2Corintios Capítulo 2

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Títulos:  
  Perdón para el ofensor
  Dios nos hace vencer las dificultades  
Versículos: 

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INTRODUCCIÓN GENERAL

Al acercarnos al libro de segunda de Corintios, nos encontramos con tres pautas a seguir a modo de introducción, uno es la hermosa tradición que pesa sobre el libro con más de dos mil años de formación y traducciones a idiomas y dialectos del mundo entero; segundo lo que la primitiva iglesia de Corinto nos puede decir de esta segunda entrega y tercero la crítica literaria tan necesaria. Segunda de Corintios es única en su clase, estamos frente a un apóstol decidido a defender a los creyentes, ¿defenderlos de quién? De los “Sofistas”1 que han comenzado a introducirse en la iglesia de Corinto, negando las enseñanzas del apóstol, dudando de su oratoria y así dudar del evangelio implantado en ellos. Es más que extraño que no existan grandes comentarios del libro de segunda de Corintios, tomando la relevancia eclesial que tiene.

Este libro ha sido olvidado por la erudición y en la predicación.  Hay menos comentarios sobre 2da. de Corintios que cualquier otro libro en el Nuevo Testamento.  Esto es desafortunado porque es la fuente de la discusión más definitiva de Pablo sobre el sufrimiento y la vida cristiana. (Utley, 2012, p.237)

Segunda de Corintios es una carta en todo el nombre de la palabra, y como carta es mínimo considerada como unilateral, entiéndase que no tenemos la respuesta de la comunidad. Estas cartas o correspondencia epistolar tienen su propia característica.

Las cartas cristianas primitivas se adaptan formalmente a las convenciones epistolares de su entorno. La carta se escribía la mayoría de las veces sobre papiro, se enrollaba y enviaba mediante mensajeros. La dirección se encontraba en la cara exterior del rollo: nombre del destinatario en dativo, del remitente con para o apo, a menudo con formulación en imperativo: ὰpdoV  Maxm p Semprwnou  deljo = “entréga (la) a Máximo de parte de Sempronio, su hermano; a veces, con mención del lugar de destino”.  (Vielhauer, 1991, p.72)

La carta tiene una forma funcional y definida, algo así como un formulario, tanto el comienzo como el final no cambian; las partes de la carta contienen un “prescriptio” o encabezamiento; el cual se divide en tres partes (superscriptio, adscriptio y salutatio) el que escribe, los destinatarios y    un   breve saludo; este  saludo  es  idéntico  en  las  demás cartas paulinas (ejemplo Primera Tesalonicenses 1:1)2 después del Prescriptio viene el “proemio” muy común en las epístolas de origen paulino o tradición paulina. Esto le da sentido a que la Carta pertenece claramente a la autoría del apóstol.

constituyendo una acción de gracias por el estado de la comunidad a quien se dirige, ligada frecuentemente a los motivos de la intercesión y del recuerdo; pero la acción de gracias domina el conjunto. En el proemio se combinan lo personal y lo objetivo y resuena el tema o temas de la carta (cf. Rom 1,8-17; 1 Cor l,4-9). (Vielhauer, 1991, p.73)

Como buen oriental y piadoso judío el escritor combina este saludo de salud corporal y espiritual con el antiguo “baruk Jahweh” (Vielhauer, 1991, p.74) es extraño que, a pesar del malestar del autor, y su continuo deambular anímico presente en la carta, sigue deseando que los Corintios estén bien, en paz y tranquilos. El apóstol no lo está.

Este libro es una rara combinación, como Pablo mismo, de altos y bajos espirituales, de emociones que fluyen del enojo a mucho gozo. Para pastores, este libro ofrece vistazos importantes sobre cómo abordar los problemas dentro de las iglesias locales.  Pablo nos da todos los ejemplos a seguir en medio de ataques personales y malos entendimientos. (Utley, 2012, p.237)

Continuando con la estructura del libro, segunda de Corintios tiene un final categórico, no envidiable de la cultura epistolar de la época, insiste en desear salud a sus destinatarios, a los familiares y amigos, el saludo cristiano es la novedad cultural de estas cartas presentes en todas las cartas del Nuevo Testamento.

Tras el deseo final aparecía, aunque no siempre, la fecha: mes y día, rara vez el año. Al coleccionar y publicar las cartas, se omitió generalmente la fecha -así también en las cartas paulinas-, pero numerosas misivas de los papiros muestran cómo se añadía la datación. (Vielhauer, 1991, p.74)

Sobre el contenido de la misma; el Apóstol ha introducido en todos sus escritos, y segunda de Corintios no es la excepción, una gran cantidad de tradiciones de los cristianismos del primer siglo, como una forma de identificar y resguardar la fe.

Al recoger tradiciones confesionales, tradiciones bautismales, himnos y catálogos parenéticos, muestra el apóstol su coincidencia fundamental   con   los   enunciados usuales de  fe, sobre  todo, del judeocristianismo helenista, y al mismo tiempo les recuerda a sus lectores y oyentes las bases comunes de su fe.  (Strecker, 1997, p.162)

A todas estas tradiciones, el apóstol le da una explicación interpretativa, que eleva a lo escrito un contexto que viene en devenir su línea teológica, el sufrimiento en la vida del apóstol no lo invalida como apóstol, que la iglesia a pesar de lo severa que es la carta de segunda de Corintios, se impregna de una teología del consuelo, que es relevante e importante para el apóstol.

Sobre la Extensión

Sobre la extensión del libro este cuenta con 13 capítulos y 257 versículos, y se ha contabilizado en 6.092 las palabras, donde el dolor y la frustración se notan en la misma forma de la escritura, segunda de Corintios ha sido escrita 18 meses después de primera de Corintios, la tradición y varias leyendas urbanas, hablan de más de una carta extraviada y que a nuestros días llegan sólo las dos que vemos canonizadas por la iglesia.

fue escrito alrededor de seis a dieciocho meses después de 1ra. de Corintios, seguido de la visita de Pablo en Macedonia con Tito, quien informó la respuesta de la iglesia al acercamiento de Pablo.  Es una carta personal muy intensa.  El estado emocional de Pablo se puede observar aun en la gramática (ejemplo, falta de conjunciones y oraciones incompletas).  Pablo fue atacado terriblemente por una minoría dentro de la iglesia.  Parece que la minoría son tantos de la congregación local de Corinto y un grupo judío itinerante. (Utley, 2012, p.243)

 Es tal la fuerza de lo escrito, la debilidad que se muestra, los giros de carácter, que hasta el más escéptico se rinde a la idea que debe ser Pablo el apóstol, el que escribe.

El estilo es muy variado, pasando rápidamente de una fase de sentimiento a otra; ora alegre y consolatorio, ora severo y lleno de reprensión; alguna vez suave y cariñoso, otra vez censurando duramente a los contrarios y defendiendo su dignidad de apóstol. (Jamienson, 1989 Undécima edición, p.408)

Esta descripción concuerda con el estilo siempre ameno, humilde y sincero del apóstol Pablo, quién no duda del informe que Tito ha entregado de la situación eclesial de Corinto, se vislumbra un acuerdo en la iglesia, han corregido el tema de inmoralidad denunciado por el apóstol en primera de Corintios (Capítulos 5 al 7) y el acuerdo de reconocer la autoridad final del apóstol sobre la iglesia que el mismo ha organizado y fundado.

 La paternidad paulina es admitida por todos los verdaderos eruditos, aunque algunos abrigan dudas con respecto a la unidad de la Epístola. J. H. Kennedy, presenta de una manera plausible pero no del todo convincente, los argumentos en apoyo de que los capítulos 10 a 13 constituyen en realidad una carta anterior y separada, a la que se hace referencia en 2 Corintios 2:3, y que posteriormente se añadió a los capítulos 1–9 como parte de la misma Epístola. (Robertson, 2003, p.459)

Esta idea explicaría la diferencia de que existe entre los capítulos 1 al 7 y 10 al 13; pero este hecho queda suficientemente aclarado en base al reducido pero molesto grupo contrario al Apóstol, de la que informa Tito después de que la mayoría de los creyentes era fruto de Pablo en la Primera Epístola a los Corintios y por el mismo Tito (2 Corintios 2:1–11).

Estructura

3. Estructura de la Carta

La siguiente estructura está basada en la Traducción Contemporánea de la Biblia siguiendo la intención, inspiración y organización del escritor.  El Apóstol Pablo.

Saludos (1:1-2)

Pablo agradece al Dios de toda consolación (1:3-11)

Cambio en los planes de Pablo (1:12-24; 2:1-4)

Perdón para el ofensor (2:5-11)

Dios nos hace vencer las dificultades (2:12-17; 3:1-3)

El ministerio de la nueva alianza (3:4-18)

Tesoros en vasijas de barro (4:1-15)

Nuestra esperanza (4:16-18; 5:1-10)

La importancia de la reconciliación para ser amigos de Dios (5:11- 6:1-2)

El sufrimiento como parte del ministerio (6:3-13)

Advertencia contra la idolatría (6:14-18; 7:1)

La felicidad de Pablo por el arrepentimiento de los corintios (7:2-16)

La ofrenda generosa (8:1-15)

Recomendaciones sobre la ofrenda generosa (8:16-24; 9:1-5)

Siembren con generosidad (9:6-15)

Pablo defiende su ministerio (10:1-18)

Los falsos apóstoles (11:1-15)

Los sufrimientos de Pablo (11:16-33)

Visión y debilidad de Pablo (12:1-10)

Preocupación de Pablo por los Corintios (12:11-21)

Advertencias finales (13:1-10)

Despedida (13:11-13)

 

La estructura no implica de ninguna manera una división al interior del libro, los temas tratados no son incongruentes entre sí, la carta es una unidad. Recoge el mensaje que Tito ha informado al Apóstol, llena de elogios de esperanza a la iglesia, donde la unidad es necesaria para la vida y existencia de la comunidad de Corinto.

La carta constituye una unidad. En ningún otro lugar conseguimos un atisbo tan claro de las luchas y esperanzas de Pablo como predicador. Tenemos en ello un manual de inestimable valor para el ministro moderno. En estos capítulos se puede ver el mismo palpitar del corazón de Pablo. La sintaxis queda frecuentemente interrumpida por anacolutos. Las oraciones están en ocasiones desconectadas. Se pasan por alto las correspondencias gramaticales. Pero hay poder aquí: la tenacidad de una gran alma que se aferra a los más elevados ideales en medio de múltiples oposiciones y desalientos. Cristo es, en cada momento, el Dueño de Pablo. (Robertson, 2003, p.459).

 

Portada

4. Sobre la portada

Título: Generosidad y Servicio.

Reseña de la obra:

Esta ilustración representa tres temas importantes que se mencionan en la segunda carta de Pablo a los Corintios. En primer lugar, vemos la importancia de la reconciliación entre Dios y la humanidad, simbolizada por la imagen de la cruz. En segundo lugar, se representa el ministerio de Pablo y su autoridad como apóstol, a través de la imagen de un hombre saliendo de la parte inferior izquierda. Y, en tercer lugar, se muestra la importancia de la generosidad y el servicio en la comunidad cristiana, a través de la imagen de dos personas abajo, la primera mirando hacia la cruz y la otra emitiendo un sonido. Es importante mencionar algunos elementos, como la llama situada en la cruz que representa al Espíritu Santo y el sol que simboliza la presencia del Padre. La ramas y plantas representan a los corintios.

En conjunto, esta ilustración figura la importancia de vivir nuestras vidas en la presencia de Cristo, permitiendo que su amor y su gracia nos transformen desde adentro hacia afuera. La intención es invitar a las personas a buscar la reconciliación con Dios, a seguir a Cristo incluso en momentos de sufrimiento, y a servir a los demás con amor y humildad. Mi intención es que esta obra les motive a reflexionar sobre nuestra fe y nuestra relación con Dios.

 


Capítulo 2

2:1. Por eso tomé la decisión, de no ir a visitarlos llevando tristeza.
2. Porque si yo los entristezco, ¿quién me alegrará después, sino ustedes a quienes yo causé tristeza?
3. Por eso les escribí esto, en lugar de visitarles, para evitar un tiempo desagradable, pero tampoco era mi intención que ustedes me pusieran triste, cuando lo ideal sería que me compartieran alegría.
4. Escribí con gran tristeza y angustia de corazón y con muchas lágrimas, no para entristecerlos, sino para darles a conocer la profundidad del amor que les tengo.   
Perdón para el ofensor

5. No quiero exagerar en este asunto, pero alguien que me causó tristeza, hasta cierto punto también causó la tristeza de todos ustedes;
6. Pero ya es suficiente con la corrección que la mayoría de ustedes le impuso a esa persona;
7. ahora, más bien deberían perdonarlo y consolarlo para que no sea consumido por la excesiva tristeza.
8. Por eso les pido que hagan prevalecer el amor sacrificial
ἀγάπην (agápen) sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, en caso acusativo singular, traduce al amor. El sustantivo deriva del verbo ἀγαπάω (agapáo), etimológicamente el verbo se forma de dos raíces: 1. El afijo ἀγ (ag) significa “yo” y 2. El morfema ἀπὼ (apo), la palabra indicaría clavar un puñal, sacrificar, incomodar, desacomodar. Ágape desde este análisis se define como: “dejar de ser yo para que el otro sea, desacomodarme yo para acomodar al otro, morir para que el otro viva”, hace referencia a un amor sacrificial.
hacia él.
9. Porque para esto también les escribí, para estar seguro que ustedes serán obedientes en todo.
10. A quien ustedes perdonen, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes en presencia de Cristo;
11. para que no seamos engañados por Satanás
σατανᾶ (sataná) sustantivo masculino, primera declinación, cuarta sección, en caso genitivo singular, traduce: de satanás. El nominativo Σατανᾶς (Satanás) es el término que tiene su trasfondo en el arameo antiguo, del hebreo arameizado, y del hebreo vocalizado, actividad de vocalización que realizaron los masoretas.  La raíz verbal es   שטן (stn), significa oponerse, obstruir, poner sospecha, destruir, acusar, entre otras connotaciones. Después, esta raíz verbal se convirtió en sustantivo שָּׂטָ֖ן (satán), palabra que también puede realizar la función de un adjetivo calificativo. Como adjetivo señala cualidades o atributos negativos. Los atributos negativos se imponen a personas o seres espirituales, sean buenos o malos; así, el adjetivo traduce adversario, enemigo, opositor, aquel que pone sospechas. En cuanto a su uso, cuando al adjetivo שָּׂטָ֖ן le antecede un artículo, se escribe הַשָּׂטָ֖ן (hasatán) y la palabra cumple la función de sustantivo, es decir, hace referencia a un personaje específico. Con esta idea, en tiempos antiguos el término usado indicaba la función de fiscal, el cual era un opositor o acusador. En el Antiguo Testamento, tenemos dos pasajes bíblicos en Zacarías 3:1-2 y Job 1:6-7; 2:1-2 citas que mencionan hasatán. El término indica a un personaje de la corte celestial que cumple con la función de ser fiscal de la corte, y su trabajo es buscar pruebas para acusar. En el Nuevo Testamento, la palabra Satanás, se usa no solamente  en sentido de un personaje maligno, sino que tiene la connotación de disciplina, prueba, juicio o de purificación, porque en el significado del Antiguo Testamento hasatán, el fiscal, se encargaba de buscar pruebas para acusar a alguien y disciplinarlo. En el Antiguo Testamento, la palabra no se refiere en ningún momento al personaje diabólico que la tradición cristiana ha concebido, sino que en el contexto bíblico se refiere a una figura que es parte de la corte divina y cumple con una tarea. El término griego Σατανᾶς y en latín Satanás influyen para que se transliteren y se usen en el idioma español.
, ¡Ya conocemos sus malas intenciones!  
Dios nos hace vencer las dificultades

12. Ahora bien, cuando llegué a Troas para anunciar el evangelio
εὐαγγέλιον (euangélion), sustantivo neutro, segunda declinación, segunda sección, caso acusativo, singular, traduce: al evangelio. Viene del nominativo εὐανγέλιον (euanguélion), palabra compuesta de dos raíces, el prefijo εὐ (eu): que compone el verbo εὐρώισκω (heurisco), significa encontrar la transformación integral, y el sustantivo ἄγγελος (ángelos) y traduce “mensaje, mensajero”. Por lo cual, la palabra se traduce: comunicar un mensaje que transforma toda la existencia humana de manera integral e incluye lo físico, emocional, psicológico y espiritual.  
de Cristo que transforma toda la existencia humana, el Señor me abrió las puertas para trabajar allí;
13. pero no sentía paz en mi espíritu porque no encontré a mi hermano Tito y preferí, entonces, despedirme e irme para Macedonia.
14. Demos gracias a Dios, quien siempre nos da la victoria por medio de Cristo Jesús. A través de nosotros esparce por todas partes el perfume del conocimiento de Dios, como si fuera una suave fragancia.
15. Nosotros somos el aroma de Cristo, que Él ofrece a Dios como un incienso agradable, somos como un perfume que da vida y se esparce entre los que se salvan; por el contrario, para los que van por el camino de la destrucción,
16. somos un olor desagradable, porque cuando sienten el olor de vida, son confrontados y reconocen su olor de muerte, porque son como cadáveres, siguiendo el camino que lleva a la muerte, pero los que creen en Cristo, caminan hacia la vida; ¿Y quién es capaz de llevar a cabo la tarea de esparcir el perfume del conocimiento de Dios?
17. Nosotros no traficamos, ni adulteramos la palabra de Dios como si fuera mercancía, como lo hacen muchos; al contrario, la predicamos con sinceridad delante de Dios, en Cristo Jesús.
  


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