Hechos Capítulo 2

INTRODUCCIÓN GENERAL

El libro de Hechos es la segunda parte de la fascinante obra lucana, compuesta de dos libros: Lucas y Hechos. En la cual el autor diseña un plan de salvación integral, con una actuación trinitaria muy marcada, donde el Dios Padre envía a Jesús para cumplir su obra objetiva de la salvación (Lucas), que es completada ahora por la obra subjetiva del Espíritu Santo (Hechos) en el interior de cada creyente, formando así una comunidad de testigos del Jesús Resucitado llenos del Espíritu, para transformar la realidad de este mundo injusto y expandir la ética del Reino de Dios hasta los confines de la tierra.

Lucas sigue con su teología narrativa muy detallista, Hechos no es un simple recuento del pasado, es un modelo, un paradigma, un horizonte, de qué y cómo es ser cristiano, de cómo se manifiesta el reino de Dios, y qué es vivir la experiencia de tener vida plena en el Espíritu Santo.

Un libro fenomenal, con muchas particularidades y riqueza redaccional, una estrategia literaria entretejida de discursos, diálogos e historias, con una fuerte motivación teológica, es decir, es muy intencional en cada palabra, es un proyecto de anuncio del mensaje que transforma toda la existencia humana. Por eso, les invitamos, a que, como destinatarios actuales, se dejen interpelar por su lectura; para potencializar esta experiencia, profundicemos un poco más sobre las características de la obra, y sus contextos.  

I. Características Generales de Hechos«

Es un libro pneumático, donde definitivamente el protagonista de la obra es el Espíritu Santo, incluso algunos eruditos lo llaman de “Hechos del Espíritu Santo”, es el cumplimiento de la promesa del derramamiento del Espíritu sobre toda carne, y narra la acción y manifestación de este Espíritu que se mueve, que transforma las mentes y corazones y obra poderosamente en la iglesia y a través de la iglesia, es el dinamismo de Dios, constantemente interviniendo en la historia, haciendo maravillas, sanando, consolando, guiando, exhortando, enseñando y capacitando. 

Es un libro pentecostal, y no necesariamente relacionado al movimiento o la corriente teológica pentecostal, que tiene su ethos y hermenéutica muy  fundamentada en el libro Hechos, pero es más profundo que eso, es una obra que nos explica esta pentecostalidad como principal característica de un cristiano, los movimientos carismáticos son como señales, pero la pentecostalidad logra la unidad gigantesca de todas las memorias de Cristo, y aquí en Hechos tenemos un tipo de narrativización que nos brinda un modelo de ser Iglesia en el mundo. Es la fuerza, el soplo del Espíritu que mueve a hombres y mujeres como señales de que otro mundo es posible, de otra propuesta de existencia factible, una señal del reino de la justicia de Dios. La pentecostalidad en Hechos es resaltada como un rescate de memorias preciosas, tesoros, a través de imágenes, de narrativas y de teología, nos enseña principios que, en poco más de treinta años de historia, esta comunidad aprendió, experimentó y vivenció; la Pentecostalidad es traducción de lo celestial a la realidad humana, la transcendencia que se hace posible en la vida inmanente.

La pentecostalidad de la iglesia no es huir de la realidad, es la capacidad de ser tomados por el Espíritu de forma personal y comunitaria, para que seamos ejemplo y probar que es posible un mundo transformado por la gloria de Dios, es esa casa en común, varias etnias distintas unidas por el poder de Dios, como expresa el texto es vislumbrar “μεγαλεῖα τοῦ θεοῦ”, es decir, “las maravillas de Dios” y Hechos trata de enseñarnos todo eso.

Es un libro discursivo, gran parte de su contenido teológico más profundo está plasmado es discursos (de Pedro, de Esteban, de Pablo, etc.), mediante discursos que transmiten fe, se recuerdan tradiciones, se formula cristología y soteriología, no se puede ignorar o leer a la ligera los discursos en Hechos porque ellos son muy pertinentes en la construcción dibujada por el autor.

Es un libro eclesial, que cuenta el nacimiento de la Iglesia, establece una tradición canónica para la iglesia primitiva, evidenciando el ideal eclesiológico lucano, que es tener un mismo sentir, estar unidos por un propósito, ser llenos del Espíritu, compartir, perseverar en la doctrina, en las oraciones, en la comunión y en el partir del pan. Presenta la eclesiología perfecta como fruto de la acción del Espíritu Santo.

Es un libro apostólico, en el sentido de dar a los apóstoles un papel protagónico, pero entendiendo el apostolado como una vocación para servir, más que solo un cargo jerárquico. Es una tradición apostólica petrina-paulina, o sea, resalta la figura de Pedro en la primera parte de la obra, como apóstol de los judíos, y luego la figura de Pablo como apóstol de los no judíos, sin dejar de lado la mención de otros apóstoles también.

Es un libro historiográfico, que el mismo autor afirma que estudió las cosas que sucedieron entre ellos, e hizo una teología de la historia, usó la narratividad con gran habilidad para transmitir un profundo paradigma de qué es ser testigo de Jesucristo Resucitado, ser parte del pueblo “del camino”, participar del plan salvífico de Dios en la historia humana, que tenemos que cambiar nuestra mirada frente a la historia y resignificar las memorias.

Es un libro intencional, el autor pensó muy minuciosamente cómo escribir su libro, seleccionó cuidadosamente el contenido, hizo una investigación seria, para que cada personaje, cada lugar, cada memoria, cada cita, cada detalle contribuya para su propósito evangelístico principal; el orden de los relatos y las repeticiones también es un factor peculiar de Hechos. Todo el libro es como una bella obra de arte. 

Es un libro geográfico, en toda la obra el autor dibuja todo el plan de salvación como un camino, la vida de fe como una trayectoria, dinámica, comprometida con la realidad y cada lugar geográfico es sumamente pensado, cada lugar mencionado tiene su trasfondo teológico, en Hechos hay un hermoso mapa evangelístico, iniciando en Jerusalén y alcanzando muchos pueblos y naciones y llegando hasta Roma, que representaba los confines de la tierra en ese entonces, por la centralidad política y geográfica. Es un libro que te conduce a un tremendo viaje, con muchas aventuras.

Es un libro continuado, por eso es importante leer la obra completa que inicia en el Evangelio de Lucas, para tener una apreciación global.

Es un libro poderoso, donde el “poder sobrenatural” está presente del inicio al fin, y sigue disponible para la Iglesia hoy.

 

II.  Teorías de Formación

Siempre dejando claro que las teorías de formación son sólo aproximaciones, no se trata de verdades absolutas, pero que dentro del ejercicio académico y basándose en la historia y en la tradición, se asume posturas de lo que se cree más acertado, dentro de diálogos que aún siguen abiertos.

Autor

Según la tradición, y no hay motivos contundentes para dudar, que se trata de Lucas, el Médico amado; inclusive algunos estudiosos hacen la observación de que él es más técnico para describir las enfermedades y que es muy interesado en la sanidad integral como característica fundamental del Reino de Dios. De acuerdo con la patrística, como por ejemplo Eusebio de Cesarea, defendía que su origen era de Antioquía, es decir, un gentil, de origen pagano convertido al judaísmo y al cristianismo.

Mucho de lo que se conoce sobre este personaje es de fuentes extrabíblicas y sujetas a poca historicidad, como la teoría de que era pintor, o las distintas versiones de su causa de muerte, no obstante, el texto en sí, habla mucho de la personalidad de su autor, el vocabulario, la forma que las memorias son usadas, y que a pesar de la posibilidad de ser de origen gentil, refleja su amplio conocimiento de la tradición judía, un manejo espectacular de la hermenéutica judía y de la literatura rabínica, un dominio excelente de la Septuaginta Griega, la fraseología, la manera como los términos aparecen, la construcción sintáctica de Hechos, las expresiones fonéticas, que nos va dibujando un perfil de este autor, dando paso a la posibilidad de hacer una relación con la teología paulina, o sea, no se descarta la teoría de que fue Lucas que anduvo con Pablo, y fue su compañero en algunos de sus viajes misioneros.

El Nuevo Testamento hace tres posibles menciones a este personaje: En Colosenses 4:14, que lo caracteriza como el médico amado; en 2 Timoteo 4:11, donde Lucas es presentado como el único amigo que está con Pablo en Roma y en Filemón 1:23-24, que incluye a Lucas como cooperador de Pablo.

 Fecha y Lugar

 La fecha siempre es una cuestión compleja y fluctuante, pero en esta versión se prefiere las teorías de una escritura más tardía, que la obra lucana fue escrita alrededor del 80 d.C.; el lugar también es bastante discutido, algunas teorías defienden que fue en Roma, otras en Éfeso, en la región de Asia Menor, todavía hay quien sostiene que fue en Macedonia, pero optaremos por la teoría que probablemente fue escrito en Antioquía, una ciudad cosmopolita que fue muy significativa en el cristianismo apostólico primitivo.

Lo que se sabe es que Hechos no tuvo muchos problemas en cuanto a su canonización y aceptación litúrgica y eclesiástica, las listas más antiguas, como el Códice Muratorio (170 d.C.) ya incluye la obra lucana; también en los escritos de los Padres de la Iglesia, Hechos goza de una gran autoridad y legitimidad canónica.

Destinatarios

En su prólogo, especifica que está destinado al excelentísimo Teófilo, un nombre de origen griego que significa alguien que ama a Dios, o amado por Dios debido a que se compone de dos raíces: 1. θεός (Teós), que traduce Dios y 2. φίλος (fílos) deriva del verbo φιλέω (fileo), significa amor sentimental o afectivo.

Sin embargo, no se sabe con certeza a quien exactamente se refería el autor con Teófilo, hay algunas teorías con respecto a este personaje, las más aceptadas es que era un funcionario romano de alto prestigio, ya que Lucas se refiere a él con la expresión formal “κράτιστε (krátiste), palabra griega que significa: excelentísimo, honorable, estimado. Es posible que Teófilo era un simpatizante del cristianismo por eso Lucas le dirige su obra con motivos apologéticos para que Teófilo conozca la historia de la fe cristiana; otra teoría muy conocida es que Teófilo era creyente y gozaba de mucha influencia romana. Lucas le escribe para que conozca más sobre los fundamentos de la fe cristiana y pueda defender el cristianismo ante la corte romana, además de ser un posible auspiciador de la investigación lucana; también hay la teoría de que Teófilo no necesariamente se refiere a una sola persona, sino a toda la comunidad amada por Dios o que ama a Dios, o sea, la comunidad cristiana; aquí nos inclinamos más a esta última, que el libro fue escrito a toda la comunidad cristiana, con énfasis gentil, que amaba a Dios.

Género literario

El género literario es un tema complejo en relación este libro, porque a pesar de que la tradición lo considera como el único libro “histórico” del Nuevo Testamento, no obstante, no podemos ignorar que los parámetros historiográficos del autor, en este tiempo antiguo no son pautados por la historicidad moderna, es más una teología de la historia, o una historia teológica muy significativa y pensada.

Algunas teorías, algo más atrevidas, pero no dejan de ser interesantes, presentan a Hechos como el “Evangelio del Espíritu Santo”, que obra en la vida de la iglesia, pero principalmente de los apóstoles, especialmente en Pedro y Pablo, pero que tiene muchas características literarias del género de Evangelio, considerando que Jesús sigue haciendo y estando a través del Espíritu y mediante sus testigos.

Propósito del Libro

El propósito es presentado luego en el prefacio de la obra, en los primeros versículos, el autor especifica cómo y porqué continúa escribiendo y que esta es una continuación. Además, tiene un objetivo de reafirmación de las verdades pedagógicas del cristianismo, para que los discípulos de Jesús tengan claro el testimonio por lo cual deben estar dispuestos hasta sacrificar sus propias vidas. Sin embargo, se considera como versículo clave Hechos 1:8 que resume todo el diseño y objetivo del libro y se complementa con Hechos 8:1 de las persecuciones y el cumplimiento de esta misión de la Iglesia de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura.

 

III. Bosquejo teológico del libro de Hechos

El bosquejo de Hechos presenta el cumplimiento del plan de salvación, posibilitado por la obra objetiva de Jesucristo, y activado por la obra subjetiva del Espíritu Santo, sigue con la idea de un camino, un mapa de evangelización, por eso su bosquejo es una progresión geográfica:

 1. Introducción (1:1-14)

Comienza con el prólogo, haciendo la conexión con Lucas, luego se narra un poco de la experiencia de los discípulos pasando un tiempo con el Jesús Resucitado, que sigue enseñando sobre el reino de Dios; Jesús les deja una instrucción muy clara que se queden en Jerusalén donde recibirán poder para ser testigos y su misión iniciaría en Jerusalén, Judea y hasta los confines de la tierra. Después Jesús es llevado al cielo en gloria, en una nube y los discípulos regresan a Jerusalén.

2. En Jerusalén (1:15-7)

Luego ocurre Pentecostés, el corazón del libro, algo extraordinario sucede, desde muchas dimensiones. Hechos hace un contraste entre los dos templos, el templo de Jerusalén y la Iglesia como templo de Dios. Con una importante exhortación sobre la santidad para ser templo de Dios, expresado por la trágica historia de Ananías y Safira. Surgen nuevos líderes en la Iglesia, que están dispuestos a testificar con su propia vida al Resucitado, como es el caso de Esteban, que fue arrestado, pero hace un poderoso discurso, rescatando toda la historia del Antiguo Testamento, sin embargo, los judíos no lo aceptaron e hicieron de Esteban el primer mártir del movimiento de Jesús (conocidos como los “Del Camino”), que demostró hasta la muerte qué significa tener la fe por identidad. Se empieza una fuerte persecución de los judíos hacia los cristianos, a tal punto que muchos empiezan a salir de Jerusalén, cumpliendo así, aunque indirectamente, la expansión del evangelio a otras partes del mundo, tal cual Jesús les había profetizado.

3. Judea y Samaria (8-12)

Motivados por la primera ola de persecución, la comunidad de los testigos del Resucitado se convierte en un movimiento multiétnico e internacional, tenemos la misión de Felipe en Samaria, que eran enemigos de los judíos, pero muchos aceptaron el Evangelio de Jesús; a continuación se presenta la experiencia radical de metanoia de Pablo de Tarso, que era un perseguidor obstinado del cristianismo, pero cuando tiene un encuentro personal con el Resucitado, resignifica toda su vida y se vuelve el más grande militante del kerigma apostólico de la resurrección de Cristo; tenemos también la visión de Pedro, abriendo el evangelio al mundo pagano, y la Iglesia de Antioquía.

4. Hasta los confines de la tierra (13-28)

En esta amplia sección acompañamos la gran aventura de los viajes misioneros de Pablo, como ejecución de la evangelización global, el Concilio de Jerusalén, las múltiples persecuciones judías, el nacimiento de varias iglesias, las dificultades enfrentadas por los apóstoles y discípulos, pero la resiliencia y la fuerza que el Espíritu brinda a los creyentes para seguir avanzando en victoria y creciendo en gracia, en conocimiento y en fe.

Estructura según la TCB

Prólogo (1:1-2)

Promesa del Espíritu Santo (1:3-5)

Ascensión de Jesús (1:6-11)

Regresando a Jerusalén (1:12-14)

Reemplazo de Judas (1:15- 26)

Pentecostés (2:1-13)

Primer discurso apostólico (2:14- 40)

La comunidad de los creyentes (2:41- 47)

Sanidad de un paralítico (3:1-11)

El discurso de Pedro (3:12- 26)

Pedro y Juan ante el Sanedrín (4:1-22)

La oración de la comunidad (4:23- 31)

Vida en comunidad (4:32-37)

Ananías y Safira (5:1-11)

Dios hace señales a través de los apóstoles (5:12-16)

Persecución (5:17- 42)

Elección de los siete servidores (6:1-7)

Arresto de Esteban (6:8-14)

El discurso de Esteban (7:1-53)

Muerte de Esteban (7:54- 8:1a)

La iglesia perseguida y dispersa (8:1b-4)

Felipe en Samaria (8:5-13)

Pedro y Juan viajan a Samaria (8:14-25)

Felipe y el etíope (8:26-40)

Experiencia de Saulo (9:1-19)

Saulo predica en Damasco (9:20-22)

Saulo es perseguido por los judíos (9:23-25)

Saulo en Jerusalén (9:26-31)

La sanidad Eneas (9:31-35)

La resurrección de Dorcas (9:36-43)

Pedro y Cornelio (10:1-8)

La visión de Pedro (10:9-23)

Pedro en casa de Cornelio (10:24-48)

Informe de Pedro a la iglesia de Jerusalén (11:1-19)

La Iglesia en Antioquía (11:19-30)

Santiago asesinado y Pedro encarcelado (12:1-5)

Pedro es liberado de la cárcel (12:6-19)

Muerte de Herodes (12:20- 25)

Misión de Bernabé y Saulo: su primer viaje misionero (13:1-3)

Bernabé y Saulo en Chipre (13:4-12)

Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia (13:13-52)

Pablo y Bernabé en Iconio (14:1-7)

Problemas en Listra y evangelización en Derbe (14:8-23)

El regreso a Antioquía de Siria (14:24-28)

Concilio de Jerusalén (15:1-21)

La carta (15:22-35)

Pablo y Bernabé se separan: Segundo viaje misionero (15:36-41)

Timoteo acompaña a Pablo y a Silas (16:1-8)

Visión de Pablo (16:9-10)

Conversión de Lidia (16:11- 15)

Pablo y Silas en la cárcel (16:16-40)

Alboroto en Tesalónica (17:1-9)

Pablo y Silas en Berea (17:10-15)

Pablo en Atenas (17:16-34)

Pablo en Corinto (18:1-17)

Pablo regresa a Antioquía y luego emprende su tercer viaje misionero (18:18-23)

Priscila, Áquila y Apolos (18:24-28)

Pablo en Éfeso (19:1-10)

Los exorcistas y los hechiceros (19:11-22)

Problemas en Éfeso (19:23-40)

Pablo en Macedonia y Grecia (20:1-6)

Visita de Pablo a Troas (20:7-12)

Viaje desde Troas a Mileto (20:13-16)

Discurso de despedida de Pablo en Mileto (20:17-38)

Viaje de Pablo a Jerusalén (21:1-16)

Llegada de Pablo a Jerusalén (21:17-26)

Arresto de Pablo (21:27- 39)

Discurso de Pablo en Jerusalén y su testimonio (21:40- 22:21)

Pablo apela a la ciudadanía romana (22:22- 30)

Pablo ante el Sanedrín (23:1-11)

Plan para matar a Pablo (23:12-22)

Trasladan a Pablo a Cesarea (23:23-35)

Defensa de Pablo ante el gobernador (24:1-27)

Pablo apela al emperador (25:1-12)

Pablo ante el rey Agripa (25:13-27)

Discurso de defensa de Pablo ante el rey Agripa (26:1-32)

Pablo es enviado a Roma (27:1-12)

La tempestad (27:13-38)

El naufragio (27:39-44)

Pablo en la isla de Malta (28:1-10)

Pablo viaja a Roma (28:11-14)

Pablo en Roma (28:15-31)

Sobre la portada

Obra: Columnas de la fe 

Medidas: 8” x 10” 

Material: Dibujo a bolígrafo y lápiz de colores 

Pensado y dibujado en base a Hechos 2: 1-3 “En Pentecostés, cuando se cumplió el día que el Espíritu Santo iba a llenar el interior de los creyentes con la obra de Cristo, toda la Iglesia estaba reunida en un mismo lugar. 2. De repente, llegó del cielo un gran ruido, como un soplo fuerte, que llenó toda la casa donde estaban sentados; 3. y experimentaron lenguas como de fuego, que fueron distribuidas y reposaron sobre cada uno de ellos.”

Los puntos representados en el dibujo significan las multitudes de personas a través de los siglos llevadas de esa misma experiencia, la espera de esas personas por la promesa se convierte en baluartes de nuestra fe, las líneas entrecruzadas en un mismo patrón representan los obstáculos y el centro el momento de recibir la experiencia de hablar nuevas lenguas y sentimiento de sentir el

fuego del Espíritu de Dios. La Biblia en la parte de abajo se abre dando a entender que la lectura resalta ese momento para que quede como evidencia a las nuevas generaciones. Páginas abiertas y mostrando el momento especial que es la columna de la iglesia, el poder de Dios. 


Capítulo 2

Pentecostés

2:1. En Pentecostés
πεντηκοστῆς (pentecostés) sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, caso genitivo singular, traduce: de Pentecostés. El nominativo πεντηκοστή (pentekosté) también traduce quincuagésimo. La palabra Pentecostés es conocida porque también se refiere a la fiesta judía, una festividad de origen agrícola y tiene su procedencia en Canaán. Un primer significado de la fiesta consiste en agradecer; acción de gracias, gratitud que se expresaba por la siembra y la cosecha. Israel insertó esta fiesta en su experiencia de fe monoteísta y mantuvo el significado de acción de gracias a Jehová. El pueblo sustraía de la cosecha una buena porción, realizaban un rito para ofrecer y agradecer a Dios. Los antecedentes de la celebración de la fiesta los encontramos en la Toráh, allí se describe el desarrollo dinámico que la fiesta va adquiriendo sobre la base de las tradiciones y los significados que fue adoptando en las etapas históricas. El término griego Pentecostés es tardío, se incorporó en el siglo II a. C. en la época de los Macabeos. En hebreo antiguo se usaron tres términos para hacer referencia a la fiesta. En el proceso de cultivo había dos etapas, la primera es בִּכּוּרֵ֣י (Bikurim) cuando se recogen los primeros frutos, un segundo momento, la recolección de la cosecha final, la palabra hebrea que indica esta acción es קָּצִיר֙ (Qasir), entre una y otra etapa pasaban semanas, por eso se le conoce como la “fiesta de las semanas” o el חַג שָׁבֻעֹת֙ (Shavu`ot). El Antiguo Testamento menciona el proceso histórico de la fiesta, el documento Elohista (Los documentos son las cuatro fuentes sobre las que se escribieron los libros de la Toráh) llama a esta celebración, fiesta de las Primicias, no describe el desarrollo de la fiesta, solo comenta que se realizaba un rito de acción de gracias, es decir, se presentan los alimentos ante Dios (Éxodo 23:16). El documento sacerdotal sí presenta un segmento de la fiesta en forma evolutiva, Éxodo 34:22 menciona el nombre “fiesta de las semanas”, añade la forma, pero el contenido y significado siguen siendo los mismos. El documento deuteronomista aumenta el número de semanas, habla de siete semanas, el relato de Deuteronomio 16:9-12 menciona que se incorpora el tema de la justicia, la ley a favor de los débiles, y añade el número siete, para dar un significado de perfección, además, asocia la fiesta con la experiencia que vive el pueblo en Egipto, la esclavitud y liberación-salvación, es decir, con la Pascua e incluye un nuevo significado, la alegría; aquí el rito se vuelve más complejo. En el documento sacerdotal, un documento tardío va a describir que la fiesta está más evolucionada, el texto de Levítico 23:15-22, narra la fiesta en la cual se festeja con nuevas formas y significados, se aprecia una teología de la celebración muy bien confeccionada, se incluyen los holocaustos unidos con sacrificios de sangre, se considera una fiesta ganadera y los sacerdotes toman protagonismo; se establece el día de reposo, la ofrenda consiste en panes, corderos y la prescripción en la práctica de la justicia social, de tal manera que la fiesta adquiere un significado jurídico, el cumplimiento de la Ley. Los elementos en la celebración siguen el rito de acción de gracias, ofrenda de paz, perfección del rito y la presentación de animales puros. Otros relatos, como en Éxodo 19:1-4 y 2 Crónicas 15:10-15 definen la fecha en la cual debía celebrarse la fiesta, se indica el mes tercero (Pentecostés) y resaltan que el propósito es renovar la Ley, aseveración que le da una connotación legislativa a la fiesta. Celebración que inició como una acción de gracias, posteriormente se convierte en una festividad con una impronta legislativa. La cita de Nehemías 9, recoge la teología de la fiesta de Pentecostés, una restauración dentro del correcto espíritu de celebración del Pentecostés y la renovación de la Alianza dentro de un marco legal. El relato destaca que la fiesta ya tiene un amplio significado, renovación de la Ley, ofrenda de paz-reconciliación, y expiación, la práctica de la justicia evidenciada en ayuda social, la autoridad sacerdotal y acción de gracias. Los judíos de habla griega también celebraban la fiesta de Pentecostés, el libro de los Jubileos del s. II a.C. lo va a confirmar, pues en el escrito aparece la palabra Pentecostés, expresa que es una fiesta ampliamente desarrollada y el significado de Pentecostés era recordar la entrega de la ley, se celebraba 50 días después de la Pascua (el número 50 tiene el significado de plenitud, se origina de la siguiente fórmula 7×7 +1= 50). Por lo tanto, Pentecostés va a significar la plenitud de la liberación, porque el espíritu de la Ley es cuidar el proceso de libertad dado por Dios. El evento del Sinaí indica que Dios se preocupó por cuidar la liberación del pueblo, al entregar un marco legislativo, libertad que se obtuvo con sangre, no hay libertad auténtica si no existe una Ley que la preserve y cuide. En en el Nuevo Testamento, en la época de Jesús, la celebración de la fiesta ya estaba muy bien estructurada, en la liturgia que se hacía se recitaban Salmos, uno de ellos es el Salmo 68, en su contenido se aprecia el Espíritu y sentido de Pentecostés, el Dios que favorece la justicia, significado que primó en la teología del Nuevo Testamento.
, cuando se cumplió el día que el Espíritu Santo iba a llenar el interior
συνπληροῦσθαι (sumpleruostai) verbo, voz pasiva, modo infinitivo, tiempo presente, traduce: fue llenado en el interior. Viene del verbo συμπληρόω (sumpleróo), significa llenar en el interior. El verbo en algunas versiones se ha traducido literalmente “por cumplirse”, pero desde su etimología el significado es mucho más profundo. Es un verbo compuesto por dos palabras: 1. La preposición σύν (sún) significa: en compañía de, junto con, en el interior de. Preposición que en latín es “cun”, raíz de la palabra conscientia, término que en español es conciencia y significa un conocimiento compartido o conocimiento interiorizado; la conciencia describe una realidad interna del ser. 2. El verbo Πληρόω (pleróo), traduce llenar, dar cumplimiento, completar. El sustantivo πλήρωμα (pleroma), significa plenitud. El verbo se usa en el Nuevo Testamento para referirse a Dios, cuando Dios es el sujeto que ejerce la acción. Así, el verbo indica que la acción salvadora de Dios la realiza en el interior del creyente, cuando por medio de su Espíritu encarna la obra de Cristo, y la obra de Cristo se hace conciencia, se interioriza en el creyente, en la comunidad. Con esta idea, συνπληροῦσθαι (sumpleroustai) significa una llenura interior, y es el corazón del evento de Pentecostés lucano. Pentecostés significa que el Espíritu Santo interioriza la obra Pascual redentora de Cristo en el ser de cada creyente, creando una consciencia de salvación, en tal sentido, para Lucas, el Pentecostés se refiere a la nueva ley de Dios, que es el Espíritu Santo, consigna que está en relación con el significado que adquirió la fiesta a través de la historia.
de los creyentes con la obra de Cristo, toda la Iglesia estaba reunida en un mismo lugar.
2. De repente, llegó del cielo un gran ruido, como un soplo fuerte, que llenó toda la casa donde estaban sentados;
3.  y experimentaron
ὤφθησαν (óftesan) verbo en voz pasiva, modo indicativo, tiempo aoristo, tercera persona del plural, traduce: vivieron una experiencia, o fueron vistos. Viene del verbo ὁράω (joráo) el verbo puede significar ver, observar, entender, darse cuenta o también experimentar. Una experiencia desde el interior del ser. La traducción tiene una connotación de experiencia de vida. En el pensamiento griego, había dos formas de definir la palabra “ver”. Una es con el término βλέπω (blépo), vocablo que fundamenta el ver físicamente, donde el medio para ver son los ojos y el verbo ὁράω (joráo), que indica otra manera de ver, no solo involucra el medio sino también el sentido de la vista y los demás sentidos, pues para experimentar se necesita involucrar todo el ser. El verbo conjugado en voz pasiva, indica que Dios se reveló en el corazón de los presentes a través del Espíritu Santo, brindándoles una experiencia pentecostal.
lenguas como de fuego, que fueron distribuidas y reposaron sobre cada uno de ellos.
Los versículos 2 y 3 no hay que entenderlos literalmente, sino como una manifestación teofánica. Relato que está en concordancia con Éxodo 19:16-18; 20:18. El evangelista Lucas describe la experiencia de Pentecostés en paralelo con las teofanías descritas cuando Moisés recibió la ley en el Sinaí, el aposento alto sería el paralelo con la montaña, los elementos teofánicos que acompañaron a Moisés también acompañan a la Iglesia. Los dos relatos, incluyen una constitución legislativa, en el caso de Moisés al recibir la Ley, va acompañada con manifestaciones naturales lo mismo sucede en la fiesta de Pentecostés de Hechos 2, pero en este caso, la manifestación del Espíritu afirma la renovación y actualización de la Ley, es decir una nueva Ley que por medio del Espíritu Santo se encarna en cada creyente.

4. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu les capacitaba para que compartieran
ἀποφθέγγεσθαι (apoftégguestai) verbo deponente, voz media- pasiva, modo infinitivo, tiempo presente, traduce: estar expresando, estar compartiendo, estar hablando bajo inspiración, estar hablando bajo un estilo de vida. Viene del verbo ἀποφθένγγομαι (apofténgomai) significa decir, declarar, sobre todo expresarse; en este sentido se refiere a una persona que habla o declara algo bajo inspiración, la persona se expresa no con palabras audibles sino habla con actos con su vida. El verbo aparece dos veces en todo el Nuevo Testamento, en la obra de Lucas, en Hechos 2:4 y 26:25. Término que tiene su trasfondo de uso en la religiosidad pagana griega. Cuando un devoto de una divinidad, poseído por su dios hablaba en nombre de ese dios, encarnaba a su dios y daba testimonio con su vida. Con esta idea, Lucas usa el verbo en este versículo, declara que la Iglesia primitiva reunida en el aposento alto, en la experiencia del Pentecostés, ellos encarnan la obra de Cristo en su interior y como consecuencia empiezan a compartir el Evangelio de salvación, no solo con palabras, sino con un testimonio de vida, con hechos, acciones.
el evangelio que transforma toda la existencia humana.
5. Estaban en Jerusalén personas piadosas de todas las naciones del mundo;
6. cuando se produjo este ruido fuerte, se reunió una gran multitud, y estaban sorprendidos porque cada uno los oía hablar en su propio idioma;
7. admirados y maravillados, comentaban:- ¿Acaso no son galileos todos los que están hablando?
8. ¿Cómo es que nosotros podemos oír a cada uno de ellos en nuestra propia lengua materna?
9. Somos de diferentes partes del mundo: Partia, Media, Elam, Mesopotamia, Judea, Capadocia, Ponto, Asia,
10. Frigia, Panfilia, Egipto, de las regiones de Libia cercanas a Cirene, visitantes de Roma,
11. de Creta y Arabia; tanto judíos de nacimiento, como los que nos hemos convertido a la religión judía, venimos de lugares distintos, ¡pero los escuchamos hablar de las maravillas de Dios en nuestro propio idioma!
12. Estaban todos sorprendidos y perplejos, se decían los unos a los otros: – ¿Qué significa esto?
13. Pero había otros que se burlaban, diciendo: – ¡Están borrachos! ¡Han tomado demasiado vino barato!  
Primer discurso apostólico

14. Entonces, Pedro se puso de pie, con los once, alzó su voz, y pronunció el primer discurso apostólico: – Judíos y los que están de Jerusalén, les voy a explicar lo que ha pasado, por eso escuchen bien lo que les voy a decir,
15. porque no hay nadie borracho aquí, como ustedes están pensando, porque es muy temprano para emborracharse;
16. en realidad lo que está pasando es el cumplimiento de lo que anunció el profeta Joel:
17. “Dios dijo:  En los últimos días, derramaré mi Espíritu sobre todas las personas, Sus hijos y sus hijas profetizarán, Los jóvenes tendrán visiones, Los ancianos soñarán;
18. En esos días derramaré mi Espíritu     sobre mis siervos, hombres y mujeres,     y ellos profetizarán.
19. Les mostraré maravillas en el cielo     y señales en la tierra,     Sangre, fuego y nube de humo;
20. El sol se ,oscurecerá
σκότος (skótos) sustantivo neutro, tercera declinación, en caso nominativo singular, traduce, oscuridad o tinieblas. El uso del sustantivo en el versículo tiene relación con el gran día del Señor. La frase presenta una alusión a juicio. Idea que encontramos en el Antiguo Testamento, en especial en la literatura profética, “el gran día del Señor”, tenía como señal principal la oscuridad; por ejemplo, en Amós 8:9; Joel 2:10; Sofonías 1:15; Isaías 13:10; 34:4, entre otras citas. En esta misma línea va la referencia cuando se cita en la fiesta de Pentecostés, al mencionar que el sol se oscurecerá, la luna se convertirá en sangre. El autor presenta un reflejo que las profecías veterotestamentarias se cumplen y el significado teológico aquí señala que Pentecostés representó el gran día del Señor, es decir, salvación para la humanidad por medio de la obra objetiva de Cristo y la obra subjetiva del Espíritu, si en el Antiguo Testamento “el día del Señor” tenía énfasis de juicio, en el Nuevo Testamento su interés se centra en la acción salvadora de Dios para la humanidad.
y la luna se convertirá en sangre, Entonces vendrá el grande e impresionante día del Señor
21. Y todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo.”
Cita a Joel 2:28-32.

22. Israelitas, escuchen estas palabras sobre Jesús de Nazaret: Un hombre respaldado por Dios y lo demostró ante ustedes, Dios obró con poderes sobrenaturales, milagros y señales en medio de ustedes, a través de Él, y ustedes ya lo saben;
23. Él les fue entregado, conforme al plan y el propósito de Dios, y ustedes lo prendieron y lo mataron, poniéndolo en manos de gente sin ley;
24. pero Dios lo resucitó, liberándolo de sus dolores de muerte, ya que la muerte no tenía ningún poder para retenerlo.
25. David ya había dicho esto sobre Jesús: “Veía al Señor siempre delante de mí; Porque Él está a mi lado, para protegerme.
26. Por eso mi corazón saltó de alegría, Canto y hablo con gozo, Y mi ser habitará en la esperanza;
27. Porque no dejarás mi alma tirada en el Hades
ᾅδην (Haden) sustantivo masculino, tercera declinación, caso acusativo, singular, traduce: al Hades, viene del nominativo ᾅδης (Hades), que significa lugar de los muertos. El Hades es una creencia que nació en la mitología griega, es el nombre de un dios, el dios del Inframundo, es decir, el lugar de los muertos. Hades era uno de los hijos del dios Khronos, y era hermano mayor de Zeus, ya que Khronos tuvo seis hijos, tres dioses y tres diosas, las tres diosas eran: Hestia, Deméter y Hera, y los tres dioses eran: Poseidón, Hades y Zeus. La mitología griega enseña que hubo una guerra entre los tres hijos de Khronos contra los titanes, y los tres hijos de Khronos ganaron la guerra, y como premio se repartieron el dominio del universo. Los griegos concebían el universo en tres partes, 1. La parte superior, que era la bóveda celeste, donde estaba el Olimpo, el lugar de los dioses griegos, 2. La parte intermedia, era la tierra y los océanos, 3. La parte inferior, conocida como inframundo, era el lugar de los muertos. Cuando los tres hermanos ganaron la guerra, Zeus se proclamó el amo de la parte superior, el cielo, y era el jefe de los dioses que vivían en el Olimpo, también era el dios del trueno, del rayo, de los astros y de las lluvias, es decir, de todo aquello que se encuentra en la parte superior. Poseidón se quedó con la parte intermedia, o sea, la tierra y los mares. Y, por último, Hades se quedó con la parte inferior, como dios del inframundo. En la mitología, el inframundo, conocido como Hades, no tenía una connotación malévola o negativa, sino que era el reino de los muertos, todas las personas muertas iban a este lugar. En concepciones de la mitología griega, se dice que el Hades estaba dividido en dos partes: 1. Un lugar para los muertos que eran buenos, que habían actuado bien en vida, era un lugar de descanso, donde había jardines, conocidos como campos Elíseos, ríos, etc., era un lugar agradable. 2. Había un lugar malo, calabozos, llamado Tártaros, donde se torturaban a los muertos que eran malos y que habían actuado con maldad en su vida. Es decir, el Tártaros quedaba dentro del Hades (Cf. Teogonía de Hesíodo). La literatura rabínica, del periodo intertestamentario, bajo la influencia griega, incorpora en su teología, el Hades de los griegos, para referirse al lugar de los muertos.
, Ni permitirás que mi cuerpo sufra las consecuencias de la muerte,
28. ”Me hiciste conocer los caminos de la vida,Y en tu presencia hay plenitud de gozo.”
Cita a Salmo 16:8-11.

29. Hermanos, permítanme decirles la verdad sobre el patriarca David, que no solamente murió, sino que fue sepultado, y su tumba está entre nosotros hasta ahora, todos podemos verla.
30. Por tanto, David era profeta y sabía lo que Dios le había prometido, que de su descendencia iba a salir alguien que se sentaría en su trono
Cita a Salmo 132:11.
,
31. profetizando, habló acerca de la resurrección de Cristo, que no fue desamparado en el Hades, ni tampoco su cuerpo sufrió las consecuencias de la muerte.
32. Dios resucitó a Jesús, y todos nosotros somos testigos de esta resurrección.
33. Cristo está exaltado, a la derecha de Dios. El Padre prometió a Jesús el Espíritu Santo, y ahora Jesús ha derramado en nosotros ese mismo Espíritu, como nos había prometido. ¡Y esto es lo que ustedes están viendo y oyendo!
34. Porque David, no había subido a los cielos, cuando dijo del Mesías:  “Dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi derecha;
35. ”hasta que ponga a tus enemigos por debajo de tus pies.”
Cita a Salmo 110:1.

36. Pueblo de Israel, estén seguros de que deben reconocer que a este Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios lo estableció como Señor y Mesías.
37. Cuando escucharon esto, se pusieron muy tristes y preocupados, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:  – Hermanos ¿Qué debemos hacer?
38. Pedro les contestó: – Cada uno de ustedes, cambien su manera de pensar para cambiar su manera de vivir
μετανοήσατε (metanoésate) verbo, voz activa, modo imperativo, tiempo aoristo, segunda persona del plural, traduce: cambien su manera de pensar para cambiar su manera de vivir, deriva del verbo μετανοέω (metanoéo), tradicionalmente se ha traducido como “arrepentirse” o “cambiar la conducta” en forma directa. El verbo tiene una connotación más amplia, se compone de dos raíces griegas: 1. La preposición Μετά (metá), tiene varios significados, entre ellos la idea de cambio, oposición, contra, vuelco.  2. El sustantivo νοῦς (noús), masculino, nominativo singular, significa: mente, pensamiento, inteligencia, razón, entendimiento y discernimiento. Por lo tanto, el verbo μετανοέω (metanoéo) significa cambiar el pensamiento, la manera de entender la vida, la forma de razonar más crítica. Perspectiva que encontramos en la literatura griega, tanto en los presocráticos y en los filósofos clásicos como Aristóteles. En su libro La Ética a Nicómaco, indica que nunca se podía cambiar la conducta en forma directa, si no había un cambio en la manera de pensar. Aristóteles decía que las estructuras mentales, influencian en la conducta práctica y en la formación de las virtudes; cuando se trata de cambiar la conducta sin cambiar la manera de pensar, es una forma de reprimir los malos actos que se convierten en costumbre, así, las personas vuelven a cometer y con más intensidad las conductas malas. Por eso, desde la concepción del pensamiento griego, lo más sabio y sensato, es un primer paso de cambio, son las estructuras mentales, la forma de concebir la vida para después estimular a la práctica de una conducta buena. Perspectiva que integra tanto el verbo como el sustantivo griego μετάνοια (metánoia), término que se traduce como conversión y arrepentimiento. El auténtico cambio y arrepentimiento es transformar el pensamiento, la razón y los estímulos e intenciones que afectan la conducta. De esto se trata la verdadera conversión cristiana. Jesucristo, Pablo, Lucas y los demás escritores del Nuevo Testamento, cuando hablan de arrepentimiento se refieren a esta idea: Cambien sus pensamientos, su forma de pensar, para cambiar su manera de actuar y vivir.
, y sean bautizados
βαπτισθήτω (baptistéto), verbo, modo imperativo, voz pasiva, tiempo aoristo, tercera persona del singular, que traduce: sea bautizado, viene del verbo βαπτίζω (baptízo), que significa sumergirse para ser levantado, este verbo no necesariamente hace referencia a un bautismo en agua, también puede tener la connotación de sumergirse en otras situaciones, en problemas, para después ser levantado. La literatura neotestamentaria y de los Padres de la Iglesia, usaron esta figura del bautismo para relacionarlo con la obra pascual de Cristo en la cruz. Desde esta perspectiva se fundamenta el rito de iniciación cristiana, que es el bautismo, como un acto público, que significa muerte de la vieja naturaleza, sumergirse en un proceso de cambio, arrepentimiento, transformación y purificación, para ser levantado a una nueva vida, ser resucitado en una nueva naturaleza cristiana, morir para el mundo, para vivir para Dios, así como Jesús, como ejemplo máximo de amor sacrificial, murió por nosotros, para que tengamos vida eterna, debemos asumir un compromiso de matar nuestro yo para que Él viva en nosotros, a través del amor sacrificial; encontramos una profunda disertación de Pablo en Romanos 8 sobre esta teología, así como en la Didajé.
en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados sean perdonados, y recibirán el don de la salvación
δωρεὰν (doreán) sustantivo femenino, primera declinación, primera sección, en caso acusativo singular, traduce: al don, a la dádiva, al regalo. Viene del nominativo δωρεά (doreá). Este sustantivo, se usa específicamente para referirse al don de la salvación, como un regalo de parte de Dios, y no debe confundirse con otro sustantivo que se traduce como dones el χάρισμα (járisma) y que Pablo usa en su teología para hablar de los diferentes dones espirituales que Dios da para equipar a la Iglesia, para que la Iglesia los use al servicio del evangelio y edificación de la propia Iglesia, esos dones son variados y es una forma pastoral de contextualizar el don mayor que es el dorea, la salvación. La Iglesia debe ir desarrollando esos dones de acuerdo con su dinámica y su contexto histórico; pero hay que marcar la diferencia entre el χάρισμα (járisma) y el δωρεά (doreá), que es un regalo único y supremo, el don de la salvación.
del Espíritu Santo.
39. Porque la promesa también es para ustedes, para sus hijos, para los que están lejos, y para todos a los que el Señor nuestro Dios llame.
40. Y con muchas otras palabras seguía profundizando la enseñanza, testificaba solemnemente y exhortaba a la gente diciendo: – ¡Sean salvos de esta generación perversa!  
La comunidad de los creyentes

41. Así pues, las personas que fueron convencidas por la palabra de Dios, fueron bautizados; y en aquel día, tres mil almas fueron añadidas a la comunidad de los creyentes.
42. Y se mantenían constantemente, en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión fraternal, en el partir del pan, y en las oraciones
προσευχαῖς (proseujaís), sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, caso dativo, plural, traduce: en las oraciones. Viene del nominativo προσευχή (proseujé). Una nueva palabra que Jesucristo pronunció para hablar de la oración. Vocablo que no se encuentra en el léxico del griego clásico, porque es una de las palabras que conforman el 5% de términos propios del cristianismo y del Nuevo Testamento. En su etimología προσευχή, tiene tres raíces: 1. πρός (pros) indica intimidad e identidad, cuando se usa esta partícula da a entender una unidad entre dos partes, por eso, cuando la persona ora se identifica con Dios en Cristo Jesús. La persona que ora va adquiriendo el carácter de Cristo en su vida.   2. εὑ (eu) viene de εὑρίσκω (heurisco), que significa encontrar la transformación de la existencia, es decir, que a medida que la persona ora, experimenta una transformación y renovación, es un proceso terapéutico. 3. χή (jé) viene de χάρις (járis) significa gracia, que era la máxima condecoración que el rey daba a un soldado que había sido héroe en la batalla, compartiendo la vida con Él.  La gracia es que Dios comparte su vida con el creyente en Cristo Jesús.  En griego hay dos términos para vida, βίος (bíos) significa la vida fisiológica, y Ζωή (zoé) el desarrollo pleno de la vida biológica. El creyente por medio de la oración recibe esta vida plena compartida por Dios a través de la gracia. Por lo tanto, χή (jé) significa recibir la plenitud de vida en Dios. Con todo eso podemos concluir que, Jesús cuando habla de oración, hace referencia a un encuentro de intimidad con Dios en el que vamos adquiriendo la identidad de Cristo a través de un proceso terapéutico de renovación y transformación para vivir plenamente la vida en Cristo Jesús.  
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43. Todos sentían un profundo respeto, y los apóstoles hacían muchas maravillas y señales milagrosas.
44. Todos los que creyeron, tenían todas las cosas en común y se ayudaban mutuamente;
45.y vendían sus propiedades y bienes, y los distribuían a todos según las necesidades de cada uno.
46. Cada día, se reunían fiel e íntimamente unidos en el templo, y constantemente partían el pan en las casas, compartían la comida con sencillez de corazón,
47. alabando a Dios; y el pueblo los quería. Y cada día el Señor añadía a la comunidad de creyentes a los que iban siendo salvos.
  


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