfume sobre la cabeza de Jesús.
4. Había algunos que estaban indignados, y se preguntaron entre ellos mismos: – ¿Para qué se ha desperdiciado este perfume tan costoso?
5. Porque este perfume se pudo vender por más de trescientos denarios y repartir el dinero entre los pobres; Estaban molestos contra la mujer.
6. Pero Jesús dijo: – Déjenla tranquila, ¿por qué la molestan? Ella tuvo conmigo una linda actitud.
7. Ustedes siempre tendrán a los pobres cerca de ustedes, y pueden ayudarles cuando lo deseen, pero a mí, no siempre me tendrán.
8. Lo que ella hizo fue muy significativo, se anticipó, ungiendo mi cuerpo para la sepultura.
9. En verdad les digo: Dondequiera que se predique el Evangelio en todo el mundo, también se contará lo que ella hizo, para recordarla.
Judas traiciona a Jesús

10. Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, se fue donde los principales sacerdotes para entregar a Jesús.
11. Ellos, al oír la propuesta de Judas, se alegraron muchísimo, y prometieron darle dinero. Judas buscaba la oportunidad para traicionarlo, entregándolo.
La preparación para la Pascua

12. En el primer día de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero y preparaban la Pascua, los discípulos preguntaron a Jesús: – Maestro ¿dónde quieres que prepararemos y comamos la Pascua?
13. Él envió a dos de sus discípulos con las siguientes instrucciones: – Vayan a la ciudad, y encontrarán a un hombre con un cántaro de agua, síganlo,
14. y donde quiera que entre, díganle al dueño de la casa: «El maestro pregunta dónde está el aposento donde Él va a comer la Pascua junto con sus discípulos».
15. Y él les mostrará una gran sala en el segundo piso, alfombrada y lista; allí preparen la Pascua para nosotros.
16. Los discípulos salieron y llegaron a la ciudad, y sucedió tal cual había dicho Jesús, y allí prepararon la Pascua.
17. Al anochecer, Jesús llegó con los apóstoles.
18. Cuando estaban sentados a la mesa, comiendo, Jesús dijo: – En verdad les digo, que uno de ustedes me entregará, el que está comiendo conmigo.
19. Se pusieron muy tristes, y empezaron a decir uno por uno: – ¿Acaso soy yo?
20. Jesús respondió: – Es uno de los doce, el que moja el pan en el mismo plato que yo.
21. Es cierto que el Hijo del Hombre se va, conforme ha sido escrito sobre Él; ¡Pero ay de aquel hombre que por su culpa, el Hijo del Hombre es entregado, mejor sería que no hubiera nacido!
La institución de la Santa Cena

22. Cuando estaban comiendo, Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y distribuyó a sus discípulos, diciendo: – Tomen, esto es mi cuerpo.
22. Y tomando la copa, dio gracias, y la entregó a sus discípulos, y todos bebieron de ella;
24. y les dijo: – Esta es mi sangre, del nuevo pacto, que será derramada en favor de muchos.
25. En verdad les digo, que ya no beberé más del fruto de la vid, hasta el día que yo lo beba de nuevo en el reino de Dios.
26. Después que cantaron un salmo de alabanza, salieron al monte de los Olivos.
Jesús anuncia la negación de Pedro

27. Jesús les dijo: – Todos ustedes me abandonarán, pues está escrito: «Heriré al pastor y las ovejas se dispersarán.»
28. Pero después que yo haya resucitado iré delante de ustedes a Galilea.
29. Pedro contestó: – Aunque todos te abandonen, yo jamás lo haré.
30. Jesús respondió: – En verdad te digo, en esta misma noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, tú me negarás tres veces.
31. Pero Pedro protestó: – Si es necesario que yo muera contigo, lo haré; yo nunca te negaré. Y los demás discípulos decían lo mismo.
Jesús vivió el dolor de la redención en el Getsemaní

32. Llegaron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: – Siéntense aquí, hasta que yo haya orado.
33. Jesús invitó a Pedro, a Santiago y a Juan, para que lo acompañaran; y empezó a sentir mucho miedo, y una angustia muy profunda;
34. y les dijo: – Mi ser está sufriendo tan intensamente, hasta la muerte; permanezcan aquí y acompáñenme en mi dolor.
35. Caminando un poco más adelante, se postró en tierra, orando intensamente, pidiendo a Dios que, si fuera posible, lo librara de este momento doloroso;
36. y decía: – Papito, todo es posible para ti, por favor no me dejes sufrir, tengo mucho miedo de morir, si es posible, líbrame de este momento de dolor. Pero no quiero que se haga mi voluntad, sino la tuya.
37. Luego regresó a donde estaban sus tres discípulos, y los encontró durmiendo, por eso dijo a Pedro: – ¿Así que no pudieron velar conmigo aunque sea por una hora y ser solidarios con mi dolor?
38. Vigilen y oren, para que no caigan en tentación; es cierto que el espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero la carne es débil.
39. Se retiró nuevamente e hizo la misma oración.
40. Y cuando regresó, otra vez los encontró durmiendo, porque no lograban mantener los ojos abiertos, y no sabían que decirle.
41. Regresó por tercera vez y les dijo: – ¿Siguen durmiendo y descansando? ¡Ya es suficiente! Ya llegó la hora, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores.
42. ¡Levántense, vamos! Se acerca el traidor.
El arresto de Jesús

43. Aún estaba hablando Jesús, cuando se presentó Judas, uno de los doce, y con él había una multitud con espadas y garrotes, ellos venían de parte de los principales sacerdotes, de los maestros de la ley y de los líderes del pueblo.
44. Judas les había dado una contraseña a los que iban arrestar a Jesús, diciendo: – Al que yo bese, ese es; arréstenlo y llévenselo con seguridad.
45. Tan pronto cuando llegó, Judas se acercó a Jesús y le dijo: – ¡Maestro! Y lo besó efusivamente.
46. Por eso ellos agarraron a Jesús y lo llevaron como prisionero.
47. Un hombre que estaba junto a Jesús, sacó la espada, golpeó al empleado del sumo sacerdote y le cortó la oreja.
48. Entonces, Jesús dijo: – ¿Por qué me tratan como un bandido peligroso, viniendo con espada y garrotes para hacerme prisionero?
49. Todos los días yo estaba con ustedes enseñando en el templo, y no me agarraron como prisionero; pero todo esto sucedió para que se cumplan las Escrituras.
50. Y todos sus discípulos lo abandonaron y huyeron.
51. Cierto joven, seguía lo sucedido cubierto solo con una sábana sobre su cuerpo desnudo, y trataron de hacerlo prisionero;
52. pero él botó la sábana y huyó desnudo.
Jesús ante el Sanedrín

53. Llevaron a Jesús ante el sumo sacerdote, también se reunieron todos los principales sacerdotes, los líderes del pueblo y los maestros de la ley.
54. Pedro lo siguió de lejos, para acompañar todo lo que estaba pasando, entró al patio de la casa del sumo sacerdote, y se sentó junto con la policía del sanedrín para calentarse cerca de la fogata.
55. Los principales sacerdotes y todo el sanedrín, buscaban una prueba contra Jesús, con el propósito de sentenciarlo a muerte, pero no encontraban nada.
56. Hubo muchas personas que presentaron falsas pruebas contra Él, pero no coincidían entre sí, por ello no tenían validez.
57. Algunos se levantaban y daban falsas declaraciones contra Jesús, diciendo:
58. – Nosotros lo oímos decir que destruiría el templo construido por manos humanas, y que después de tres días construiría otro templo, que no sería edificado por manos humanas.
59. Y aún así, no coincidían las declaraciones entre ellos.
60. El sumo sacerdote se levantó, en medio de todas estas personas, y le preguntó a Jesús: – ¿No respondes nada ante estas declaraciones?
61. Pero Jesús se quedó callado, no respondió nada; El sumo sacerdote le preguntó nuevamente: – ¿Tú eres el Mesías, el Hijo del Bendito?
62. Jesús por fin respondió: – Yo soy el Mesías, y ustedes verán al Hijo del Hombre, sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo entre las nubes del cielo.
63. Cuando escuchó esto, el sumo sacerdote se rasgó la ropa en demostración de enojo y dijo: – Con eso es suficiente, ya no necesito más declaraciones.
64. Ustedes escucharon la blasfemia; ¿qué deciden? Y todos ellos respondieron que Jesús debía ser ejecutado.
65. Algunos empezaron a escupirlo, otros agarraban su rostro, le tapaban los ojos y le daban puñetazos, y decían: – ¡Profetiza, adivina quién te pegó! Y la policía del templo le daba cachetadas.
Pedro niega a Jesús

66. Mientras Pedro estaba abajo en el patio, llegó una de las empleadas del sumo sacerdote;
67. miró fijamente a Pedro que se calentaba junto al fuego y le dijo: – Tú también estabas con Jesús el nazareno.
68. Pero él lo negó, diciendo: – ¡Estás loca, no sé de qué me estás hablando! Y salió a la entrada.
69. La empleada viéndole de nuevo, dijo a los que estaban presentes: – Este es uno de ellos, estaba con Jesús.
70. Pedro lo negó de nuevo. Poco tiempo después, los que estaban presentes, le dijeron a Pedro: – Verdaderamente tú eres uno de ellos; se nota de lejos que eres galileo.
71. Mas Pedro empezó a maldecir y a jurar: – No conozco a este hombre de quién me están hablando.
72. Y al instante, un gallo cantó por segunda vez; y Pedro se acordó de lo que le había dicho Jesús: «Antes de que un gallo cante dos veces, tú me negarás tres veces». Pensando en esto, Pedro lloró amargamente.
 


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