Juan Capítulo 3

Introducción

INTRODUCCIÓN GENERAL

Fecha y Lugar

Según las teorías más aceptadas el libro fue escrito en Éfeso, debido a que el contenido de este Evangelio se conecta con la problemática de la iglesia de este lugar, además existen muchas evidencias internas y externas de que fue escrita en dicho territorio.

Posiblemente se escribió a finales del primer siglo, según las teorías más confiables podemos situarlo entre los años 95-99 d.C., uno de los factores que nos ayudan a ubicar el contexto de este libro es que el Evangelio ya hace alusión a las persecuciones imperiales.

Destinatarios

No hay una unidad entre los eruditos para definir a quien fue dirigido; basándose en que no es un Evangelio tan judío-cristiano, como es Mateo por ejemplo, podemos tener una inclinación que el receptor fue la Iglesia griega de Asia Menor, debido a los elementos internos del Evangelio; no obstante, investigaciones más recientes apuntan a la “Comunidad del discípulo amado” como destinaria de este libro.

Propósito del libro

En Juan 20:30-31, como todo buen escrito griego, deja claro el propósito

principal del libro:

“30. Muchas otras señales hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no han sido escritas en este libro. 31. Todas estas cosas se escribieron con el propósito de que crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y con el objetivo de que, creyendo, tengan vida plena por medio de Él.”

En esta finalidad hay tres palabras claves en griego: 1. σημεῖα (semeía): que significa señales, en los sinópticos usan δύναμις (dúnamis) que traduce poder, o τέρας (téras) que significa milagro, prodigios y maravillas, para decir que Jesús hizo algo asombroso, espectacular. Juan usa la palabra σημεῖον (semeíon) que significa señal, también puede ser traducido como milagro, pero significa que este milagro que se hizo es solo una señal de un significado más grande y debe ser interpretado espiritualmente, no quedarse solamente con la parte material del milagro, sino que se debe profundizar en la carga teológica de la señal. 2. ἵνα πιστεύητe (ína pisteúete) que traduce “para que tenga fe”: las señales generan fe, para Juan la fe se fundamenta en lo que Dios hace en la historia y en la teología del milagro, es decir, el quehacer teológico fundamenta la fe. y 3. ζωὴν ἔχητε (zoén éjete) para que tengan vida: la fe sirve para dar vida, ζωή (zoé) es el desarrollo de la vida en todas sus extensiones, hace referencia a una calidad de vida, todo lo que el hombre necesita para vivir plenamente.


Capítulo 3

Diálogo de Jesús con Nicodemo

1. Había un líder entre los fariseos, llamado Nicodemo,
2. que fue a visitar a Jesús durante la noche y le dijo: – Maestro, sabemos que has venido de parte de Dios a enseñar; porque lo que Tú haces, nadie lo puede hacer, a no ser que Dios esté con él.
3. Jesús le respondió diciendo: – En verdad, en verdad te digo, el que no nace de nuevo, no puede vivir, ni tampoco experimentar el reino de Dios.
4. Nicodemo le contestó a Jesús: – ¿Cómo puede un hombre siendo viejo, nacer de nuevo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez al vientre de su madre y nacer?
5. – En verdad te digo, si alguien no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar al reino de Dios. – Le dijo Jesús.
6. Lo que es nacido de la carne, carne es; lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7. Jesús le dijo: – No te sorprendas por lo que te dije: es necesario nacer de nuevo y de lo alto.
8. El viento sopla a donde quiere, y se escucha su voz, pero no se sabe de dónde viene, ni hacia dónde va; asimismo es todo aquel que nace de nuevo en el Espíritu.
9. Respondió Nicodemo: – ¿Cómo pueden suceder esas cosas?
10. Le replicó Jesús y dijo: – ¿Tú eres un maestro de Israel y no conoces estas cosas?
11. En verdad, en verdad te digo, lo que conocemos hablamos, y lo que hemos visto testificamos; pero les cuesta mucho recibir nuestro testimonio.
12. Si les cuesta creer en las cosas terrenales, ¿cómo van a creer las cosas celestiales?
13. Nadie ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, y este es el Hijo del hombre.
14. Como Moisés levantó a la serpiente en el desierto, así también es necesario que sea levantado el Hijo del hombre,
15. para que todo el que cree en Él, tenga vida eterna.
El amor sacrificial de Dios

16. En efecto, de tal manera amó Dios al mundo, con amor sacrificial, que entregó a su Hijo, el Unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.
17. Porque Dios no envió a su Hijo, con el propósito de juzgar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él.
18. El que cree en su Hijo no es juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no creyó en el nombre del Hijo único de Dios.
19. Este es el juicio de condenación: Que la luz ha venido al mundo, y la humanidad amó más a las tinieblas que a la luz, porque la humanidad siempre practicó las malas obras.
20. Porque el que practica la maldad, odia la luz y no la busca, porque no quiere ser reprendido por las obras de su maldad.
21. Pero el que vive la verdad, siempre está en la luz, con el propósito de que Dios se manifieste en sus obras.
Jesús y Juan el bautista

22. Después vino Jesús y sus discípulos a la tierra de Judea, allí se quedó con ellos, y empezó a bautizarlos en esta región.
23. Juan bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había muchas aguas y la gente acudía para bautizarse.
24. Porque Juan no había sido encarcelado todavía.
25. Entonces hubo una discusión de los discípulos de Juan con un judío sobre la purificación.
26. Vinieron donde Juan y le dijeron: – Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú mismo diste testimonio, está bautizando y todos están yendo hacia Él.
27. Juan respondió:- Ningún hombre puede recibir algo, si no es dado desde el cielo.
28. Ustedes son testigos de lo que dije: “Yo no soy el Mesías, sino que he sido enviado antes que Él.”
29. El que tiene la esposa es el esposo; pero el amigo del esposo, que está con él, se alegra mucho al escuchar la voz de felicidad del esposo, así me siento yo al estar al lado del Mesías.
30. Es necesario que yo disminuya, para que Él crezca.
El que viene del cielo

31. El que viene del cielo, está por encima de todos; el que está en la tierra, es de la tierra, y habla cosas terrenales; pero el que viene del cielo es superior a todos.
32. Lo que ha visto y escuchado en el cielo, de esto testifica, pero su testimonio, nadie lo acepta.
33. El que acepta y vive su testimonio, confiesa que Dios es verdadero.
34. El que Dios envió, es Palabra viva de Dios; pues el Espíritu Santo no es limitado.
35. El Padre ama a su Hijo, y todo lo entregó en sus manos.
36. El que cree en su Hijo tiene vida eterna; pero el que no cree en su Hijo no verá la plenitud de vida, por el contrario, la ira de Dios caerá sobre él.  


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