Devocional

Febe: La Huella de una Sierva Fiel

Texto: “1 Les recomiendo a nuestra hermana Febe, quien es líder al servicio del Señor en la iglesia de Cencreas; 2les pido que la reciban en el Señor, de manera digna y la atiendan muy bien; así es como el pueblo de Dios trata a su gente. Denle todo el apoyo que requiera porque ella también ha sido solidaria como protectora de muchos, incluso mía” (Romanos 16:1-2 TCB).

Hay un refrán muy popular que dice: “Crea fama y acuéstate a dormir.” Este refrán se refiere a la idea de que una persona puede construir su reputación a través de sus acciones y comportamientos, y que una vez que ha establecido una buena fama, puede confiar en que esa fama le precederá y le abrirá puertas, incluso sin necesidad de esforzarse más. En otras palabras, una buena reputación puede facilitar la vida y las relaciones de una persona.

En medio de los saludos finales de la carta a los Romanos, aparece una mujer que quizá muchos pasan por alto: Febe. Pero Pablo no solo la menciona, la recomienda. La llama “hermana”, “diaconisa de la iglesia en Cencreas”, y alguien que ha sido de gran ayuda para muchos, incluso para él mismo. En estas pocas palabras, el Apóstol Pablo nos dice mucho. Febe era una mujer activa, comprometida con la obra de Dios, reconocida por su servicio fiel. Probablemente fue la portadora de esta misma carta a Roma, lo que demuestra la confianza que Pablo tenía en ella.

Febe nos recuerda que, en la obra de Dios, tanto hombres como mujeres tienen un papel esencial. Su vida nos habla de humildad, entrega y una fe práctica que se manifiesta en el servicio. Ella no buscó protagonismo, pero su fidelidad dejó huellas eternas en la historia de la Iglesia. Hoy día, vivimos en un mundo donde cada vez más se reconoce la superficialidad de la vida, los atributos pasajeros y los pensamientos huecos; la iglesia necesita distinguir y valorar el servicio de todos, especialmente el de las mujeres en la iglesia hoy. Historias como la de Febe nos animan a dejar huellas de fe y servicio, sin importar nuestro rol dentro de la iglesia o cualquier organización. 

La enseñanza principal del día de hoy es que cada miembro de la iglesia, así como Febe, tiene un papel significativo en el cuerpo de Cristo, y que el servicio fiel no siempre es visible, pero siempre es vital para la edificación de la comunidad de fe. Febe es un reflejo del amor y servicio que Cristo mostró, un modelo de cómo cada creyente está llamado a vivir en humildad y servicio. Su mención en la carta de Pablo resalta cómo el ministerio de Cristo se expande a través de sus seguidores, independientemente de su género; mucho más se resalta el rol importante que tuvo la mujer en la iglesia primitiva.

Hoy, su ejemplo nos desafía: ¿Estamos dispuestos a servir con ese mismo corazón? ¿A dejar huellas, no por lo que decimos, sino por cómo vivimos? Hoy te invito a que; como Febe, caminemos de tal manera que dejemos huellas. Que al igual que Febe, no tengamos que decir quiénes somos, sino que nuestras acciones y nuestro caminar, sean nuestras cartas de recomendación. Que al igual que Febe, dejemos huellas para las otras generaciones. 

Richie Gómez, Estados Unidos 

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Un comentario

  • Astrid J Morales

    Me esncanto, gracias por esta palabra que nos es un gran abrir de ojos para algunas de nosotras que aveces pensamos que no somos útiles para la obra pero Que lindo cuando Dios nos acuerda que si!!! Gracias mil Desde mi escritorio para ti🦋

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