1 Juan Capítulo 3
Introducción INTRODUCCIÓN GENERAL Temas teológicos 1. Cristología, en esta carta de Juan se distingue la primera clarificación de la fe apoyándose en el evangelio. La comunidad vive una elevada cristología que confiesa que Jesús es Dios, lo que se aprecia en la frecuencia que la carta habla de Jesús. El término Ἰησοῦς, Iesous aparece 12 veces (2:22 y 5:1); y otro título que se menciona y apela a su función υἱός, huios: Hijo de Dios, su hijo (3:23: 5:13). Otro aspecto que resalta la carta es el carácter salvífico de la muerte de Jesús (1:7; 5:6; 2:2; 4:10) 2. La Vida cristiana es un segundo tema que el autor de la carta describe, exhortando a los creyentes en su conducta ética a diferencia de los “enemigos” que olvidaron su responsabilidad ética (2:3s). En el ejemplo de Cristo, la comunidad debe cumplir su misión, en especial con el mandamiento del amor. El ἀγάπη (ágape) es tema amplio en el escrito (3:11, 17, 18, 23 y cap. 4). El precepto del amor tiene su centralidad en Jesús, el amor sacrificial es el centro cristológico.
Hijos de Dios 3:1. Miren, el Dios Padre por medio de Jesucristo nos regaló un perfecto amor sacrificial, con el propósito de ser llamados hijos de Dios, y realmente lo somos; por esta razón el mundo nos rechaza y no nos entiende, porque tampoco el mundo conoció y entendió a Dios en Cristo. 2. Mis amados, ahora somos hijos de Dios y aún no tenemos claro lo mucho que eso significa, pero sabemos que cuando Él sea revelado totalmente, seremos semejantes a Él por medio de Jesucristo, pues vamos a experimentar de Dios tal como Él es. 3. Y todo el que tiene esta absoluta confianza en Jesucristo se perfecciona a sí mismo porque Él es perfecto y puro. 4. Todo aquel que practica el pecado, también practica la maldad, y el pecado es maldad. 5. Y ustedes saben que Jesucristo fue revelado con el propósito de limpiarnos de nuestros pecados, ya que en Él no existe pecado. 6. Todo el que permanece en Jesucristo no persiste en el pecado; todo el que sigue pecando no ha experimentado a Cristo en su vida, ni ha intimado con Él. 7. Mis hijos amados, que nadie les engañe, el que practica la justicia que consiste en dignificar al prójimo y también autodignificarse es justo δικαιοσύνην (dikaiosúnen), es un sustantivo femenino en caso acusativo, singular que traduce equidad (de carácter o acto), justificación, justicia. Viene del griego δίκαιος (díkaios) que significa justo. La palabra justicia en el Antiguo Testamento se refiere al contenido de la ley, y se diferencia de la ley. La intencionalidad de la ley es proteger y velar la justicia, que consiste en hacer crecer al prójimo, dignificarlo, empoderarlo, construirlo, etc., como a uno mismo. La misión de Jesucristo fue devolverle la justicia a la ley, y poner la ley a servicio de la justicia, y no la justicia a servicio de la ley como hacían los religiosos de su época, por eso es común encontrar expresiones de Jesús como “el sábado está al servicio del hombre y no el hombre a servicio del sábado” (Marcos 2:27). Según los siguientes textos: diccionario Strong, diccionario del Nuevo Testamento Nestle Aland p. 47 y la gramática griega del Nuevo Testamento de Dana y Mantey p. 305. , así como Jesucristo es justo. 8. El que practica el pecado, procede del diablo, porque hace muchísimo tiempo que el diablo διάβολος (diábolos), es un adjetivo masculino, en caso nominativo, singular, que traduce calumniador, diablo, acusador, enemigo. Este término tiene dos funciones gramaticales en el griego: 1. Cuando cumple con la función de sustantivo, hace referencia a un personaje llamado diablo, 2. La función a adjetivo calificativo es para describir conductas de chismes, calumnias o hacer referencia a adversarios. En el Nuevo Testamento, se usa el término “diábolos” de las dos formas, hay momentos que describe las obras de un personaje maligno, enemigo de Dios, pero hay casos que no hace referencia a este personaje, mas bien se refiere a personas que se comportan como él, ya sea con comentarios negativos o actitudes destructivas. Según la concordancia Handkonkordanz zum Griechischen Neuen Testament, p. 114 y el diccionario del Nuevo Testamento Nestle Aland p. 42. peca y sigue pecando, con este propósito se reveló Jesucristo para destruir las obras del diablo. 9. Todo el que ha sido engendrado por Dios no practica el pecado, pues la semilla o identidad de Dios mismo permanece en él, y no debe, ni puede seguir en el pecado, porque es un hijo de Dios. 10. Por medio de las obras, se revela quienes son los hijos de Dios y los hijos del diablo; todo aquel que no practica la justicia que consiste en dignificar y construir al prójimo, no es de Dios, y por lo tanto no vive un amor sacrificial para con su hermano. Nos amemos con el amor sacrificial 11. Porque este es el mensaje que ustedes escucharon atentamente desde el principio, que nos amemos con el amor sacrificial ἀγαπῶμεν (agapomen) Es un verbo en voz activa, modo indicativo, tiempo presente, primera persona del plural, que viene del verbo ἀγαπάω (agapao) que etimológicamente es formado por dos raíces, ἀγ (ag) que significa “yo” y απω (apo) que significa clavar un puñal, sacrificar, incomodar, desacomodar. El amor ágape es entonces dejar de ser yo para que el otro sea, desacomodarme a mí mismo para acomodar al otro, morir para que el otro viva el amor sacrificial. de Dios en Cristo los unos a los otros. 12. No seamos como Caín, que era del maligno y asesinó a su hermano Abel, ¿Cuál fue la causa o el motivo para que lo haya asesinado? Porque las obras de Caín eran malas, pero las obras de su hermano Abel eran justas. 13. No se sorprendan, mis queridos hermanos, si el mundo los odia. 14. Nosotros sabemos que salimos de la muerte hacia la vida, porque amamos con el amor sacrificial de Dios en Cristo a los demás, el que no ama, permanece en la muerte. 15. Todo el que odia al prójimo, es un asesino, y ustedes saben que todo homicida no tiene vida eterna, que es conocer y permanecer en Cristo. 16. Sabemos lo que es el amor sacrificial de Dios en Cristo, porque Él dio su vida por nosotros, por lo tanto, el que ama de verdad imita a Jesucristo, y da su vida en favor de los demás, dejando de ser para que el otro sea. 17. El que tiene recursos para desarrollar la vida, y observa que su prójimo está pasando por necesidad y se porta indiferente ante su desgracia ¿Cómo puede permanecer el amor sacrificial de Dios en Cristo en esta persona? 18. Mis amados hijos, no solamente amemos de palabra, de labios para afuera, sino con acciones concretas que demuestren un amor de verdad. 19. En esto conoceremos que procedemos de la verdad, cuando podamos convencer a Dios que somos personas auténticas y de buen corazón; 20. Pero si nuestra propia consciencia nos está condenando, imagínese Dios que es más poderoso que nuestra consciencia y conoce todas las cosas. 21. Mis amados, si la consciencia no nos condena, tenemos una vida firme en Dios; 22. Y todo cuanto pidamos, lo recibiremos de parte de Dios según nuestras necesidades, pues guardamos sus mandamientos y delante de Él practicamos lo correcto. 23. Este es su mandamiento, que tengamos una fe por identidad en Jesucristo, y nos amemos con el amor sacrificial de Dios en Cristo, así como Él nos enseñó. 24. El que guarda los mandamientos de Dios, permanece en Él, y a través del Espíritu Santo que nos dio, podremos tener intimidad con Él y saber que Dios permanece en nosotros. |
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