Devocional

Una familia para Jesús

Lucas 1: 26-38 TCB

Dios ha dado a cada uno de nosotros una familia para que nos cuide, así mismo Dios dio al niño Jesús una familia para que cuidara de Él. Dios escogió a María para que fuera la madre de Jesús, María amaba a Dios y era obediente a su palabra, por lo que ella sería una buena madre para Jesús, el Hijo de Dios. Era un tiempo alegre para María, porque se iba a casar con el carpintero José.

(Lucas 1:28) Un día, Dios envió un ángel a visitar a María . Y entrando donde estaba ella le dijo: -Alégrate, eres muy amada y bendecida, el Señor está contigo.

¿Cómo creen que se sintió María con este anuncio? María se inquietó y tuvo miedo.

Entonces el ángel le dijo: Mira concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo – No temas – siguió diciendo el ángel – Darás a luz a un hijo, y le pondrás por su nombre “Jesús” (Lucas 1:31) Él será muy importante, será llamado hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David su ancestro. 

– Preguntó María ¿Quién será el padre de este niño? Cada bebé necesita un padre.

 (Lucas 1:32) El ángel le dijo: – El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del altísimo te cubrirá; por lo tanto, el que llevarás en tu vientre es Santo y será llamado Hijo de Dios.

Dios es el padre de Jesús, pero necesitaría un papá para Jesús aquí en la tierra, por lo que Dios ya había escogido al hombre que sería el padre de crianza de Jesús. Este hombre sería José el carpintero, que estaba comprometido con María. La Biblia dice en Mateo 1: 19 -21 que José era un hombre justo, sin embargo, José tuvo intensiones de alejarse de ella secretamente al enterarse de lo que estaba sucediendo. Cuando José meditaba en todas estas cosas, se le apareció en un sueño el ángel del Señor y le dijo:

José, hijo de David, no temas en recibir a María como tu esposa, porque el niño que lleva en su vientre es del Espíritu Santo. Y dará a luz a un hijo, y le pondrás el nombre de Jesús, porque el salvará a su pueblo de sus pecados.

Cuando José despertó, sabía que el bebé que esperaba María era el Hijo de Dios. Sabía que sería el padre de Jesús aquí en la tierra.

¡Ahora había una familia lista para recibir al niño Jesús! María iba a ser su madre, y José sería el padre.

Dios, en su infinito amor, preparó una familia para Jesús, demostrando así su profunda preocupación por las familias, extendiendo su amor a cada unidad familiar. En este adviento, reflexionemos en Jesús y su familia y elevemos nuestras oraciones y agradecimientos a Dios por la familia que nos ha otorgado. Solicitemos a Dios su guía para amar a cada miembro de nuestra familia y para cultivar un amor que refleje su divina bondad en nuestro hogar, y que Jesús también sea parte de nuestras familias.

Créditos:

Jenny Huerta González 

Chile.

Comparte la bendición:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *