alfa

Αα (alfa)

ἀγάπη (agápe) sustantivo femenino singular, caso nominativo, traduce amor. Sustantivo que deriva del verbo ἀγαπάω (agapáo) etimológicamente se forma de dos raíces: 1. El afijo ἀγ (ag) significa “yo” y 2. El morfema απω (apo) significa clavar un puñal, sacrificar, incomodar, desacomodar. La palabra ágape que traduce amor, sería dejar de ser yo para que el otro sea, desacomodarme yo para acomodar al otro, morir para que el otro viva, es amor sacrificial. 

ἀγάπην (agápen) sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, en caso acusativo singular, traduce al amor. El sustantivo deriva del verbo ἀγαπάω (agapáo), etimológicamente el verbo se forma de dos raíces: 1. El afijo ἀγ (ag) significa “yo” y 2. El morfema απω (apo) significa clavar un puñal, sacrificar, incomodar, desacomodar. La palabra ágape desde este análisis sería dejar de ser yo para que el otro sea, desacomodarme yo para acomodar al otro, morir para que el otro viva, hace referencia a un amor sacrificial. 

ἀγαπᾶτε (agapáte), verbo en voz activa, modo imperativo, tiempo presente, segunda persona del plural, viene del verbo ἀγαπάω (agapáo), etimológicamente el verbo se forma de dos raíces: 1. El afijo ἀγ (ag) significa “yo” y 2. El morfema απω (apo) significa clavar un puñal, sacrificar, incomodar, desacomodar. La palabra ágape desde este análisis sería dejar de ser yo para que el otro sea, desacomodarme yo para acomodar al otro, morir para que el otro viva, hace referencia a un amor sacrificial.

ἀγαπῶμεν (agapomen) Es un verbo en voz activa, modo indicativo, tiempo presente, primera persona del plural, que viene del verbo ἀγαπάω (agapao) que etimológicamente es formado por dos raíces, ἀγ (ag) que significa “yo” y απω (apo) que significa clavar un puñal, sacrificar, incomodar, desacomodar. El amor ágape es entonces dejar de ser yo para que el otro sea, desacomodarme a mí mismo para acomodar al otro, morir para que el otro viva el amor sacrificial.

ἀδελφοὶ (adelfoí) sustantivo masculino, caso nominativo, plural, traduce hermanos. Término que también se usa como adjetivo calificativo. En el versículo realiza la función de sustantivo. El nominativo ἀδελφὸς (adelfos), traduce: hermano de sangre, compañero de tribu, primo hermano, amigo íntimo, familiar lejano, compatriota. Debido a las diversas traducciones que tiene la palabra ἀδελφὸς, el versículo Juan 7:3 al utilizarla en relación con Jesús, no se usa estrictamente para decir que Jesús tenía hermanos de sangre; es decir, no se puede indicar que el texto este afirmando que tenía hermanos, pero tampoco se puede negar que él tenía una familia compuesta por madre y hermanos.

ἀδελφὸς (adelfos) Es un adjetivo calificativo, la versión griega no deja claro a qué tipo de hermano se refiere el texto, en esta versión se asume como compañero de dolor.

αἰτήσητέ (aitéseté) Es un verbo en voz activa, tiempo aoristo, modo subjuntivo, segunda persona plural, traduce: supliquen, no obstante, esta palabra tiene una peculiaridad gramatical.  Los modos en griego existen para indicar la relación del verbo con la realidad. El modo subjuntivo, significa que la acción no está garantizada en la realidad, es una posibilidad, en este caso es una palabra en modo subjuntivo.  La traducción más técnica del griego sería: “si algo piden en mi nombre, es posible que lo haré”.

ἀκροβυστίᾳ (akrobustía) sustantivo femenino, primera declinación, primera sección, caso dativo singular, traduce: en la incircuncisión. Viene del nominativo ἀκροβυστία (akrobustía) que tiene varios significados: incircuncisión o circuncidado. El término se refiere “al gentil”, a la persona que no está circuncidada, personas que no forman parte de la promesa que Dios hizo al pueblo judío. La circuncisión era un rito de iniciación a la religión judía, y un sello indispensable para ser parte del pueblo mediante la sangre.

ἀλήθειαν (aleteian) es un sustantivo femenino de la primera declinación, primera sección en caso acusativo, singular que se traduce “a la verdad”, viene del nominativo ἀλήθεια (aléteia) que significa verdad. El concepto de verdad en el pensamiento griego era la coherencia entre el pensamiento y la realidad, es decir, una persona que actúa como piensa, que es íntegra en su forma de pensar y actuar.

ἀληθείας (aleteías), sustantivo femenino de la primera declinación, primera sección en caso genitivo, singular, traduce “de la verdad”, del nominativo ἀλήθεια (aléteia) que significa verdad. El concepto de verdad en el pensamiento griego es la coherencia entre el pensamiento y la realidad, es decir, una persona que actúa como piensa, que es íntegra en su forma de pensar y actuar.

ἀναπεσεῖν (anapeseín) verbo en modo infinitivo, traduce: recostarse. Viene del verbo ἀναπίπτω (anapípto). El verbo se menciona en los relatos de la pascua judía, escritos en griego. En el tiempo de Jesús, la forma de degustar la celebración pascual se hacía recostados, práctica influenciada por la cultura romana. En las cenas especiales, los romanos comían recostados, como símbolo de libertad o liberación. La tradición pascual judía, insertó esta contribución romana en la forma de comer la pascua, usando la postura de recostarse, como símbolo de libertad. El sentido de la Pascua judía es pasar de la muerte a la vida, de la esclavitud a la liberación. Durante su evolución, la pascua judía fue creciendo en significado y simbolismo, elementos que se adquirieron en el contacto con otras culturas. Para el autor del Evangelio, la Santa Cena o Eucaristía, se realizó dentro de una comida pascual que después fue cristianizada, por ello, los eventos que se relatan en el capítulo seis, Juan los está presentando desde esa perspectiva pascual judía.

ἀναστάσεως (anastáseos), sustantivo femenino, tercera declinación, caso genitivo singular, traduce: de la resurrección o de la transformación. El nominativo ἀνάστασις (anástasis), además de resurrección tiene la acepción de resurgimiento, transformación, cambio de vida, pasar de la oscuridad moral a la luz o claridad mental. En griego hay dos términos para significan resurrección. El primero es ἐγείρω (egéiro) significa levantar, resucitar físicamente, ponerse de pie. En los evangelios cuando hablan de la resurrección de Cristo, usan esta palabra con el propósito de fundamentar una resurrección real y física. En cambio, cuando el apóstol Pablo habla de la resurrección de muertos usa la palabra ἀνάστασις (anástasis) con ella, indica que no necesariamente se refiere a una resurrección física, sino a una transformación de vida, un cambio total en el ser humano. En 1 Corintios 15 Pablo cuando describe la resurrección de muertos usa este término, entendiendo el acontecimiento como un evento escatológico, cuerpos glorificados totalmente transformados, no en sentido físico y sí espiritual. Algunas veces Pablo usa el término ἀνάστασις (anástasis) con relación a Jesucristo, para señalar que la resurrección de Cristo inspira una transformación en sus seguidores.

ἀνδρός (andrós) sustantivo masculino, tercera declinación, en caso genitivo, singular, que traduce del varón. Viene del nominativo ἀνήρ (anér) que significa varón, hombre casado o esposo. Muchas versiones traducen el versículo indicando que el sujeto de la oración es la mujer y el varón recibe la acción del verbo enseñar. ἀνδρός (andrós) su función gramatical es complemento de pertenencia, y no de un complemento directo, que en griego equivale al caso acusativo. Al estar en genitivo y no en acusativo o dativo, significa que la acción de enseñar y el dominio violento lo realiza el varón. Los autores del Nuevo Testamento muchas veces escribieron el idioma griego en desorden, no cumplieron con las reglas de sintaxis, lo apreciamos cuando comparamos las frases griegas con el español, por eso, es necesario identificar de acuerdo con la función de las palabras, el orden y sentido de las frases que mejor se entienda.

En esta versión se optó por traducir según el orden y función de los sustantivos en griego, que el varón no enseñe o ejerza dominio violento a la mujer. Traducción que tiene su fundamento en el contexto histórico de las Iglesias fundadas por Pablo y Timoteo, en los cultos no cristianos los hombres que venían del paganismo griego, maltrataban a sus esposas, y les enseñaban a las mujeres los temas religiosos con maltratos emocionales, psicológicos e incluso físico, todo indica que esta práctica fue traspasada a las comunidades cristianas de Macedonia y Asia menor, donde algunos cristianos varones, enseñaban de igual forma a las mujeres con arrogancia y violencia emocional. En este contexto las mujeres no tenían derecho a un estudio formal ni religioso ni profesional, por eso, es poco probable que las mujeres enseñarán a los varones, pero sí era una práctica común que los varones enseñarán a las mujeres.

Es posible que el apóstol Pablo, tratando de marcar una diferencia en la conducta cristiana, corrija esta práctica violenta, que no es coherente con el Evangelio, con el propósito de que los varones no sigan reproduciendo conductas gentiles. Es válido aclarar, que la partícula (epí) que se traduce como “sobre” en la mayoría de versiones bíblicos no se encuentra en el griego.

ἀνέκειτο (anékeito) verbo deponente, en modo indicativo, tiempo imperfecto, voz media pasiva, tercera persona del singular, traduce, estaba recostado. Viene del verbo ἀναπίπτω (anapípto). El verbo se menciona en los relatos de la pascua judía, escritos en griego. En el tiempo de Jesús, la forma de degustar la celebración pascual se hacía recostados, práctica influenciada por la cultura romana. En las cenas especiales, los romanos comían recostados, como símbolo de libertad o liberación. La tradición pascual judía, insertó esta contribución romana en la forma de comer la pascua, usando la postura de recostarse, como símbolo de libertad. El sentido de la Pascua judía es pasar de la muerte a la vida, de la esclavitud a la liberación. Durante su evolución, la pascua judía fue creciendo en significado y simbolismo, elementos que se adquirieron en el contacto con otras culturas. Para el autor del Evangelio, la Santa Cena o Eucaristía, se realizó dentro de una comida pascual que después fue cristianizada, por ello, los eventos que se relatan en esta parte, Mateo los está presentando desde esa perspectiva pascual judía.

ἀντίχριστος (antícristos) es un sustantivo masculino, caso nominativo, singular y ἀντίχριστοι (antícristoi) es un sustantivo masculino, caso nominativo, plural, que comúnmente es traducido como “anticristo”. Es una palabra compuesta de dos raíces: 1. ἀντί (antí) que significa opuesto, que está en contra de, a menudo usada en composición para denotar contraste, sustitución, etc. y 2. Χριστός (Cristós) que significa ungido, Mesías, Cristo, Jesucristo. Por lo tanto, ἀντίχριστος (antícristos) se traduce como enemigos de Cristo, los que están en contra de Jesucristo, los oponentes de Cristo. Actualmente, muchas personas relacionan el anticristo como un personaje apocalíptico y lo interpretan como un representante de un nuevo orden mundial, asocian también con la bestia y su marca mencionada en Apocalipsis 13. No obstante, es un término exclusivo de estas cartas de 1 y 2 de Juan, no es una palabra que se encuentre en el libro de Apocalipsis y en esta carta tiene el significado claro de oposición a Jesucristo, como sigue explicando el autor en los versículos siguientes. Este término aparece 5 veces en todo el Nuevo testamento, 4 veces en 1 de Juan (2:18, 2:22, 4:3) y 1 vez en 2 de Juan (1:7).  En el contexto histórico de la primera y segunda carta de Juan, así como en el Evangelio de Juan, se registra a partir de la primera y segunda persecución a los cristianos, por eso este término puede tener dos significados: 1. Como expresa en esta primera carta, son personas que se apartaron de Cristo y con palabras y actitudes lo niegan; 2. Es un enemigo externo al cristianismo, en este caso hace referencia al imperio romano que persiguió a los cristianos. Según el diccionario del Nuevo Testamento Nestle Aland p. 17 y la Guía para el Estudio del Griego del Nuevo Testamento, escrito por Bruno Corsani en colaboración con Carlo Buzzetti, Girolama de Luca, Giorgio Massi publicado por la Sociedad Bíblica, 1994, p. 30 y según Emmerson Richard Kenneth, en su escrito El anticristo en el milenio, publicado por la universidad de Manchester, 1981, p.120.

ἀπαγγέλλομεν (apangélomen) es un verbo compuesto, con la preposición ἀπὸ (apo) que significa “de parte de” unida al significado de la palabra εὐαγγελίου (euangelíou) que a su vez viene de dos raíces εὐ (eu): que viene del verbo εὐρισκω (eurisco) que significa encontrar la transformación integral, y ἄγγελος (ángelos) que significa dar un mensaje, ser mensajero. Por eso esta palabra debe ser traducida como comunicar un mensaje que transforma toda la existencia humana (física, emocional, psicológica, espiritual, etc.). 

ἀπόστολος (apóstolos). El sustantivo masculino, segunda declinación, primera sección; deriva de dos raíces griegas: 1. La preposición ἀπό (apó), traduce: de, desde, de parte de, por medio de, 2. El verbo στέλλω (stélo), traduce: apartar, enviar. La palabra apóstol significa un enviado de parte de… En latín, el término introduce en su significado el sentido de misión, un comisionado. Actualmente el término genera muchas discusiones, por ser aplicado en sentido eclesial, jerárquico, de posición, pero en el Nuevo Testamento, el significado tiene la connotación de “comisión”, indica que una persona   es enviada por Dios. El apóstol Pablo en la carta a los Gálatas, defiende contundentemente su apostolado, y aclara que su labor ministerial, su llamado misionero fue validado por el mismo Jesucristo, no se refiere al sentido jerárquico, sino al servicio ministerial. 

ἀρχάγγελος (arjángelos), es un sustantivo, caso nominativo, masculino singular, traducido comúnmente como arcángel, viene de dos raíces griegas: 1. ἄρχω (árjo) un verbo primitivo que significa ser primero (en rango político o poder), el principal, el jefe, gobernante. 2. ἄγγελος (ángelos) que significa mensajero, ángel.

ἁρπαγμὸν (jarpagmón), sustantivo masculino, segunda declinación, primera sección, caso acusativo singular, traduce:  arrebato violento, presa, rapiña. El nominativo ἁρπαγμός (jarpagmós) tiene la connotación directa de la acción del ave de rapiña, es decir, apoderarse de la presa de manera violenta, también se aplica a una persona que siempre arrebata algo de forma violenta a sus víctimas (ladrón). En la evolución del término, la palabra simplemente pasó a ser traducido como arrebatar, de ahí se derivó el verbo ἁρπάζω (jarpázo), que significa tomar por la fuerza, apoderarse, quitar, arrebatar, atacar.

ἀρχῆς (arjes) sustantivo, de la primera declinación, tercera sección, caso genitivo, femenino, singular, que viene de la palabra ἀρχῇ (arjé) Sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, caso dativo singular, viene del nominativo ἀρχή (arjé) y se traduce como “principio”. Adquiere diversos sentidos de acuerdo al dialecto griego en que se usa. En el griego clásico, el dialecto más común en la literatura es el ático. En este dialecto, la palabra ἀρχῇ desde un sentido filosófico, expresa una causa infinita, un acto puro, el primer motor inmóvil que originó todas las cosas, pero esta causa infinita, este primer motor inmóvil no fue creado, ni originado por nadie, ni nada. Aristóteles en su metafísica emplea mucho esta palabra para describir el motor inmóvil o causa infinita, cuando se refiere al origen del cosmos, es decir, el comienzo de las cosas. Por lo cual, la traducción más apropiada del término sería “sin principio”. De tal modo, la traducción correcta de Juan 1:1 y 1 Juan 1:1 sería “En el sin principio…”

Arjé en el dialecto jónico significa “comienzo, principio” y es la definición más común. Por ejemplo, Marcos en su evangelio utiliza la palabra arjé en sentido jónico “Principio del Evangelio…” (Mr. 1:1) 

Según el diccionario del Nuevo Testamento Nestle Aland p. 26 y según la concordancia Handkonkordanz zum Griechischen Neuen Testament, de Alfred Schmoller, p.66.

Ατσκηνώματι (atskenómati) sustantivo neutro de la tercera declinación, en caso dativo singular, traduce: en el tabernáculo, en la tienda, en la casa, en la residencia; en el Nuevo Testamento, se usa generalmente para hacer referencia al cuerpo humano como la morada del Espíritu.

αὐθεντεῖν (autenteín) verbo en voz activa, modo infinitivo, tiempo presente, traduce ejercer autoridad con mucha fuerza, que puede ser positiva o negativa. En el contexto de las cartas paulinas, por lo general, trae una connotación de ejercer dominio en forma violenta.

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