Devocional

CAMINANDO HACIA EL 2025 CON GRATITUD

Texto: “No estén ansiosos por nada, sino más bien den a conocer en cada momento sus

peticiones y necesidades a Dios, en constante oración y con gratitud” (Filipenses 4:6 TCB) 

El inicio de un nuevo año comúnmente es una invitación a reflexionar sobre todo lo ya vivido y proyectarnos hacia un futuro que está por venir. Sin embargo, la ansiedad muchas veces irrumpe en nuestras vidas, robándonos la paz y llenando nuestro corazón de preocupaciones. Este estado de alerta constante no solo afecta nuestra salud mental, causando depresión o insomnio, sino también nuestro bienestar físico, contribuyendo a enfermedades como diabetes o colon irritable. La ansiedad nos pone en posición de continua pérdida. ¿Habrá algo que hacer?

En la vereda contraria, está la gratitud. Ésta nos pone en posición de confianza, de esperanza y fe. Un corazón agradecido no se enfoca en las tormentas sino que siempre verá una salida, poniendo su mirada en las oportunidades que los conflictos o dificultades pueden traer. Como alguien dijo sabiamente, la gratitud “ve el vaso medio lleno” incluso en los momentos de adversidad. Ahora, cuando esa gratitud está basada en la fe en nuestro Señor Jesucristo, ésta asciende a alturas impensadas, permitiéndonos enfrentar los desafíos con esperanza y valentía.

Reiterados consejos del apóstol Pablo a sus lectores, conducen a tener la gratitud como una virtud esencial para el cristiano: “den gracias por todo” (1 Tes. 5:18), “en la oración…con acción de gracias” (Fil. 4:6), “dando gracias a Dios Padre, por todas las cosas” (Ef. 5:20). Un creyente sin gratitud, es como un carbón apagado que no puede brindar calor ni luz a los que están en casa. La gratitud es como un gran imán que atrae grandes bendiciones, tanto físicas, espirituales, emocionales y por qué no decirlo, también de provisión.

  Al comenzar este 2025, somos llamados a enfrentarlo con una actitud de gratitud y esperanza en Cristo. En Mateo 28:20b Jesús dice: “y les aseguro que Yo estoy con ustedes todos los días…”, y usted y yo, lo sentimos diariamente, en cada ámbito de nuestro caminar; esto necesariamente nos tiene que motivar a estar agradecidos por despertar, por la provisión, por escuchar, por ver, por sentir, por vivir. Hay quienes no despertaron hoy; otros enfrentan el hambre, la enfermedad o la soledad. Sin embargo, nosotros hemos recibido el don de la vida y, lo más grande, la salvación y la esperanza de la redención eterna.

¿El 2025 luce oscuro para ti? Tal vez se presente como un monte difícil de escalar, lleno de incertidumbres o pruebas. No te desanimes, Jesús es la luz que ilumina tu camino. ¡No te dejes dominar por la ansiedad! No mires la tormenta a tu alrededor, sino detente y recuerda cómo el Señor ha sido fiel en el pasado y ten la certeza que Jesús no te dejará ni te desamparará (He. 13:5). Si eso no es un aliciente, te invito a reflexionar sobre lo que has vivido en Cristo y permite que la gratitud llene tu corazón, y con ella avanzarás con seguridad. Toma aire, respira profundo, levántate y como lo expresa Filipenses 3:13-14: “Olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para obtener el premio celestial al cual Dios nos llama en Cristo Jesús”. Comienza cada mañana agradeciendo a Dios por un nuevo día, por la salud, por la familia, por su palabra y por la promesa de su presencia constante.

La gratitud no solo transforma nuestra perspectiva, sino que también nos acerca más al corazón de Dios. Agradece en todo tiempo, incluso cuando no entiendas el porqué de las pruebas. Confía en que el Señor tiene un propósito perfecto y que sus planes para ti siempre son de bienestar y no de mal.

Este 2025 sin duda es una nueva oportunidad para conquistar nuestros temores, superar los desafíos y vivir con un corazón lleno de gratitud. Cada día que enfrentemos, hagámoslo con la certeza de que Dios está con nosotros y que, con Él, todo es posible. ¡Vamos a la conquista de este monte llamado 2025!

Carlos Arancibia  /  Chile.

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