
SÓLO A DIOS GLORIA: ¡AMÉN!
Texto: Y oí a toda criatura que hay en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos! (Apocalipsis 5:13 TCB).
Lo que Juan describe haber visto en Apocalipsis fue una tarea titánica, fue tan inefable que tuvo que recurrir a recursos visuales hasta exagerados. Sin embargo, en esta porción en que vamos a reflexionar, describe una movilización que me atrevo a decir, es fiel a lo que vio, nos narra la adoración celestial dedicada al que es digno de todo tributo. Reflexionaremos sobre tres momentos de esta adoración celestial que podemos incorporar a nuestra devoción personal:
Glorificación por su obra: Luego vi y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos; el número de ellos era millones de millones y millares de millares. Diciendo en alta voz y con todas sus fuerzas: ¡Digno es el Cordero que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza! Apocalipsis 5:11-12.
Sabemos que Dios es autosuficiente en todo, los ángeles le alaban y glorifican, ¿Qué pintamos los humanos? La obra de la redención mediante Cristo, que es nuestra historia personal y colectiva junto a toda la Iglesia, fue hecha en favor nuestro; sobre esta bendita obra de amor, es que debemos decir como esos millones y millones de ángeles: ¡Digno es el Cordero que ha sido sacrificado! Nuestra comunión eucarística nos recuerda siempre partir el pan y beber de la copa en memoria del sacrificio de Jesús hasta que Él regrese, con nuestros actos proclamamos que digno es el Cordero que ha sido sacrificado.
Cánticos en su honor: Y oí a toda criatura que hay en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos! Apocalipsis 5:13. El canto es una de las formas más utilizadas para alabar a Dios. No te limites, pon una alabanza, pausa un momento la lectura y alaba Al que está sentado en el trono y al Cordero.
Proclama y canta a todo pulmón que Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo es digno de poder, la riqueza, sabiduría, fortaleza y gloria, por los siglos de los siglos. Estoy seguro que hay un fuego en tu corazón como el que está en el mío en este momento que escribo estas líneas, ¡Mi alma está gritando y mi boca declarando que Sólo a Dios la Gloria! Estoy seguro que sin que lo hayas leído acá aún, ya proclamaste la última palabra que meditaremos.
Los cuatro seres vivientes exclamaban: ¡Amén!, mientras los ancianos se postraron y adoraron. Apocalipsis 5:14 En otra parte del libro está escrito: esto dice el Amén, el Testigo fiel y Verdadero, el Principio de la creación de Dios. Jesucristo mismo, el Todopoderoso es el Amén de Dios. Te pregunto, oh, hermano, ¿entiendes la seriedad de lo que leíste anteriormente? ¿Estás verdaderamente preparado para decir un solemne ¡Amén!?
Cuando decimos ¡Amén! comúnmente tenemos en la mente que decimos “Así es, así sea”, pero es mucho más que sólo eso. “Cuando el Pueblo hacía una alianza, se sellaba el acuerdo con un solemne amén. Es afirmar: me comprometo, cueste lo que cueste. Debe ser coherente con nuestra vida e inteligente. Sería incoherente decir amén sólo como un rito sin entender lo que se dice antes, sería hasta un sacrilegio. Un verdadero amén es que ratificamos nuestra firme decisión de vivir y actuar con firmeza incluso hasta la muerte.”
Entonces ahora, en esta meditación, hemos alabado la bendita obra redentora de Dios, seguramente cantaste un momento, ¿Vas a sellar todo lo que proclamaste y creíste con este ¡Amén! que es tu compromiso coherente y racional, que cueste lo que cueste para actuar en firmeza en esta nuestra fe hasta la muerte? Ruego a su Majestad el Espíritu Santo que nos de fuerza y poder.
¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos! ¡Amén! ¡Sólo a Dios la Gloria! ¡Amén! y ¡Amén!
Créditos: Jafet de León, Guatemala.
Apocalipsis 2:12
También te puede interesar

Título: El tiempo de viaje es muy corto
8 de junio de 2024
¡FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO!
25 de diciembre de 2023
La Verdad Nos Hará Libres: Un Compromiso Radical en Tiempos de Relativismo y el Espíritu de la Reforma Protestante
13 de octubre de 2024- Home
- Sé parte del Sueño
- Libros TCB
- TCB Ilustrado (PDF)
- Cómic
- Especiales
- Devocionales
- Septiembre
- 01/09/23 Jesús vio dos barcas
- 02/09/23¡La piscina no tiene nada para ti!
- 03/09/23El Buen Soldado
- 04/09/23Nuestra Meta
- 05/09/23Buscar a Jesús de forma diferente
- 06/09/23Amor sacrificial: Más de allá de los carismas
- 07/09/23“Una historia de amor, sanidad y salvación”
- 08/09/23Cuando el rico se humilla
- 09/09/23Él me fortalece
- 10/09/23Caminando en aguas profundas
- 11/09/23Deseos imposibles; bendiciones impensables
- 12/09/23El plan perfecto de salvación
- 13/09/23Jairo, ¡Vuelve a brillar!
- 14/09/23El amor como profundo conocimiento de Dios
- 15/09/23La Comunidad Familiar y la Transmisión de la Fe
- 16/09/23Vivir de apariencias
- 17/09/23Somos Obra Suya
- 18/09/23Amemos la ética de Cristo, no las ideologías de este mundo
- 19/09/23El Corazón Agradecido
- 20/09/23Lugar armonioso
- 21/09/23Camarón que se duerme …
- Septiembre
- Herramientas
- Inscríbete en nuestros Talleres
- TCB comentada Materiales