Devocional

Testigos de sus enseñanzas

Mateo 13:45-46

45. Una vez más Jesús contó otra parábola: – El reino de los cielos es semejante a un comerciante que busca perlas de buena calidad; 46. y cuando encontró una perla de mucho valor, se fue, y vendió todo lo que tenía y la compró                       

¿Alguna vez has escuchado la historia de la perla de gran precio? Jesús tenía una forma única y creativa de enseñar, utilizando parábolas y metáforas que resonaban profundamente en el corazón de sus seguidores. La parábola de la perla de gran precio es un ejemplo perfecto de su ingeniosa estrategia educativa.

Imagina a Jesús rodeado por una multitud ansiosa de aprender. Con una sonrisa en su rostro, les cuenta una historia sencilla pero llena de significado. Habla de un mercader en busca de perlas finas, quien al encontrar una perla de gran valor, vende todo lo que tiene para comprarla.

¿Qué nos enseña esta historia? Jesús nos muestra que el Reino de Dios es como esa perla de gran precio: algo tan valioso que vale la pena sacrificar todo para obtenerlo. Pero también nos enseña sobre la creatividad en la enseñanza. Jesús no recita largos discursos teológicos; en cambio, utiliza imágenes simples y poderosas que dejan una impresión duradera en la mente de sus seguidores.

La enseñanza de Jesús no solo impactaba a sus oyentes en el momento, sino que también tenía un efecto transformador en sus vidas. La parábola de la perla de gran precio desafiaba a sus seguidores a reflexionar sobre lo que realmente valoraban en la vida y a reconsiderar sus prioridades. 

Y nosotros, como seguidores de Jesús, también podemos seguir su ejemplo siendo creativos al enseñar. Podemos utilizar historias, analogías y ejemplos cotidianos para transmitir verdades profundas de manera accesible y relevante. Recordemos que la profundidad no está reñida con la sencillez; a menudo, las lecciones más poderosas vienen envueltas en las palabras más simples.

Pero lo más importante es recordar el objetivo final de nuestra enseñanza: la transformación de vidas. Al igual que Jesús, debemos sentir pasión por compartir el mensaje del Evangelio y ver cómo las personas son transformadas por él. Que esta pasión nos impulse a ser creativos, innovadores y apasionados en nuestra labor de enseñar y compartir la verdad de Dios con nuestras familias, amigos, vecinos y toda la comunidad. 

Que el ejemplo de Jesús nos inspire a buscar siempre nuevas formas de comunicar el amor y la gracia de Dios, y que podamos ver cómo nuestras palabras y acciones tienen un impacto duradero en aquellos que nos rodean. 

Créditos: 

Jenniffer Contreras

Puerto Rico

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