
El primer anuncio sobre Jesús fue compartido con alegría y gratitud.
Diciembre, el último mes del año. Tiempo de descanso, el tiempo perfecto para viajes, pero sobre todo, el mes vestido de rojo, verde y blanco. El mes que huele a pino e incienso. Desde que nací ha sido un mes importante, no solo porque es el mes de mi cumpleaños sino que en mi país (Guatemala), a partir del siete de diciembre las calles del pueblo están repletas de árboles navideños, luces, uvas, juguetes, fuegos artificiales y la mayoría de las personas están muy arropadas porque es la época más fría del año.
El recuerdo de la época navideña que atesoro en mi corazón es cuando con mis abuelos, padres, tíos y primos nos reuníamos para armar el nacimiento donde recreábamos el pesebre. Todos salíamos al campo a recaudar césped, hojas, ramas de árboles y mi abuela sacaba de la bodega los animalitos, casitas y figuras de barro, que cada año colocaba en el pesebre. Teníamos como tradición que la persona más pequeña de la familia colocara a José, María y el niño Jesús, al mismo tiempo, mi abuela con una sonrisa contaba el relato sobre el nacimiento de Jesús, desde la aparición del ángel Gabriel a María, hasta el bebé en el pesebre.
La pregunta que de adolecente me surgía con respecto a esta historia era: ¿Cómo se sentiría María ante esta situación? Pregunta que hoy día comprendo y que quiero compartir contigo.
El evangelio de Lucas relata esta maravillosa historia. El capítulo 1 del verso 46 al 55, es llamado El Cántico de María y expresa el sentimiento de esta mujer ante el nacimiento de quien vendría a ser su primer hijo. Sin embargo, la historia cobra sentido desde el verso 26, el cual relata cómo un ángel llamado Gabriel le dice a María: “Alégrate, eres muy amada y bendita, el Señor está contigo” (TCB). María pensó con temor en el significado de esas palabras, pero el ángel le anuncia que ha hallado gracia ante Dios, por ello concebirá a un hijo al cual llamará Jesús el cual será nombrado hijo del Altísimo, será muy importante y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin (TCB). La respuesta final de ella, aunque con duda, fue: ¡Aquí me tienes, como sierva del Señor!El ángel también le anunció a María el embarazo de Elizabeth.
Los versos del 39 al 45 de este mismo capítulo, mencionan la visita de María a Elizabeth y su emotivo encuentro, pues Elizabeth bendice a María. Finalmente llegamos al verso 46, donde María proclama en su cántico las siguientes palabras: “Mi alma canta la grandeza del Señor, Mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador, porque puso su mirada sobre su humilde sierva; y a partir de ahora, todas las generaciones dirán que soy plenamente feliz, pues el Todopoderoso hizo grandes cosas en mi vida; ¡Santo es su nombre! Y su misericordia se renueva para siempre sobre los que confían en Él”.
Es evidente que la navidad es una época muy colorida y bonita y sin lugar a duda el centro de esta fiesta debe ser el nacimiento de Jesús, a quien muchos han llamado la luz y esperanza del mundo. Hoy te quiero invitar que seamos como María en el relato, pues ella al escuchar la noticia de la bendición que llevaba en su vientre que vendría al mundo, no se quedó parada. Salió a visitar a Elizabeth para contarle y lo contó con alegría y gratitud, más allá de sentirse enaltecida, santa, o gloriarse por ser la elegida de Dios. Proclamó la grandeza de Dios y cómo Él había hecho maravillas en su vida, mostrándonos que el primer anuncio sobre el nacimiento de Jesús fue hecho con alegría y gratitud. Por último, algo que ella dijo y que comprobé a través de mi abuela, fueron las palabras: “todas las generaciones dirán que soy plenamente feliz” (TCB). Mi abuela contaba y demostraba cómo el corazón de una madre se alegró ante este nacimiento.
Que en este diciembre de 2023 las calles de mi pueblo y las del tuyo, más que estar llenas de objetos, estén llenas de esperanza, alegría y gratitud. En este diciembre de 2023 ¡Anímate! ¡Ve! ¡Corre! Y sobre todo, proclama con alegría y gratitud el nacimiento de Jesús. Mientras lo haces, escucha esta canción. https://youtu.be/_UuDFVITntA?si=miT6OTrmyz1Mop2x
Créditos:
Mildred Viviana Gómez Rivas
Guatemalteca

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