Hechos Capítulo 8

INTRODUCCIÓN GENERAL

El libro de Hechos es la segunda parte de la fascinante obra lucana, compuesta de dos libros: Lucas y Hechos. En la cual el autor diseña un plan de salvación integral, con una actuación trinitaria muy marcada, donde el Dios Padre envía a Jesús para cumplir su obra objetiva de la salvación (Lucas), que es completada ahora por la obra subjetiva del Espíritu Santo (Hechos) en el interior de cada creyente, formando así una comunidad de testigos del Jesús Resucitado llenos del Espíritu, para transformar la realidad de este mundo injusto y expandir la ética del Reino de Dios hasta los confines de la tierra.

Lucas sigue con su teología narrativa muy detallista, Hechos no es un simple recuento del pasado, es un modelo, un paradigma, un horizonte, de qué y cómo es ser cristiano, de cómo se manifiesta el reino de Dios, y qué es vivir la experiencia de tener vida plena en el Espíritu Santo.

Un libro fenomenal, con muchas particularidades y riqueza redaccional, una estrategia literaria entretejida de discursos, diálogos e historias, con una fuerte motivación teológica, es decir, es muy intencional en cada palabra, es un proyecto de anuncio del mensaje que transforma toda la existencia humana. Por eso, les invitamos, a que, como destinatarios actuales, se dejen interpelar por su lectura; para potencializar esta experiencia, profundicemos un poco más sobre las características de la obra, y sus contextos.  

I. Características Generales de Hechos«

Es un libro pneumático, donde definitivamente el protagonista de la obra es el Espíritu Santo, incluso algunos eruditos lo llaman de “Hechos del Espíritu Santo”, es el cumplimiento de la promesa del derramamiento del Espíritu sobre toda carne, y narra la acción y manifestación de este Espíritu que se mueve, que transforma las mentes y corazones y obra poderosamente en la iglesia y a través de la iglesia, es el dinamismo de Dios, constantemente interviniendo en la historia, haciendo maravillas, sanando, consolando, guiando, exhortando, enseñando y capacitando. 

Es un libro pentecostal, y no necesariamente relacionado al movimiento o la corriente teológica pentecostal, que tiene su ethos y hermenéutica muy  fundamentada en el libro Hechos, pero es más profundo que eso, es una obra que nos explica esta pentecostalidad como principal característica de un cristiano, los movimientos carismáticos son como señales, pero la pentecostalidad logra la unidad gigantesca de todas las memorias de Cristo, y aquí en Hechos tenemos un tipo de narrativización que nos brinda un modelo de ser Iglesia en el mundo. Es la fuerza, el soplo del Espíritu que mueve a hombres y mujeres como señales de que otro mundo es posible, de otra propuesta de existencia factible, una señal del reino de la justicia de Dios. La pentecostalidad en Hechos es resaltada como un rescate de memorias preciosas, tesoros, a través de imágenes, de narrativas y de teología, nos enseña principios que, en poco más de treinta años de historia, esta comunidad aprendió, experimentó y vivenció; la Pentecostalidad es traducción de lo celestial a la realidad humana, la transcendencia que se hace posible en la vida inmanente.

La pentecostalidad de la iglesia no es huir de la realidad, es la capacidad de ser tomados por el Espíritu de forma personal y comunitaria, para que seamos ejemplo y probar que es posible un mundo transformado por la gloria de Dios, es esa casa en común, varias etnias distintas unidas por el poder de Dios, como expresa el texto es vislumbrar “μεγαλεῖα τοῦ θεοῦ”, es decir, “las maravillas de Dios” y Hechos trata de enseñarnos todo eso.

Es un libro discursivo, gran parte de su contenido teológico más profundo está plasmado es discursos (de Pedro, de Esteban, de Pablo, etc.), mediante discursos que transmiten fe, se recuerdan tradiciones, se formula cristología y soteriología, no se puede ignorar o leer a la ligera los discursos en Hechos porque ellos son muy pertinentes en la construcción dibujada por el autor.

Es un libro eclesial, que cuenta el nacimiento de la Iglesia, establece una tradición canónica para la iglesia primitiva, evidenciando el ideal eclesiológico lucano, que es tener un mismo sentir, estar unidos por un propósito, ser llenos del Espíritu, compartir, perseverar en la doctrina, en las oraciones, en la comunión y en el partir del pan. Presenta la eclesiología perfecta como fruto de la acción del Espíritu Santo.

Es un libro apostólico, en el sentido de dar a los apóstoles un papel protagónico, pero entendiendo el apostolado como una vocación para servir, más que solo un cargo jerárquico. Es una tradición apostólica petrina-paulina, o sea, resalta la figura de Pedro en la primera parte de la obra, como apóstol de los judíos, y luego la figura de Pablo como apóstol de los no judíos, sin dejar de lado la mención de otros apóstoles también.

Es un libro historiográfico, que el mismo autor afirma que estudió las cosas que sucedieron entre ellos, e hizo una teología de la historia, usó la narratividad con gran habilidad para transmitir un profundo paradigma de qué es ser testigo de Jesucristo Resucitado, ser parte del pueblo “del camino”, participar del plan salvífico de Dios en la historia humana, que tenemos que cambiar nuestra mirada frente a la historia y resignificar las memorias.

Es un libro intencional, el autor pensó muy minuciosamente cómo escribir su libro, seleccionó cuidadosamente el contenido, hizo una investigación seria, para que cada personaje, cada lugar, cada memoria, cada cita, cada detalle contribuya para su propósito evangelístico principal; el orden de los relatos y las repeticiones también es un factor peculiar de Hechos. Todo el libro es como una bella obra de arte. 

Es un libro geográfico, en toda la obra el autor dibuja todo el plan de salvación como un camino, la vida de fe como una trayectoria, dinámica, comprometida con la realidad y cada lugar geográfico es sumamente pensado, cada lugar mencionado tiene su trasfondo teológico, en Hechos hay un hermoso mapa evangelístico, iniciando en Jerusalén y alcanzando muchos pueblos y naciones y llegando hasta Roma, que representaba los confines de la tierra en ese entonces, por la centralidad política y geográfica. Es un libro que te conduce a un tremendo viaje, con muchas aventuras.

Es un libro continuado, por eso es importante leer la obra completa que inicia en el Evangelio de Lucas, para tener una apreciación global.

Es un libro poderoso, donde el “poder sobrenatural” está presente del inicio al fin, y sigue disponible para la Iglesia hoy.

 

II.  Teorías de Formación

Siempre dejando claro que las teorías de formación son sólo aproximaciones, no se trata de verdades absolutas, pero que dentro del ejercicio académico y basándose en la historia y en la tradición, se asume posturas de lo que se cree más acertado, dentro de diálogos que aún siguen abiertos.

Autor

Según la tradición, y no hay motivos contundentes para dudar, que se trata de Lucas, el Médico amado; inclusive algunos estudiosos hacen la observación de que él es más técnico para describir las enfermedades y que es muy interesado en la sanidad integral como característica fundamental del Reino de Dios. De acuerdo con la patrística, como por ejemplo Eusebio de Cesarea, defendía que su origen era de Antioquía, es decir, un gentil, de origen pagano convertido al judaísmo y al cristianismo.

Mucho de lo que se conoce sobre este personaje es de fuentes extrabíblicas y sujetas a poca historicidad, como la teoría de que era pintor, o las distintas versiones de su causa de muerte, no obstante, el texto en sí, habla mucho de la personalidad de su autor, el vocabulario, la forma que las memorias son usadas, y que a pesar de la posibilidad de ser de origen gentil, refleja su amplio conocimiento de la tradición judía, un manejo espectacular de la hermenéutica judía y de la literatura rabínica, un dominio excelente de la Septuaginta Griega, la fraseología, la manera como los términos aparecen, la construcción sintáctica de Hechos, las expresiones fonéticas, que nos va dibujando un perfil de este autor, dando paso a la posibilidad de hacer una relación con la teología paulina, o sea, no se descarta la teoría de que fue Lucas que anduvo con Pablo, y fue su compañero en algunos de sus viajes misioneros.

El Nuevo Testamento hace tres posibles menciones a este personaje: En Colosenses 4:14, que lo caracteriza como el médico amado; en 2 Timoteo 4:11, donde Lucas es presentado como el único amigo que está con Pablo en Roma y en Filemón 1:23-24, que incluye a Lucas como cooperador de Pablo.

 Fecha y Lugar

 La fecha siempre es una cuestión compleja y fluctuante, pero en esta versión se prefiere las teorías de una escritura más tardía, que la obra lucana fue escrita alrededor del 80 d.C.; el lugar también es bastante discutido, algunas teorías defienden que fue en Roma, otras en Éfeso, en la región de Asia Menor, todavía hay quien sostiene que fue en Macedonia, pero optaremos por la teoría que probablemente fue escrito en Antioquía, una ciudad cosmopolita que fue muy significativa en el cristianismo apostólico primitivo.

Lo que se sabe es que Hechos no tuvo muchos problemas en cuanto a su canonización y aceptación litúrgica y eclesiástica, las listas más antiguas, como el Códice Muratorio (170 d.C.) ya incluye la obra lucana; también en los escritos de los Padres de la Iglesia, Hechos goza de una gran autoridad y legitimidad canónica.

Destinatarios

En su prólogo, especifica que está destinado al excelentísimo Teófilo, un nombre de origen griego que significa alguien que ama a Dios, o amado por Dios debido a que se compone de dos raíces: 1. θεός (Teós), que traduce Dios y 2. φίλος (fílos) deriva del verbo φιλέω (fileo), significa amor sentimental o afectivo.

Sin embargo, no se sabe con certeza a quien exactamente se refería el autor con Teófilo, hay algunas teorías con respecto a este personaje, las más aceptadas es que era un funcionario romano de alto prestigio, ya que Lucas se refiere a él con la expresión formal “κράτιστε (krátiste), palabra griega que significa: excelentísimo, honorable, estimado. Es posible que Teófilo era un simpatizante del cristianismo por eso Lucas le dirige su obra con motivos apologéticos para que Teófilo conozca la historia de la fe cristiana; otra teoría muy conocida es que Teófilo era creyente y gozaba de mucha influencia romana. Lucas le escribe para que conozca más sobre los fundamentos de la fe cristiana y pueda defender el cristianismo ante la corte romana, además de ser un posible auspiciador de la investigación lucana; también hay la teoría de que Teófilo no necesariamente se refiere a una sola persona, sino a toda la comunidad amada por Dios o que ama a Dios, o sea, la comunidad cristiana; aquí nos inclinamos más a esta última, que el libro fue escrito a toda la comunidad cristiana, con énfasis gentil, que amaba a Dios.

Género literario

El género literario es un tema complejo en relación este libro, porque a pesar de que la tradición lo considera como el único libro “histórico” del Nuevo Testamento, no obstante, no podemos ignorar que los parámetros historiográficos del autor, en este tiempo antiguo no son pautados por la historicidad moderna, es más una teología de la historia, o una historia teológica muy significativa y pensada.

Algunas teorías, algo más atrevidas, pero no dejan de ser interesantes, presentan a Hechos como el “Evangelio del Espíritu Santo”, que obra en la vida de la iglesia, pero principalmente de los apóstoles, especialmente en Pedro y Pablo, pero que tiene muchas características literarias del género de Evangelio, considerando que Jesús sigue haciendo y estando a través del Espíritu y mediante sus testigos.

Propósito del Libro

El propósito es presentado luego en el prefacio de la obra, en los primeros versículos, el autor especifica cómo y porqué continúa escribiendo y que esta es una continuación. Además, tiene un objetivo de reafirmación de las verdades pedagógicas del cristianismo, para que los discípulos de Jesús tengan claro el testimonio por lo cual deben estar dispuestos hasta sacrificar sus propias vidas. Sin embargo, se considera como versículo clave Hechos 1:8 que resume todo el diseño y objetivo del libro y se complementa con Hechos 8:1 de las persecuciones y el cumplimiento de esta misión de la Iglesia de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura.

 

III. Bosquejo teológico del libro de Hechos

El bosquejo de Hechos presenta el cumplimiento del plan de salvación, posibilitado por la obra objetiva de Jesucristo, y activado por la obra subjetiva del Espíritu Santo, sigue con la idea de un camino, un mapa de evangelización, por eso su bosquejo es una progresión geográfica:

 1. Introducción (1:1-14)

Comienza con el prólogo, haciendo la conexión con Lucas, luego se narra un poco de la experiencia de los discípulos pasando un tiempo con el Jesús Resucitado, que sigue enseñando sobre el reino de Dios; Jesús les deja una instrucción muy clara que se queden en Jerusalén donde recibirán poder para ser testigos y su misión iniciaría en Jerusalén, Judea y hasta los confines de la tierra. Después Jesús es llevado al cielo en gloria, en una nube y los discípulos regresan a Jerusalén.

2. En Jerusalén (1:15-7)

Luego ocurre Pentecostés, el corazón del libro, algo extraordinario sucede, desde muchas dimensiones. Hechos hace un contraste entre los dos templos, el templo de Jerusalén y la Iglesia como templo de Dios. Con una importante exhortación sobre la santidad para ser templo de Dios, expresado por la trágica historia de Ananías y Safira. Surgen nuevos líderes en la Iglesia, que están dispuestos a testificar con su propia vida al Resucitado, como es el caso de Esteban, que fue arrestado, pero hace un poderoso discurso, rescatando toda la historia del Antiguo Testamento, sin embargo, los judíos no lo aceptaron e hicieron de Esteban el primer mártir del movimiento de Jesús (conocidos como los “Del Camino”), que demostró hasta la muerte qué significa tener la fe por identidad. Se empieza una fuerte persecución de los judíos hacia los cristianos, a tal punto que muchos empiezan a salir de Jerusalén, cumpliendo así, aunque indirectamente, la expansión del evangelio a otras partes del mundo, tal cual Jesús les había profetizado.

3. Judea y Samaria (8-12)

Motivados por la primera ola de persecución, la comunidad de los testigos del Resucitado se convierte en un movimiento multiétnico e internacional, tenemos la misión de Felipe en Samaria, que eran enemigos de los judíos, pero muchos aceptaron el Evangelio de Jesús; a continuación se presenta la experiencia radical de metanoia de Pablo de Tarso, que era un perseguidor obstinado del cristianismo, pero cuando tiene un encuentro personal con el Resucitado, resignifica toda su vida y se vuelve el más grande militante del kerigma apostólico de la resurrección de Cristo; tenemos también la visión de Pedro, abriendo el evangelio al mundo pagano, y la Iglesia de Antioquía.

4. Hasta los confines de la tierra (13-28)

En esta amplia sección acompañamos la gran aventura de los viajes misioneros de Pablo, como ejecución de la evangelización global, el Concilio de Jerusalén, las múltiples persecuciones judías, el nacimiento de varias iglesias, las dificultades enfrentadas por los apóstoles y discípulos, pero la resiliencia y la fuerza que el Espíritu brinda a los creyentes para seguir avanzando en victoria y creciendo en gracia, en conocimiento y en fe.

Estructura según la TCB

Prólogo (1:1-2)

Promesa del Espíritu Santo (1:3-5)

Ascensión de Jesús (1:6-11)

Regresando a Jerusalén (1:12-14)

Reemplazo de Judas (1:15- 26)

Pentecostés (2:1-13)

Primer discurso apostólico (2:14- 40)

La comunidad de los creyentes (2:41- 47)

Sanidad de un paralítico (3:1-11)

El discurso de Pedro (3:12- 26)

Pedro y Juan ante el Sanedrín (4:1-22)

La oración de la comunidad (4:23- 31)

Vida en comunidad (4:32-37)

Ananías y Safira (5:1-11)

Dios hace señales a través de los apóstoles (5:12-16)

Persecución (5:17- 42)

Elección de los siete servidores (6:1-7)

Arresto de Esteban (6:8-14)

El discurso de Esteban (7:1-53)

Muerte de Esteban (7:54- 8:1a)

La iglesia perseguida y dispersa (8:1b-4)

Felipe en Samaria (8:5-13)

Pedro y Juan viajan a Samaria (8:14-25)

Felipe y el etíope (8:26-40)

Experiencia de Saulo (9:1-19)

Saulo predica en Damasco (9:20-22)

Saulo es perseguido por los judíos (9:23-25)

Saulo en Jerusalén (9:26-31)

La sanidad Eneas (9:31-35)

La resurrección de Dorcas (9:36-43)

Pedro y Cornelio (10:1-8)

La visión de Pedro (10:9-23)

Pedro en casa de Cornelio (10:24-48)

Informe de Pedro a la iglesia de Jerusalén (11:1-19)

La Iglesia en Antioquía (11:19-30)

Santiago asesinado y Pedro encarcelado (12:1-5)

Pedro es liberado de la cárcel (12:6-19)

Muerte de Herodes (12:20- 25)

Misión de Bernabé y Saulo: su primer viaje misionero (13:1-3)

Bernabé y Saulo en Chipre (13:4-12)

Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia (13:13-52)

Pablo y Bernabé en Iconio (14:1-7)

Problemas en Listra y evangelización en Derbe (14:8-23)

El regreso a Antioquía de Siria (14:24-28)

Concilio de Jerusalén (15:1-21)

La carta (15:22-35)

Pablo y Bernabé se separan: Segundo viaje misionero (15:36-41)

Timoteo acompaña a Pablo y a Silas (16:1-8)

Visión de Pablo (16:9-10)

Conversión de Lidia (16:11- 15)

Pablo y Silas en la cárcel (16:16-40)

Alboroto en Tesalónica (17:1-9)

Pablo y Silas en Berea (17:10-15)

Pablo en Atenas (17:16-34)

Pablo en Corinto (18:1-17)

Pablo regresa a Antioquía y luego emprende su tercer viaje misionero (18:18-23)

Priscila, Áquila y Apolos (18:24-28)

Pablo en Éfeso (19:1-10)

Los exorcistas y los hechiceros (19:11-22)

Problemas en Éfeso (19:23-40)

Pablo en Macedonia y Grecia (20:1-6)

Visita de Pablo a Troas (20:7-12)

Viaje desde Troas a Mileto (20:13-16)

Discurso de despedida de Pablo en Mileto (20:17-38)

Viaje de Pablo a Jerusalén (21:1-16)

Llegada de Pablo a Jerusalén (21:17-26)

Arresto de Pablo (21:27- 39)

Discurso de Pablo en Jerusalén y su testimonio (21:40- 22:21)

Pablo apela a la ciudadanía romana (22:22- 30)

Pablo ante el Sanedrín (23:1-11)

Plan para matar a Pablo (23:12-22)

Trasladan a Pablo a Cesarea (23:23-35)

Defensa de Pablo ante el gobernador (24:1-27)

Pablo apela al emperador (25:1-12)

Pablo ante el rey Agripa (25:13-27)

Discurso de defensa de Pablo ante el rey Agripa (26:1-32)

Pablo es enviado a Roma (27:1-12)

La tempestad (27:13-38)

El naufragio (27:39-44)

Pablo en la isla de Malta (28:1-10)

Pablo viaja a Roma (28:11-14)

Pablo en Roma (28:15-31)

Sobre la portada

Obra: Columnas de la fe 

Medidas: 8” x 10” 

Material: Dibujo a bolígrafo y lápiz de colores 

Pensado y dibujado en base a Hechos 2: 1-3 “En Pentecostés, cuando se cumplió el día que el Espíritu Santo iba a llenar el interior de los creyentes con la obra de Cristo, toda la Iglesia estaba reunida en un mismo lugar. 2. De repente, llegó del cielo un gran ruido, como un soplo fuerte, que llenó toda la casa donde estaban sentados; 3. y experimentaron lenguas como de fuego, que fueron distribuidas y reposaron sobre cada uno de ellos.”

Los puntos representados en el dibujo significan las multitudes de personas a través de los siglos llevadas de esa misma experiencia, la espera de esas personas por la promesa se convierte en baluartes de nuestra fe, las líneas entrecruzadas en un mismo patrón representan los obstáculos y el centro el momento de recibir la experiencia de hablar nuevas lenguas y sentimiento de sentir el

fuego del Espíritu de Dios. La Biblia en la parte de abajo se abre dando a entender que la lectura resalta ese momento para que quede como evidencia a las nuevas generaciones. Páginas abiertas y mostrando el momento especial que es la columna de la iglesia, el poder de Dios. 


Capítulo 8

8:1. Saulo fue cómplice del asesinato de Esteban.  

La iglesia perseguida y dispersa

En aquel día se desencadenó una gran persecución en contra de la Iglesia en Jerusalén, todos fueron esparcidos por todas las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles, que se quedaron en Jerusalén.
2. Unos hombres cristianos, levantaron el cuerpo de Esteban y le hicieron un funeral digno, y lloraron mucho su muerte.
3. Pero Saulo perseguía a la Iglesia, entrando casa por casa, arrastraba a los hombres y a las mujeres a la cárcel.
4. Los que fueron esparcidos, se dedicaban a anunciar el evangelio, el mensaje que transforma toda la existencia humana.  
Felipe en Samaria

5. Felipe bajó a una ciudad de Samaría predicando a todos de Cristo.
6. La gente le ponía mucha atención a la predicación de Felipe, estaban todos unánimes al escuchar y al ver las señales que hacía.
7. Muchos de los que fueron a verlo, tenían espíritus malos, pero Felipe los expulsaba, y los espíritus salían gritando. Además, muchos cojos y paralíticos eran sanados.
8. Hubo una gran alegría en aquella ciudad.
9. Hubo un cierto hombre llamado Simón, que había estado en aquella ciudad de Samaria, ejerciendo la magia, y dejando a la gente muy impresionada, diciendo que él era muy poderoso.
10. A este Simón, todos le prestaban atención, desde el más pequeño hasta el más grande, y comentaban:  – Este es el gran poder de Dios.
11. Y le hacían caso a Simón, ya que, por bastante tiempo, los tenía encantados por su magia.
12. Pero cuando creyeron a la predicación de Felipe, que anunciaba las buenas nuevas acerca del reino de Dios y del nombre de Jesucristo, eran bautizados tanto hombres como mujeres.
13. Inclusive Simón, creyó y se bautizó, y siempre permanecía junto a Felipe, admirado, viendo las señales y las grandes y poderosas obras que Dios realizaba por medio de Felipe.  
Pedro y Juan viajan a Samaria

14. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que en Samaria habían aceptado la Palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan;
15. cuando estos llegaron a Samaria, oraron para que ellos recibieran al Espíritu Santo;
16. porque aún no habían interiorizado la obra de Cristo a través de la acción del Espíritu Santo, solamente habían cumplido el bautismo como rito de iniciación cristiana, sin entender y vivir plenamente su significado.
17. Entonces, Pedro y Juan les impusieron las manos y ellos recibieron el Espíritu Santo.
18. Cuando Simón vio que, a través de la imposición de las manos de los apóstoles, el Espíritu Santo era dado, les ofreció dinero,
19. diciéndoles: – Denme ese poder, para que cuando yo imponga manos, reciban al Espíritu Santo.
20. Pero Pedro le respondió: – ¡Púdrete con tu dinero! ¿Cómo te atreves a pensar que podías comprar el don de Dios?
21. Tú no tienes parte en esta herencia de Cristo, este poder no es para ti, porque Dios sabe que tus intenciones no son buenas.
22. Cambia tu manera de pensar, para que puedas cambiar tu conducta, pues aún estás lleno de maldad, y pídele al Señor que te perdone por estas malas intenciones.
23. Porque tienes una raíz de amargura y estás atado en su iniquidad.
24. Simón contestó: – Por favor, ore por mí, para que no me pase nada de lo que acabas de decirme.
25. Una vez que los apóstoles testificaron poderosamente y predicaron la Palabra del Señor, regresaron a Jerusalén. Por el camino, pasaron por muchos pueblos samaritanos y anunciaron el evangelio que transforma toda la existencia humana. 
Felipe y el etíope

26. Un ángel del Señor habló a Felipe, diciéndole:  – Levántate y anda hacia el sur, en el camino que desciende desde Jerusalén a Gaza; prepárate para cruzar el desierto.
27. Felipe se levantó y se fue. De pronto, en el camino se encontró con un hombre etíope, que era eunuco, y tenía mucho poder político, pues era el tesorero de la reina Candace, reina de Etiopía. Ese oficial había ido a Jerusalén para adorar a Dios, y ahora volvía a su país;
28. iba de regreso, sentado en su carruaje, leyendo al profeta Isaías.
29. Y el Espíritu dijo a Felipe: – Acércate al carruaje, y camina junto a él.
30. Cuando se acercó al carruaje, Felipe oyó que el etíope estaba leyendo al profeta Isaías, y le preguntó:  – ¿Entiendes lo que estás leyendo?
31. Él le contestó: – ¿Cómo voy a entender si no hay nadie que me explique? El eunuco invitó a Felipe a que entrara en el carruaje y se sentara junto a él.
32. El pasaje de la Escritura que leía era este:“Como oveja fue llevado al matadero, y como cordero fue conducido para que lo trasquilaran, Estaba sin voz, así que no abrió su boca;
Cita a Isaías 53:7.

33. Fue humillado, y en el juicio no se le hizo justicia; ¿Quién recordará su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.”
Cita a Isaías 53:8.

34. El etíope dijo a Felipe:  – Explícame algo, ¿A qué personaje se refiere el profeta? ¿Habla de él mismo, o de otra persona?
35. Entonces, Felipe empezó a explicar la Escritura, partiendo de este mismo texto, le anunció el evangelio de Jesús que transforma toda la existencia humana.
36.  Cuando iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y el etíope le dijo a Felipe: – ¡Mira, aquí hay agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?
37.
Algunas versiones citan el versículo 37 que dice: “Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.”  Esta versión no lo coloca porque el versículo no se encuentra en los manuscritos más antiguos.

38. Entonces mandó a parar el carruaje, y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó.
39. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y el etíope no lo volvió a ver; y siguió su camino muy alegre.
40. Felipe apareció en Azoto, y anunciaba el evangelio de salvación por todos los pueblos por donde pasaba en el camino, hasta llegar a Cesarea.    
  


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