Devocional

En la desesperanza Dios está presente 

Texto: “Nosotros teníamos la esperanza que Él fuera el libertador de Israel, pero hoy ya hace tres

días que sucedió todo eso” (Lucas 24:21 TCB)

Frecuentemente, nuestra fe es sacudida por eventos negativos que llegan sin avisar. ¿Qué esperar de Dios en esos momentos? ¿Y qué espera Dios de nosotros? El evangelista Lucas nos lo muestra en el interesante relato de los que iban camino a Emaús.

Este relato refleja la decepción de los seguidores de Jesús ante un evento que no esperaban: la muerte de su maestro. Estos primeros seguidores de Jesús habían puesto todas sus esperanzas en Él, al punto de estar dispuestos a dejarlo todo por seguirle. Lucas 18:28: “Pedro dijo: Escucha, nosotros hemos dejado todo lo que teníamos para Título: seguirte”.

Sin embargo, contrario a lo que esperaban, aquel en quien habían depositado todas sus esperanzas terminó muriendo clavado en una cruz, llevándose con Él sus esperanzas. El relato nos muestra que estos discípulos pensaron que se habían equivocado al señalar a Jesús como aquel en quien debían depositar toda su confianza. Sumergidos en la tristeza y desesperanza, envueltos por la incomprensión de lo inesperado, estos discípulos estaban regresando al lugar de donde habían salido para seguir a Jesús.

Pero, nos dice Lucas que en medio de la incomprensión y desesperanza, Jesús se hizo presente y caminó con ellos. Lucas 24:15: “Mientras conversaban, Jesús en persona se acercó y empezó a caminar con ellos”. Qué reconfortante es saber que, en medio de la desilusión, desesperanza y confusión, Jesús se hace presente y llega con la finalidad de revivir las esperanzas y aclarar toda confusión. Pero el evangelista nos proporciona otro detalle importante en este verso 15: Jesús no solo se hizo presente en el camino de la desesperanza, sino que lo caminó con ellos, dándoles las fuerzas y el apoyo necesarios para ir transformando aquel ambiente de decepción en uno de restauración. Con esta hermosa intervención de Dios, los discípulos tuvieron que reconocer que no se habían equivocado al identificar a Jesús como la fuente de su esperanza, sino que sencillamente era un proceso a través del cual su experiencia con Dios se fortalecería.

Ahora, Lucas resalta el importante rol de las Escrituras para lograr tener claridad en el momento de la confusión. Lucas 24:27: “Empezando por Moisés y continuando con todos los profetas, Jesús siempre les explicó, en todas las Escrituras, lo que se refería a Él”. Jesús repasó las Escrituras con estos discípulos, y eso bastó para que su entendimiento fuese abierto. Este repaso de las Escrituras tuvo un impacto impresionante en la vida de estos discípulos. Lucas 24:32: “Se decían el uno al otro: – ¡Con razón sentíamos que el corazón nos ardía de emoción cuando nos venía hablando en el camino y explicando las Escrituras, así como nos pasaba cuando Él estaba con nosotros!” Este repaso de las Escrituras provocó un reenfoque. Continúa diciendo Lucas en el verso 33: “Los dos discípulos se levantaron en la misma hora, y regresaron a Jerusalén…”.

En conclusión, nosotros nos parecemos mucho a estos discípulos que iban camino a Emaús. Cuando suceden situaciones que no esperamos o no hemos planificado, nos pasa exactamente lo mismo que les pasó a ellos. La desesperanza y confusión inundan nuestra vida, comenzamos a cuestionar el proceder de Dios y, en muchas ocasiones, nos alejamos de Él. Pero claramente vemos que Dios tiene un propósito con todo y, aunque no entendamos, Él está presente y llamando nuestra atención, esperando que nos aferremos a lo que está escrito en su Palabra, para recibir claridad y fuerzas nuevas en medio de la desesperanza.

Créditos: 

 Carolyn Moreno  /  Puerto Rico

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