Devocional

La Biblia: un tesoro inagotable de revelación y conocimiento

Texto: “14. Pero tú continúa perseverando en la doctrina que aprendiste y en la que fuiste instruido, sabiendo de quiénes lo aprendiste; 15. y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras, las que te hacen sabio para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16. Toda la Escritura es producto de la inspiración divina, es provechosa para enseñar, para iluminar, para corregir, para instrucción y práctica de la justicia,
17. con el propósito de perfeccionar al creyente y prepararlo para el cumplimiento de la misión.” (2 Timoteo 3:14-17 TCB). 

Este texto es posiblemente los últimos consejos de un mentor a su díscipulo más cercano antes de su muerte, cuando un hombre sabio, lleno del Espíritu Santo nos dice sus últimas palabras como de un tesoro de lo más profundo de su corazón, hay que ponerle toda atención, principalmente cuando lo que expresa es que la Biblia es una fuente inagotable de revelación y conocimiento de Dios para nuestras vidas, la palabra de Dios en lenguaje humano para que nos sea comprensible. 

La Biblia no es solo un conjunto de textos antiguos; es una guía viva y activa que nos revela a de Dios, a  Jesucristo y la historia de la salvación; es una biblioteca sorprendente y profunda que brinda respuestas y enseñanzas a las necesidades más complejas del ser humano, a través de sus páginas, encontramos consejos sobre cómo vivir, poesías que nos llevan a la reflexión, relatos históricos en los cuales nos podemos identificar y aprender de ellos, discursos teológicos, canciones, oraciones, parábolas, etc., toda esta riqueza nos inspira a ser mejores seres humanos y nos conduce al propósito de nuestra esencia en la creación, el de reflejar la imagen y semejanza de Dios.

Las Escrituras Sagradas nos enseña, nos reprende, nos corrige y nos instruye en justicia. Nos muestra el camino hacia una vida plena y significativa, guiándonos en cada paso. Pero para llegar a la profundidad de la palabra no se trata de conformarse en hacer lecturas superficiales, sino de experiencias de lecturas responsables, transformadoras que nos lleva a una mayor comprensión de la voluntad y del amor de Dios. La Biblia es el alimento diario que necesitamos para una vida espiritual nutrida y sana, necesitamos comer de ella para vivir plenamente, interiorizarla para fortalecer nuestra fe y crecer en nuestra relación con Dios. Este alimento espiritual nos da poder sobrenatural y la sabiduría necesaria para enfrentar los desafíos diarios y vivir de acuerdo con los principios divinos.

Te invito a que te sumerjas en las Escrituras Sagradas con un corazón abierto y dispuesto a aprender. No te conformes con una lectura superficial; busca la profundidad y la revelación que solo la Palabra de Dios puede ofrecer. Que la Biblia sea tu guía constante y tu fuente de inspiración.

Créditos:

Ester Alice da Rocha Santos. 

Brasil. 

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