YO CONOZCO TU AMOR

Texto: Conozco tus obras, tu amor sacrificial, tu fe por identidad, tu servicio y tu perseverancia; además, sé que tus últimas obras son más abundantes que las primeras» (Apocalipsis 2:19 TCB).

Así de rápido pasa el tiempo, ya terminó el mes de febrero. Un mes donde estuvimos celebrando el amor y muy especialmente profundizamos acerca de la grandeza del amor ágape, y por eso me parece importante detenernos y evaluar cuánto hemos crecido en el conocimiento y práctica de este amor.  El texto en estudio nos enseña que Dios observa nuestras obras, pero también mira de cerca de qué manera manifestamos nuestro amor hacia los demás. 

En Apocalipsis 2:19 vemos que el amor ágape es sacrificial, perseverante y fiel, y sabemos que no depende de las circunstancias ni de las emociones pasajeras, sino que es una decisión crucial para poder expresar nuestro amor como Cristo nos amó.  El Señor elogió a la iglesia de Tiatira porque su amor y servicio no se habían quedado estancados; al contrario, el pasaje nos dice con alegría que en realidad había aumentado. 

Durante las semanas anteriores, hicimos un recorrido por distintos aspectos del amor ágape y pudimos apreciar en la pluma de cada escritor cómo este amor ha logrado impactar vidas. Aprendimos a desacomodarnos, lo que significa que es necesario salir de nuestra zona de confort para que nuestro prójimo esté mejor, atendiendo sus necesidades por sobre las mías (Juan 14:21). 

Cuando profundizamos en el amor ágape de Jesús, este nos desafió a amar sin reservas ni condiciones, tal como Él nos amó al entregar Su vida por nosotros (Juan 3:16). Nos maravillamos juntos cuando leímos acerca del amor ágape de Dios, un amor que da vida a lo que creíamos estaba muerto. Es que amigos, en Él encontramos resurrección espiritual, esperanza todos los días y algo realmente maravilloso, una puerta abierta para nuevas oportunidades (Efesios 2:4-5). 

Hoy, te invito a reflexionar en este hermoso tema, pero también te propongo tomar acción. No dejemos que febrero sea un mes para recordar solo como un tiempo de enseñanzas bonitas, sino que sea considerado un punto de partida para vivir el amor ágape en cada día de nuestras vidas. 

Te animo a buscar una forma concreta para demostrar amor ágape. Puede ser a través del servicio, del perdón o de una palabra de ánimo a quien se encuentre abatido. Recuerda que el mensaje de hoy dice: Yo conozco tus obras y tu amor sacrificial. Con un Dios presente y atento a nuestras vidas, hagamos que la práctica de este amor ágape ¡no termine con febrero! ¿Estás listo para amar como Cristo?

Débora Dote / Chile