Devocional

Haz que la gracia sea tu mejor hábito

Texto: «¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? (1 Corintios 3:16 TCB).

Si tus hábitos pudieran hablar, ¿qué dirían sobre ti? Dime cuáles son tus hábitos y yo te diré quién eres tú. 

Es importante saber que la palabra hábito viene de la misma raíz de la palabra habitación. Eso se da porque nuestros hábitos revelan quiénes habitan en nosotros, ¿Tus hábitos realmente revelan que el Espíritu Santo habita en ti?

Como una casa que cuenta la historia de quién vive en ella, nuestros hábitos diarios cuentan y narran quién gobierna nuestro corazón. Cada elección, cada rutina, cada pequeño gesto, cada reacción involuntaria, son reflejos de la presencia de Espíritu Santo o de otras influencias gobernando tu corazón. Según las definiciones más populares “un hábito es una conducta que se repite con regularidad y que, con el tiempo, se vuelve automática o natural”, un cambio de hábitos no depende solamente de fuerza de voluntad, es una verdadera metanóia, cambio de mentalidad, pero es también una construcción física en nuestro cerebro que tiene que ver con nuestras herencias genéticas y de crianza que recibimos, con nuestra agenda, con las angustias y traumas que pasamos en la vida, con el ambiente en el cual vivimos y principalmente con nuestros afectos. 

Con la TCB, aprendemos y recordamos siempre que la gracia es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús, pero es imposible experimentar la gracia sin tener el Espíritu de Dios habitando en nosotros, es imposible vivir la vida de Cristo sin tener los hábitos de Cristo. Todavía en este tiempo de inicio de año hacemos planes, establecemos metas, soñamos con una vida más plena y todo eso es importante, es chévere, pero de nada servirá si no hacemos los cambios de hábitos necesarios para que todo eso deje de ser una ilusión emocionada para ser una realidad concreta. El evangelio, que transforma toda la existencia humana, se vive principalmente en pequeños cambios de nuestros hábitos, para llegar al resultado prometido, vida y vida plena. 

En el Nuevo Testamento hay un libro completo dedicado a enseñarnos sobre hábitos- hechos, los Hechos de los apóstoles, muchos dicen que el libro realmente debería llamarse Hechos del Espíritu Santo, pero la cuestión es bastante simple, cuando somos llenos del Espíritu, Cristo habita en nosotros, Él transforma nuestros hábitos y los hechos del Espíritu se vuelven naturales en nosotros y principalmente a través de nosotros, desde pentecostés los discípulos recibieron poder sobrenatural para transformar sus hábitos naturales, este mismo poder sigue disponible para todos los que desean ser transformados por la renovación de la mente para experimentar la buena, perfecta y agradable voluntad de Dios. 

No es aleatorio que la mayoría de los libros de crecimiento personal hablen sobre cambios de hábitos, no es en vano que la medicina, la neurociencia y tantas otras ramas dedican sus mayores esfuerzos para estudiar el poder de los hábitos, pero en la Biblia, en el evangelio puro, ese proceso es innegociable, la propuesta de Dios para nosotros siempre fue arrepentimiento (cambio de mentalidad), transformación, ser imagen y semejanza de Dios a través de la fe por identidad, justificación, santificación, fructificación, por eso, ¡ya basta de todos los años hacer lista de metas frustradas! ¡Ya es suficiente de vivir en un ciclo de intentos y fracasos! ¡Ya basta de sentirse culpable por no poder cambiar! ¡Ya es suficiente de desperdiciar tu vida por no saber cómo hacerlo diferente! Es tiempo de organizar la casa, a nosotros como templos de Dios, y no se trata de pensamiento positivo o arte de magia, se trata de fe por identidad. 

Es tiempo de redefinir y descubrir tu verdadera identidad,  es momento de alinear tu corazón con su acción, de reconectar el ser con el hacer, para que cada acción tuya revele la gloria de quien vive en ti, para que en tu testimonio con la propia vida se refleje la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús y que sea manifestado a través de tus condutas que quién habita en ti es el Espíritu Santo de Dios… Cristo en nosotros, la esperanza de la gloria (Col. 1:27). 

Dios te bendiga, feliz semana, feliz año, feliz cambio de hábitos… 

Ester Alice da Rocha. 

Brasil.

Comparte la bendición:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *